Pequeños pueblos entrerrianos que estaban en el olvido comenzaron a resonar lentamente en los medios, a raíz del trabajo que la Asociación Responde (Recuperación Social de Poblados Nacionales que Desaparecen), emprendió junto a sus habitantes. Encabezada por la socióloga, geógrafa e investigadora del Conicet Marcela Benítez, esta ONG promueve la recuperación de las comunidades con propuestas que se orientan hacia proyectos de desarrollo social y económico creativos e innovadores. Un excelente ejemplo que liga la academia y la investigación con la realidad más cruda y desatendida, producto de una idea de país que naufragó.

En la terminal de Paraná nadie sabe qué es ni dónde queda Irazusta. Algunos choferes dicen que está cerca de Larroque pero desconocen si desde allí hay algún transporte urbano. Pues no. Alguna vez lo hubo hasta que se rompió y no hubo dinero para arreglarlo. El mismo destino tuvo una “traffic” que hizo las veces de transporte escolar. La opción entonces para un mochilero o un simple peatón es hacer dedo, u optar por un remís que transite los 13 kilómetros a través de la ruta 51, a cambio de 15 o 17 pesos (depende, al parecer, del humor del paisano).

Si es un martes o viernes alrededor de las 16, surge otra posibilidad, algo anacrónica pero más que apropiada en este marco: El Gran Capitán (uno de los trenes que Menem hizo desaparecer en el ’93) que va desde Lacroze (Buenos Aires) a Posadas (Misiones), une ambas localidades por muy pocos pesos. Pero la vía más común es aquella ruta, que alguna vez fue de ripio y hoy se puede afirmar que es de tierra, lo que significa un gran problema: basta que llueva unos milímetros para que deje de ser transitable. Lo más curioso es, según relatan los lugareños, que en la provincia figura como asfaltada. “¿Y como van a reponer el ripio si se dice que hay asfalto?”

Una vez allí, la cordialidad se hace presente. Nadie es un forastero sino un visitante al que se lo saluda amablemente. Es que hace siete años que el pueblo se viene acostumbrando a tratar con desconocidos, personas que se acercan en busca de tranquilidad y aires campestres. Fue en 1999 cuando Responde arrimó una propuesta que, con el trabajo de los habitantes, se transformó en la primera experiencia piloto para transformar a la aldea en un centro turístico rural. La asociación sin fines de lucro se creó por el urgente panorama que arrojaban las investigaciones de Marcela Benítez. Su tesis doctoral, La Argentina que desaparece, dejaba en claro que 430 poblados iban extinguiéndose por haber quedado aislados, excluidos del sistema, sin trabajo ni inversión en educación, comunicación y capacitación y, por ende, sin jóvenes.

Dos años después, las cifras ascendían: “En la República Argentina existen 602 pueblos de menos de 2.000 habitantes que están en riesgo de desaparecer, 124 que prácticamente no han crecido en los últimos diez años y 90 que ya no figuran en el último censo 2001. Los poblados en riesgo albergan 268.920 habitantes y representan casi el 40% de los poblados rurales del país”. Informar sobre este estado de cosas significa “poner una luz de atención sobre tantos pueblos que se desvanecen en silencio y crear conciencia acerca de la importancia de trabajar con una visión de país y no continuamente ante las urgencias de la coyuntura” . ¿Cómo seguir ignorándolos?, es la pregunta. “Es nuestra gente. Su cultura, su historia se entrelazan con las propias raíces históricas de cada uno de nosotros.”

En Entre Ríos, 33 pueblos se registran en riesgo de desaparición: La Clarita, Colonia Hocker y Pueblo Liebig en Colón; Clodomiro Ledesma y Ayui en Concordia; Aldea San Francisco, Aldea Salto, Aldea Spatzenkutter y Camps en Diamante; Aldea Asunción y Estación Lazo en Gualeguay; Faustino Parera, Enrique Carbo, General Almada, Cuchilla Redonda e Irazusta en Gualeguaychú; Médanos en Ibicuy; Colonia Avigdor en La Paz; 20 de Septiembre y Don Cristóbal en Nogoyá; Pueblo Bellocq, Pueblo Brugo y Tezanos Pinto en Paraná; Las Moscas, Libaros, Villa San Marcial y Rocamora en Uruguay; Antelo y Molino Doll en Victoria; Gobernador Sola, Altamirano Sur y Gobernador Echagüe en Tala; y Las Mulitas en Feliciano.

