-Resultados. Para todo militante político, hacer proyecciones sobre los resultados electorales es un atractivo irresistible. Es un momento de tensión que calienta el pulso y quema adrenalinas. Sobreponerse a los deseos, poner en caja cada una de las expectativas es una tarea farragosa. La cabeza del observador que quiere ser objetivo, da vueltas y vueltas sorteando las trampas de los deseos empeñados en confundirse con la realidad. Por otra parte, hacer las proyecciones implica apreciar tendencias que luego habrá que cotejar con los resultados definitivos. Y como dicen los viejos en los pueblos, de la experiencia siempre se aprende. Así es que en la recta final se hace notar que las pujas departamentales que han sido el atractivo de esta contienda electoral, comienzan a ceder protagonismo frente a la propuesta que expresa tanto al gobierno de la provincia como al Partido Justicialista. Sería una grosería pensar que Sergio Urribarri sigue tan ignorado por el público entrerriano como al principio del proceso electoral. Los spot televisivos, las tandas radiales y el trabajo de todos los días desplegado por empresas caracterizadas en pegar incontables carteles han hecho posible que los entrerrianos sepan que Urribarri y José Lauritto son los candidatos a gobernar la provincia por el justicialismo oficial.

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-Estrategias. Constatando la evidencia sobre la gravitación del aparato electoral del justicialismo en las expectativas electorales del domingo 18, vale la pena profundizar en los detalles. La estrategia que termina armando el PJ oficial parte en dar cuenta de las debilidades en las posturas departamentales de gran importancia electoral. Otro aspecto nada menor que tuvieron que resolver pasaba, como ya ha sido dicho, por el bajo conocimiento que la ciudadanía tenía del candidato Urribarri. Se agrega a estos contratiempos que Urribarri no es un político carismático. Pero bueno, el justicialismo remó con esas debilidades integrándolas en una compacta propuesta provincial. Por el contrario, lo que emerge como oposición apuntó a hacer la diferencia en los departamentos que se creía fuertes sin poner la misma voluntad en parar una propuesta provincial desafiante. Con el correr de las horas estas diferencias en las estrategias electorales van perfilando resultados.

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-Provincia y Nación. En este derrotero tendencial, no tener bien expuesta una propuesta provincial donde quede definida la relación con el gobierno nacional constituye una debilidad con costos que serán cuantificados cuando se abran las urnas y los votos terminen diciendo la última palabra. Hay que tener en cuenta que esta tarea de graficar frente a la opinión pública un buen engarce entre su propuesta electoral con el gobierno nacional no le fue fácil al gobierno de Jorge Busti. El candidato Urribarri una sola vez fue recibido por el Presidente y sucedió en una reunión general, nada especial. Pero bueno, Busti tiene ese olfato que le indica cuándo debe jugar fuerte.

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-Las dudas hasta el 18 a las 18. Así las cosas, los interrogantes se abren sobre la suerte de disputas departamentales dentro del dominio escénico provincial por parte de la fórmula Urribarri-Lauritto. En estos espacios territoriales y en los resultados definitivos que obtengan los cuerpos de la boleta, fórmula provincial y lista de diputados provinciales, quedará encuadrada la perspectiva más inmediata de la provincia. De los resultados de Concordia depende cómo quede instalada la familia Cresto para el futuro político de la provincia. Los resultados de Concordia también repercuten en el devenir del liderazgo de Jorge Busti en el Partido Justicialista. Los guarismos de Gualeguaychú también gravitan tanto en el departamento como en el escenario provincial. La parte más dura de la apuesta en Gualeguaychú la realiza la Concertación Entrerriana, por ser la ciudad natal del principal referente, Emilio Martínez Garbino, y además porque mantiene a un intendente fiel a su filas. Hay que agregar en esta sumatoria que esta ciudad del sur entrerriano constituye la principal base de sustentación de ese agrupamiento. Por el lado del oficialismo gubernamental, Gualeguaychú afecta el sostén político del vicegobernador Pedro Guillermo Guastavino. Se debe tener en cuenta que la postulación del actual candidato a intendente, Juan José Bahillo, se debe a la iniciativa de Guastavino, que a su vez se calzó el overol para trabajar la propuesta. En Paraná la disputa juega en todas las direcciones del abanico político provincial. En principio son tres en disputa: Raúl Patricio Solanas, José Carlos Halle y Sergio Varisco.

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-El radicalismo. No se puede estar en vísperas de elecciones en Entre Ríos y no tener reservadas algunas líneas sobre la suerte del histórico Partido Radical. Todo mal y cada día es peor. La picada es tan notable que el radicalismo tiene las chances abiertas para perforar sin remedio el piso de los dos dígitos. En la observación de estas páginas, si Cusinato logra mantenerse a flote de los dos dígitos se puede dar el gusto de celebrar el resultado como un verdadero éxito. Frente a un proceso electoral en desarrollo, con una situación sumamente complicada, el presidente del Comité Provincial de la UCR, Raymundo Kisser, sigue blandiendo la espada justiciera frente a cualquier disidencia.

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-La Argentina y Chávez. Se vive una coyuntura internacional de gran fluidez donde cada acontecimiento, y por lo tanto cualquier toma de posición, contiene significaciones en muchas direcciones. Como se dice en la calle, todo tiene que ver con todo. Se debe convenir que en estas situaciones cada movida política hacia afuera es una apuesta con un alto nivel de riesgo. A su vez, éstas son las coyunturas que definen la ubicación de los países por largos años. La política del país bajo el liderazgo de Néstor Kirchner y la sabiduría técnica del canciller Jorge Taiana ha decidido la estrategia de privilegiar la relación con América Latina tomando como puerta de entrada la alianza del Mercosur. Esta posición en el escenario internacional de por sí desata alta tensión, pues se la lleva adelante en momentos que Estados Unidos pretende atar a América Latina al carro de sus designios vía el ALCA. Para asombro de muchos, los pasos dados por el Presidente Kirchner van mucho más allá de la simple relación arancelaria como de hecho era el Mercosur antes de estas iniciativas. Los acuerdos firmados en el Mercado Común del Sur y los convenios bilaterales con la República Bolivariana de Venezuela comienzan a definir una línea de desarrollo sobre la base de acuerdos energéticos, industriales, tecnológicos y financieros. Este último, los acuerdos financieros, en momentos de aguda crisis del Fondo Monetario Internacional. Las iniciativas que se van dando son realmente conmovedoras y prometedoras, sin por eso ignorar asimetrías económicas, contradicciones y diferencias políticas e ideológicas.

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