Claudio Cañete
Con el triunfo de José Carlos Halle en las elecciones del domingo, que lo consagraron como el futuro intendente de Paraná, ya se vislumbra en materia de cultura la impronta de la próxima gestión. Desde su plataforma de campaña, Halle había anticipado algunas variantes que impondrá en esta materia a través de sus designados, que aún no están confirmados aunque circula el nombre de Daniel Rochi como secretario de Cultura y Deporte. La puesta en valor de los principales centros culturales públicos, la conformación de Consejos Comunitarios de Cultura, el desarrollo de actividades coordinadas con áreas educativas y turísticas y la inclusión de la tercera edad en un programa serían las primeras medidas que se pondrán en marcha a partir del 10 de diciembre.
Durante los días de la campaña electoral, más de un trabajador de la cultura local se cruzó con el músico Daniel Rochi, que les manifestaba estar trabajando en los proyectos culturales del por entonces candidato por el Frente Justicialista para la Victoria, José Carlos Halle. Rochi fue el primer subsecretario de Cultura que tuvo la actual gestión de Jorge Pedro Busti en los comienzos y tras su renuncia fue sucedido por el licenciado Roberto Romani. Militante histórico de la línea de Halle, éste ha decidido otorgarle la confianza nuevamente en este rubro para que pueda despegarse de aquel antecedente que no tuvo del todo un final feliz.
Más allá de que ésta sería la primera novedad y que terminará de confirmarse o no de aquí a diciembre, época de la asunción de la futura gestión, nada está dicho en materia de nombres confirmados.
Las otras novedades ya están por escrito en el proyecto de gestión municipal que la propia gente de Halle se encargó de distribuir por los medios. De manera que se podrá luego corroborar si fielmente se cumplirá con lo prometido.
Uno de los puntos podría entenderse como una fuerte crítica a la actual gestión cultural del intendente Julio Solanas y señala que “se revalorizarán aquellos espacios culturales que han sido postergados por falta de financiamiento, desidia u otros motivos, tales como el Centro Cultural Juan L. Ortiz, el Centro de Experimentación Gloria Montoya, la Sala Mayo (en Puerto Nuevo) y los anfiteatros Héctor Santángelo y Linares Cardozo (Barrio San Agustín)”.
En segundo término, vale destacar la irrupción de una figura que a priori será importante en el esquema de la nueva política cultural: el Consejo Comunitario de Cultura. “En lo relativo a descentralización, la Secretaría de Cultura se propone esencialmente ampliar el acceso a los bienes culturales a toda la población y construir nuevos espacios para la libre expresión, la creatividad y la producción de actividades vinculadas con los usos y costumbres de cada barrio o conjunto de barrios. A partir de esta nueva organización territorial se procurará desde el sector que se formen Consejos Comunitarios de Cultura, integrados por las fuerzas vivas de cada área descentralizada, tales como: organizaciones civiles, educativas, religiosas y deportivas, entre otras”, dice el proyecto.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