Visibilidad

“El turismo es para gente especial, que tiene la idea de descansar. Ofrecemos algo distinto. Nuestro atractivo es la tranquilidad”, dijo en diálogo con ANALISIS Eufemia Korell de Londra, la directora de la Biblioteca Popular de Irazusta, mientras cebaba unos mates de bienvenida. “Hay mucho silencio, se olvidan de todo y están en contacto con la naturaleza. El trato es familiar y personalizado porque se alojan en casas, y a muchos les gusta. La gente que está estresada se va de otra forma, o sea que es bueno para su salud también”.

Irazusta era la estación de tren de un pueblito llamado Villa Eleonora, fundado en 1911 en el corazón del departamento Gualeguaychú y bordeado por el arroyo Las Toscas. Con el correr del tiempo, el nombre de la estación pasó a ser el de la población, cuyas principales fuentes de trabajo se relacionaban con el ferrocarril y el campo. Llegó a contar con más de 1.000 habitantes de origen ruso-alemán e italiano. En 1980, según el Censo Nacional de Población, tenía 469 habitantes; en 1991, 442 y en 2001, según datos provisorios, 351. Hoy se estiman 450.

Allí, junto a Responde, se implementó el Programa Turismo en Pueblos Rurales. Teniendo en cuenta que se encuentra aproximadamente a 289 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, a 62 de Gualeguaychú, y a 80 de Paraná, se presentaba como una propuesta económicamente viable, apto para su explotación turística a partir de la historia de inmigrantes y recursos histórico-culturales derivados.

Los hijos que se iban de Irazusta a estudiar o a trabajar, dejaban habitaciones vacías que empezaron a ser acondicionadas para alojar a turistas. Se recibió capacitación de hoteleros. “Es una manera de aprovecharlas y a su vez tenemos relaciones con otra gente y otras culturas, que sirve también”, dijo Korell de Londra. “Se hacen un montón de intercambios. Y gente me ha dicho que nunca había estado en un pueblo chico. Es una posibilidad más para compartir la vivencia”.

Algunas de las actividades que se pueden realizar son andar a caballo, degustar un asado, visitar una pulpería centenaria de los Impini (en Talitas, otro pueblo); participar de talleres de cocina (torta alemana, pan casero, pastelitos criollos); talleres de huerta (siembra y trasplante); Pueblo Tour (visitando todos los puntos históricos o de interés cultural); ir al Área de descanso y recreación (para picnic, fogón y/o paseos en un pequeño bote, u observación de diversas aves acuáticas); visitar una Cabaña de cría de ovinos (que anualmente se exponen en la Feria de Palermo).

-¿Cómo fue el encuentro con Responde?
-La primera vez que vinieron fue en julio de 1999. Marcela Benítez se dio cuenta que en el país había muchísimos pueblos que estaban en riesgo de desaparecer y pensó que más que investigar tenía que hacer algo para que eso no sucediera. Mandó cartas. Acá envió una preguntando si teníamos interés de hacer algo para progresar y se le contestó que sí. Y vinieron. Lo que no nos ofrecían era dinero porque formaban una ONG que no tenía fondos. Eran voluntarios que querían hacer algo por alguien. Con el tiempo empezaron a tener socios y encontraron empresas que les ofrecían su apoyo. Así es que para Irazusta, American Express decidió colaborar para que se hicieran algunas cosas.

-¿Ven cambios desde entonces?
-Se notan porque había casas que estaban destruidas y vino gente de Buenos Aires que las compró y las está arreglando. La vista del pueblo está cambiando. Nos hace bien tener contacto con otra gente, nos conocieron. En un principio preguntaban y no sabían que existía Irazusta, en el mapa no figuraba. Entraban en la caminera para preguntar y no sabían cómo se llegaba. Ahora somos conocidos, ahora podemos decir que existimos, que nos tienen en cuenta, hemos salido en los medios, en televisión, en los diarios. Acá vino una vez el secretario de Turismo y me trajo folletos e Irazusta no figuraba en el mapa de Entre Ríos. Entonces yo le dije “lo tengo que dibujar”. Para nosotros no era lindo que sólo los pueblos grandes tuvieran valor para el Estado. En una Oficina de Turismo tienen que estar todos los pueblos. Hay cosas que por ahí uno no entiende porqué son así.

