Claudio Cañete

Hoy a las 20.30 en el Museo Histórico Provincial Martiniano Leguizamón quedará inaugurada la Sala de la Confederación, una muestra temática permanente que reflejará los años del proyecto político y constitucional del general Justo José de Urquiza, con capital en Paraná desde 1854 hasta 1861. Daguerrotipos, muebles de época, documentos, medallas y objetos personales del vencedor de Caseros se podrán ver en este museo del microcentro paranaense.

“El hecho marca la concreción de un largo anhelo por parte de todo el personal del Museo Histórico Provincial Martiniano Leguizamón. La sala temática presentará, en forma permanente, verdaderas joyas históricas de la época del general Urquiza y de que Paraná fuera capital de la república”, comentó María Mathieu, directora de este museo, en diálogo con ANALISIS. Agregó que “la sala será la muestra de un concepto más integrador en museología a la hora de instalar y presentar una muestra permanente. De esta forma, documentos en papel, escudos, medallas, objetos personales de Urquiza, muebles de época, estarán a la vista del público para ilustrar una brillante etapa de la historia argentina y de Entre Ríos”.

Este emprendimiento será la puesta en marcha del concepto de Conservación Preventiva, una idea que elimina los compartimentos estancos que toda muestra pueda presentar para armar un relato integrado, con todas las piezas, donde cada una de ellas es importante. Por eso se podrá ver, presentado en forma didáctica: vestimentas, monedas, armas, documentos, medallas, litografías, daguerrotipos y fotos del primer presidente constitucional de la Argentina, entre otras “joyas históricas”. Esto permitirá entender el todo desde sus partes.

“La Sala de la Confederación es un anhelo de larga data que por fin se concreta. Tengo que destacar el trabajo mancomunado, la responsabilidad y la conciencia histórica de todo el personal del museo, que está a mi cargo. Nos llevó un gran esfuerzo”, agregó la funcionaria.

La muestra permitirá acceder, entre otras cosas, a los invalorables restos de la residencia particular que el general Justo José de Urquiza tuvo en Paraná, en la esquina de Monte Caseros y 25 de Mayo. También un anillo de oro que el Papa le regaló en aquellos años de la Confederación Argentina y una serie de escudos que estuvieron en el recinto de la Convención Constituyente.

“Este hecho tiene un gran significado, ya que se expondrán desde una concepción diferente, la de Conservación Preventiva, piezas de innegable valor relacionadas con la etapa cuyo nombre ostenta, lo que servirá para presentar al mundo aspectos poco conocidos de aquellos años en que Paraná se convirtiera en punto de referencia ineludible para la vida política, social y cultural de nuestro país”, informó Mathieu.

¿Qué fue la Confederación Argentina?

Confederación Argentina, denominación de derecho que recibió Argentina desde 1853 hasta 1862, aun cuando dicho territorio se comportó de hecho como si de una confederación se tratara ya desde 1835.

La preocupación por la organización de las Provincias Unidas del Río de la Plata se remonta a la denominada Carta de la Hacienda de Figueroa, documento elaborado por el gobernador general Juan Manuel de Rosas, en una hacienda en San Andrés de Giles (localidad de la provincia de Buenos Aires) el 20 de diciembre de 1834. En ella, Rosas explicaba la necesidad de esperar a que estuvieran dadas las condiciones para que el país pudiera organizarse y constituirse bajo un régimen federal de gobierno. La carta, que debía ser trasladada al interior por el caudillo federal Juan Facundo Quiroga para solucionar un conflicto entre provincias, no llegó a destino por el asesinato de éste, ya en 1835, en Barranca Yaco.

La muerte de Quiroga rubricó la postergación de esa organización y, desde ese momento, el país vivió una Confederación de hecho, con espíritu federal, desplazando a los unitarios de la escena política, sobre todo a partir del segundo gobierno de Rosas (que comenzó en 1835 y se prolongó por 17 años). La actitud conservadora del gobierno fue desarrollando una unidad nacional y creando un gobierno nacional en la práctica. Cuando el gobierno de Rosas se volvió inefectivo y sufrió la oposición del interior y del litoral, el general Justo José de Urquiza lo venció en la Batalla de Caseros (actual estación de El Palomar), librada el 3 de febrero de 1852, con la ayuda de unitarios, liberales y federales, además de las tropas de Uruguay y de Brasil.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)