¿Qué piensan los kirchneristas entrerrianos de sus compañeros kirchneristas entrerrianos? En una situación inusual, desconocida para la política local, agrupaciones que ayer nomás coexistían en el peronismo y hoy compiten por la pertenencia al riñón del kirchnerismo entraron en una disputa sin cuartel. La “guerra” desatada muestra un peronismo en franco proceso de autodestrucción, caracterizado por la aparición (aunque parezca mentira) de muchas verdades bien ocultas hasta ayer, que los ciudadanos, en este caso los lectores, pueden gozar. He aquí las entrañas del poder más poderoso de Entre Ríos, según los ojos de ese mismo poder.

Daniel Tirso Fiorotto
Especial para ANÁLISIS

Analizar lo que ocurre en el peronismo de Entre Ríos no es ocioso: se está frente al sector más poderoso, y por lejos, de las últimas tres décadas. Ayer 90 % menemista, hoy 90 % kirchnerista, y principalmente bajo los designios del tres veces gobernador Jorge Busti (dos veces intendente de Concordia, senador y diputado nacional, etc.), el peronismo rinde pruebas a diario del colapso partidario generado por las ambiciones sectoriales. Aquí se brinda un resumen de la visión que los más destacados kirchneristas de Entre Ríos tienen de sus propios “compañeros” kirchneristas.

Hay que decir, de entrada, que el gobernador Jorge Busti dijo y reiteró en las últimas semanas que los intendentes peronistas (mayoría kirchneristas) de las principales ciudades de Entre Ríos son un verdadero fracaso. Si los cuestionamientos de Busti a Juan Carlos Cresto de Concordia, Julio Solanas de Paraná, Daniel Irigoyen y Emilio Martínez Garbino de Gualeguaychú, José Jodor de Gualeguay, todos peronistas, fueran veraces, se estaría ante el fiasco más estrepitoso que pudiera imaginarse en el peronismo, y denunciado por el peronista más conocido y poderoso: Jorge Busti.

Lo raro del caso es que los intendentes peronistas más poderosos, léase los de Paraná, Concordia, Gualeguaychú, La Paz, Villaguay, Gualeguay, Colón, todos contestes en su kirchnerismo, aseguran en general que Busti y su superministro y candidato a gobernador kirchnerista Sergio Urribarri son sinónimos de doble discurso, apriete, corrupción, impunidad y falta de proyecto.

Pues bien, en caso de que los dos sectores tuvieran razón se estaría frente a una verdadera hecatombe. ¿Está Entre Ríos en una hecatombe, oculta en un contexto nacional e internacional inmejorable?

A confesión de parte…

El gobernador Jorge Busti se expresó así sobre los tres intendentes peronistas y kirchneristas de las ciudades más grandes de la provincia: “El municipio de Paraná destina el 82 % de los recursos de los vecinos en pago de sueldos; el de Concordia el 72 %, mientras que la provincia sólo el 51%. No sé cuánto destina el de Gualeguaychú, pero he visto lo del Tribunal de Cuentas, que ha observado un faltante cercano a los tres millones de pesos y que ha detectado anomalías desde que el municipio estaba conducido por Emilio Martínez Garbino”.

Luego añadió: “Si analizamos la provincia desde el contexto nacional está entre las 12 que menos presión impositiva tienen; lo que pasa que al incorporar los municipios fundamentalmente Paraná, Concordia y Gualeguaychú (con tres intendentes kirchneristas) nosotros pasamos a ser de los primeros de presión impositiva por el aumento de tasas en Paraná, en Concordia y Gualeguaychú, las que son muy altas”.

Acusó de nepotista y valet al intendente de Paraná, Julio Solanas, y su superministro y candidato a gobernador Sergio Urribarri señaló “lo desastroso de la gestión en la intendencia de Paraná… Esta gente debería explicar cómo quienes han gobernado tan mal en una ciudad pródiga de recursos como Paraná podrían gobernar bien una provincia”.

Respeto del intendente de Concordia, Juan Carlos Cresto, el gobernador Busti dijo: “el señor Cresto lo que trata de tapar es su ineptitud como intendente de Concordia para cumplir con los mínimos servicios que necesitan los concordienses… el ciento por ciento de la obra pública es efectuado por los Gobiernos provincial y nacional y los mínimos servicios de bacheo y limpieza, que debe realizar la municipalidad, no se hacen… Revise señor Cresto cuántos votos he sacado yo en cada candidatura y cuántos ha sacado usted”, lo desafió.

El gobernador le reprochó a Cresto haber votado una ley 8706, que reducía la planta de empleados públicos, durante el gobierno peronista de Mario Moine. El recuerdo selectivo dejó mal parados al secretario de la Producción, Daniel Welschen, al intendente y candidato bustista de Nogoyá, Faustino Schiavoni, y a otra media docena de candidatos peronistas actuales que también votaron aquella ley peronista.

El ministro de licencia Sergio Urribarri agregó contra Cresto que “no resiste el archivo, pero no el de hace tres años, sino el de hace unos meses”. El ministro provincial y candidato a intendente por Concordia por el bustismo, Gustavo Bordet, dijo del gobierno peronista local: “Concordia está despertando de este letargo en que estuvo sumido durante estos tres años por no tener una buena coordinación y acompañamiento del Municipio con las políticas sociales nacionales y provinciales. Por eso necesitamos cambiar el 18, para que la provincia con la conducción política de Jorge Busti, con la gobernación de Sergio Urribarri y aquí en Concordia con los concejales que me acompañan podamos despegar la ciudad. Los concordienses saben y son conscientes que esta lista le devolverá la vida a Concordia, incluirá a todos los sectores, haciendo una Concordia democrática, participativa y abierta dejando de lado los modelos autoritarios y unipersonales”. En otras palabras, acusó a los Cresto de autoritarios.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)