-¿Por qué se quieren quedar?
-El que se ha quedado es porque le gusta vivir así, le gusta la tranquilidad. Los jóvenes se tienen que ir por razones de trabajo, porque necesitan hacerse un porvenir. Nosotros más o menos ya estamos, los hijos están criados y se van. Lo que más me desesperó fue eso, cuando vi que mis hijos se tenían que ir porque acá no había trabajo para ellos.

-¿El campo no da trabajo?
-Sí, es una zona rural pero hay trabajo para cierta cantidad de gente. Tengo la esperanza que si se hace un buen camino pueda venir una empresa. Con que se instale una nomás, sea de lo que sea, puede cubrir esa falencia para que los jóvenes se queden. Porque el turismo hace que tengamos una entrada más pero no es para decir que se va a vivir de eso.

El buen camino

Semejante emprendimiento llamó la atención del Grupo Fierro (integrado por los paranaenses Federico García, Miximino Del Mestre y Analía Guestrin), que realizó el notable documental Irazusta, un pueblo que no quiere desaparecer, al ganar el Primer Concurso Provincial de Video en 2001, organizado por la Secretaría de Gobierno y Cultura de Entre Ríos, con el auspicio del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). El mismo fue seleccionado para participar de la sección La mirada interior del 18º Festival Internacional de Cine y Artes Visuales de Mar del Plata, llevando la historia de Irazusta a un lugar impensado.

Unos años más tarde sería Martín Caparrós quien los sorprendería con su visita y después más aún, con la presentación nacional de El interior (Planeta / Seix Barral), que los pondría en primera plana haciendo repicar su existencia. Eufemia contó que no reconoció al escritor cuando lo vio, si bien sabía que era un visitante. “Te voy a traer muchos libros”, recuerda que le dijo y ella, asombrada por la promesa, manifestó que aceptaría con todo gusto. Y él cumplió: más de 300 libros fueron donados a la Biblioteca Popular Justo José de Urquiza.

También quedó en dos carillas de su último libro, la semblanza de Irazusta aunque, por suerte, algo desactualizada. La estación de tren ya no está “desafectada”: además de que para El Gran Capitán (fruto de que los habitantes elevaran firmas para que así fuera), se está transformando en el museo del pueblo. Hace poquito la arreglaron y pintaron de verde y terracota. Y el museo estaba avanzando pero como se encuentra en refacciones la casa de la biblioteca (se le hizo techo nuevo y se está colocando cerámico en el piso), se trasladó a la Estación parte de las estanterías y los libros provisoriamente.

La biblioteca fue creada en la década del ’30, pero cuando se contactó Responde con Irazusta no funcionaba. Se reabrió en julio de 2000, tras 33 años de inactividad. “Entre un grupo de gente hicimos una comisión, cada uno llevó los libros que tenía en su casa y los de Responde nos consiguieron donaciones de otros ejemplares”, dijo la directora. El 20 de octubre obtuvo la Personería Jurídica y luego, una excelente noticia: la donación del actual edificio. Así lo relató Korell de Londra: “El señor Atilio Benedetti inició una cerealera en Irazusta, Tierra Greda, alquilando los galpones del ferrocarril donde tenía su oficina. Después se trasladó a Larroque. Esta casa la había cedido en préstamo a una persona que se fue, y entonces yo se la pedí en préstamo también porque nuestro lugarcito nos había quedado muy chico al asociarnos a la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares), que nos dio 400 libros. Y él tuvo la mejor idea de donar ese edificio de la esquina. El escribano Fabio Larrosa nos hizo la escritura y el agrimensor Rivero la mensura, todo gratuitamente”. La biblioteca del pueblo hoy cuenta con más de 4.000 libros y tres computadoras. Fue la primera en tener Internet y ofrecerla como servicio con fines educativos o de información (hoy ya hay particulares con acceso a la red por vía telefónica pues aún no hay banda ancha). “Es lo que fuimos logrando con el tiempo porque recibimos un subsidio de la provincia mensualmente para el mantenimiento de la biblioteca y la compra de libros. Y otro de la nación porque estamos adheridos a la Federación Entrerriana de Bibliotecas”, expresó Eufemia.

Otras instituciones del pueblo son la Escuela primaria Nº19 Daniel Elías (escritor entrerriano), la Escuela secundaria Nº116 Julio Irazusta (escritor e historiador, nieto del médico que fuera el primer intendente electo de Gualeguaychú, cuya esposa vendió terrenos a la compañía ferroviaria The Argentine Eastern Land Company, la cual luego los vendió en lotes a los pobladores de Villa Eleonora). La capilla Virgen de la Medalla Milagrosa; la Iglesia Congregacional San Pablo; El Club Sportivo San Martín; el Centro de Salud; la dependencia policial; la Junta de Gobierno. No todos participan de igual modo ante los proyectos que buscan la recuperación de la entidad de Irazusta, pero siempre hay una ocasión que reúne los esfuerzos impensados. Cuando se cumplieron los 90 y los 95 años de la fundación del pueblo (cuya fecha, 18 de octubre de 1911, rememora más bien la inauguración oficial de la parada del ferrocarril) se organizaron dos exitosas fiestas a las que concurrieron más de 1.000 personas.

“Nos hace falta un buen camino”, repitió la directora de la biblioteca. Es que más allá de los turistas, el Centro de Salud depende del Hospital de Larroque pues de ahí viaja el médico; y además concurren maestros, profesores y alumnos de distintos pueblos cercanos. “Ahora dicen que hay posibilidad de hacerlo pero como lo han prometido tantas veces uno está deseando que sea la última vez y que lo hagan. Nosotros pedimos hasta Larroque, Faustino Parera (pueblo a 15 km de Irazusta) que pida otro tramo, y así unimos la provincia por el centro, con Urdinarrain”. En la ruta 51 se traslada mucho tránsito pesado pues se trata de una zona cerealera muy productiva, rodeada de campos sembrados (donde hasta hace unos años se podía ver muchas cabezas de ganado). “Si el cereal da tanto para el Estado, ¿cómo no van a hacer un buen camino?” Parece una pregunta lógica pero hasta Responde recorrió todos los campos buscando firmas para llevar un petitorio a la Gobernación, incluso se lo entregaron al senador nacional Ricardo Taffarel (UCR – Entre Ríos), para que lo presentara a la Nación. La propuesta era que el impuesto inmobiliario de 10 kilómetros a la redonda, se utilizara por un año para hacer ese camino. “Todos estaban como muy de acuerdo pero no lo hicieron”.

La lagunita

Entre los objetivos del Plan de Desarrollo Turístico de los pueblos de Irazusta y Parera que Responde ha puesto en marcha con el apoyo de American Express, figura activar el área de camping y recreación, creando una laguna con aguas de vertiente, playas de arena y posibilidad de pesca en todo el año.

La laguna se formó tras el dragado del Arroyo Las Toscas. Una especie de terraplén, que contiene las crecidas, las separa. En un predio lindante se encuentra una antigua casa deshabitada pues su dueño falleció sin dejar herederos. La idea es habilitar el agua para bañarse y ofrecer una opción más tanto a los pobladores como a los turistas, dado que no hay ríos cerca. “Se empezaron las obras hace un tiempo, se hicieron algunos churrasqueros, se trató de arreglar un poquito la casa pero los fondos que tenemos son mínimos”, dijo Abel Buby Gabriel, presidente de la Junta de Gobierno. “Ahora nos está dando una mano para hacer una perforación con una bomba sumergible, ver la posibilidad de arreglar esa casa para los vestuarios. También hay que ver cómo, si se le hacen las piletas, si se le vuelca agua y se recupera con arena, cosas para las necesitamos el auxilio de un ingeniero”, expresó.

La Junta de Gobierno vendría a ser la intendencia del pueblo. Está integrada por siete personas, cinco son de la lista ganadora, y dos de la segunda lista. Administra un subsidio provincial, no cobra impuestos y tiene funcionamiento autónomo, si bien Rentas depende del municipio de Larroque.

-¿Avanzan los proyectos?
-Sí, parte de ellos ya están terminados como la recuperación de la estación, pintura y reparación de sanitarios. La otra parte la estamos haciendo a través de la Junta de Gobierno, que es muy poco por el presupuesto que tenemos. Son 4.000 pesos por mes para recolectar la basura, regar las calles, mantener la plaza, el alumbrado público; atender la parte social, ayudar a muchas veces a gente carenciada que no tiene para trasladarse al médico, comprar remedios; y 200 y pico de alumbrado público que me alcanza para reparar dos farolas por mes. Para nosotros es poco. Aprovechamos una cantidad de materiales, de señales y caños para hacer la barrera y la estamos pintando, pero todos los meses destinamos una pequeña cantidad de dinero para eso, más no podemos. Y Responde siempre nos ha dado una mano.

-¿Y qué se necesitaría para acceder a mayor presupuesto?
-Te doy un ejemplo: el pueblo Gilbert tenía una Junta de Gobierno hasta que consiguió la cantidad de habitantes necesarios para ser Municipalidad y surgió con todo. Creo que Irazusta está bien porque tenemos un colegio secundario. Parera y otros no tienen y están ahí. Eso te da vida, aunque no sea importante comercialmente. Por día vienen profesores de Larroque, Urdinarrain, Gualeguaychú. Algunas familias vinieron para acompañar a los chicos, o alquilaron una casita para un grupito de alumnos. Le da importancia a Irazusta para que no se quede en la nada. Antes una casa se hacía cada tanto tiempo. Ahora hay cinco o seis construcciones que se están reparando, remodelando o haciendo nueva, es importante.

-La ruta parece ser un tema candente.
-Hay una gran esperanza de que se asfalte. El cuento político dice que tendría que estar asfaltada entre el 2000 y el 2010. Hace años salimos a achicar los tiempos. Se habló de que el gobierno provincial tenía que hacer la autopista Ceibas- Gualeguaychú, y bueno...

-Entonces ¿hay una razón política para no haberla hecho?
-La promesa es que tiene que estar en ese tiempo, pero nosotros queríamos acortarlo. Ahora dicen que este año estaría todo el presupuesto para estar trabajando en 2008, y esperamos que a los términos que se hablaba esté terminada.

-Sería muy beneficioso.
-Sí, porque sería para Larroque, nosotros, Parera, Britos, Urdinarrain. Descongestionaría la ruta 14, ahora en relación al puente Rosario-Victoria. Sería muy interesante. Nos aseguraría la movilidad. Y quizá dé la posibilidad de un parque industrial en Larroque o en Urdinarrain. Siendo aquí más baratas las propiedades, que importa hacer 13 kilómetros si en Buenos Aires hacen horas para llegar a su trabajo. Hasta, a lo mejor, los chicos de la facultad podrían vivir acá y trasladarse.

-¿Cómo se figuran los próximos años?
-Queremos seguir adelante, siempre estamos esperando una fuente de trabajo. Alrededor hay muchos criaderos de pollo y eso da vida. Los tambos también. Esperamos tener algo del pueblo. Por intermedio de la Provincia y del Plan de Jefes y Jefas conseguimos un emprendimiento de un horno de ladrillo. Con 12.000 pesos armamos un galpón en un terreno, y lentamente va marchando pero necesitamos más trabajo. Pienso que con la ruta puede haber. También hay gente que se dedica a la cría de lanares de raza y le da un poco de renombre al pueblo. Nosotros trabajamos a pulmón y con la ayuda de Responde. Tenemos el Centro de Salud, la Cooperativa de agua potable, con la seguridad de que se le hacen los análisis regularmente. Está el club con un buen local para un cumpleaños o un baile, la escuela también tiene su salón. Nuestros problemas principales son tener la ruta y el polideportivo, en eso estamos trabajando.

Labor mancomunada

La semana pasada estuvo en Urdinarrain el licenciado Demián Handl, encargado de llevar adelante la planificación turística de las localidades de Irazusta y Parera que integrarían un corredor turístico. Handl explicó a este semanario cómo es la relación entre los lugareños y Responde: “Los habitantes de las localidades trabajan conjuntamente con el proyecto. Son los responsables de movilizar a los demás que estén interesados. Se les dan tareas a desarrollar, como seguimiento de proyectos, conseguir información. Además son los principales prestadores de servicios como gastronomía, guías, hospedaje y atención al turista. En cuanto a la respuesta, la misma crece y decrece dependiendo del estado de ánimo y del desarrollo del proyecto. Al principio es un mundo nuevo, luego se van a adaptando quedando sólo los más interesados. Igualmente como el turismo es una actividad que influye a los actores directos (prestadores de servicios y otros), también se encuentran los prestadores indirectos (kiosqueros, almacenes, otros), todos se encuentran implicados de alguna manera”.

La intervención comunitaria que realiza Responde implica una toma de conciencia de la población local sobre los cambios que han de producirse, un liderazgo local en la gestión de las actividades de concreción del proyecto, y la capacitación otorgada por la ONG en los temas que requieren de conocimientos específicos. Esto implica necesariamente, como consecuencia, un cambio de actitud social en la población local basado en la aparición de iniciativa propia y la capacidad de gestión autónoma.

Por otro lado, la estructura por etapas del Plan de Desarrollo que se presenta implica un cumplimiento, en cada fase, de la etapa anterior, lo que supone una efectividad que va más allá del mero cumplimiento de plazos, y que se construye sobre los logros de cada fase. Se destaca que incluso con posterioridad a este proceso, la Asociación realiza un seguimiento y control de los resultados del proyecto, y eventualmente el reforzamiento de algún aspecto si una situación particular así lo requiriese.

El proyecto apunta a crear una estructura de turismo vinculada al patrimonio histórico, cultural, originando a pequeña escala un sistema de formación de riqueza orientado por Responde a beneficiar a la población local mediante la generación de trabajo genuino para los habitantes locales. “Los lazos que crea un sistema de trabajo derivado de cualquier forma de servicio integrado al mercado (en este caso, turístico) son más fuertes y estables que aquellos derivados de un sistema de asistencia social, y externos al mercado”. La explotación principal como recurso turístico a cargo de una organización comunitaria creada por los propios habitantes del pueblo, con un interés no solo de tipo económico sino vinculado directamente a la identificación con el lugar de pertenencia, crea las condiciones de un marco de continuidad y calidad de gestión en el desarrollo del servicio turístico, que también será posteriormente monitoreado por la Asociación Responde. “El interés y la buena voluntad que existe de parte de las autoridades de la Junta de Gobierno por llevar adelante la recuperación de Irazusta y explotar los recursos que ésta contiene para su propio mejoramiento, genera un marco político favorable al desarrollo de la propuesta, que, como es sabido, es decisivo a la hora de llevar adelante iniciativas como la que se presenta”.

En octubre del año pasado la iniciativa y los logros de Responde merecieron el Premio 2006 al “Emprendedor Social del Año”, que entrega la Fundación Schwab y el diario El Cronista Comercial. A partir de este reconocimiento, Benítez se integraría al networking de Schwab y representaría a la Argentina en una serie de encuetros de emprendedores de todo el mundo, lo cual permitiría contactarse con donantes de la talla de Bill Gates.

Mientras, se está conformando el circuito turístico Pueblos del Sur Entrerriano, un proyecto de integración regional con la gran puerta de entrada de Gualeguaychú, la ciudad del Carnaval del País, en base a su reconocimiento internacional y al desarrollo que adquirió como destino.

La oferta se basa en la impronta de los inmigrantes que llegaron a la región y que han dejado un patrimonio tangible e intangible que se revive y da testimonio de usos y costumbres. “Estas características alcanzan su esplendor en las Aldeas Alemanas del Volga: San Antonio, San Juan y Santa Celia; que han sabido perpetuar sus orígenes en la gastronomía, la arquitectura, la danza, la lengua y la fe”.

La misma puesta en valor fue realizada por Urdinarrain y Larroque, constituyendo un paseo por la memoria que, con las vías del ferrocarril y sus estaciones, “va trazando un paisaje de verdes y recuerdos de otros tiempos, en donde la vida se desplazaba más lenta y tranquila, con otros códigos”.

Ambas ciudades registran varios eventos y una activa vida cultural, una mezcla equilibrada entre el descanso y las actividades recreativas. “Pero la verdadera paz de la campiña entrerriana, esa confluencia tranquila de montes, pájaros y atardeceres para recordar, puede hallarse en Talitas, Irazusta o Parera, en donde compartir la casa con las familias del lugar se ha vuelto un rito”.

Más info: www.responde.org.ar - www.urdi.com.ar - www.trenesdellitoral.com.ar.