Marcelo Comas
Por estos días se cobija bajo la cálida compañía de sus familiares, lo cual no quiere decir que su actividad haya mermado, ni mucho menos. Es que la lamentable noticia del fallecimiento de su abuelo, Alberto Jozami, la obligó a suspender la última parte de la gira por México, donde consiguió resultados óptimos y por momentos se evidenció un crecimiento notable en el rendimiento de la tenista nacida en las entrañas del Club de Tenis Urquiza. Es el lugar en el mundo de Betina Jozami, quizás el proyecto más interesante que ha entregado el deporte blanco en Entre Ríos. Aún con la tristeza a cuestas, Beti saca fuerzas para emprender su regreso al circuito, sabiendo que su nivel ha mejorado respecto a temporadas pasadas. El mismo que le permitió ganar una serie de torneos en la tierra de la comidas picantes y del Chavo del 8, y de golpe ascender en el ranking de la WTA, lo cual le permite avizorar un futuro promisorio sin dejar de lado que a sus jóvenes 18 años tiene mucho camino por recorrer.
Nadie duda de la capacidad de Betina Jozami como tenista y en particular como deportista afianzada en el circuito internacional. Si bien le falta pegar el gran salto en lo que respecta a su inserción al ranking dentro de las 100 mejores, es obvio el crecimiento que ha evidenciado durante 2006 y todavía queda mucho camino por recorrer. Después de una gran campaña en México, donde se alzó con tres títulos de singles y dos en dobles, la paranaense decidió regresar hace unos días a su ciudad natal a causa de la muerte de su abuelo (NdR: Alberto Jozami, uno de los grandes basquetbolistas que entregó la capital entrerriana). El parate le vino bien para encontrarse con los suyos, descansar luego del trajín que significó hacerle frente a torneos en los cuales se mide frente a rivales de menor valía, pero que le proponen juegos extenuantes y en muchos casos la han llevado a esforzarse al máximo de sus posibilidades. En esta charla, Betina se muestra más predispuesta al diálogo, sin medias tintas, y quizás sin la timidez que la caracterizaba en sus comienzos, dado que le costaba enfrentar a los insistentes hombres de la prensa. Al cabo del segundo entrenamiento desde que se instaló en la capital provincial, la representante del Club de Tenis Urquiza contó innumerables anécdotas de su paso por México y el hecho de tener transitoriamente nuevo entrenador, Juan Carlos Santiago, que le refrescó nuevos conceptos y pulió detalles de su saque.
-De nuevo en Paraná luego de exitoso raíd por México, donde lograste encadenar una racha de triunfos sumamente positiva.
-Me fue bastante bien porque subí muchos puestos en el ranking, ya que de estar 480 escalé hasta el lugar 310, así que se puede decir que el balance es positivo. En los últimos se puede decir que aflojé un poco, no a propósito, sino que fue sin querer, jugué mal y en muchos casos mis rivales me superaron. Y del último certamen me tuve que volver porque falleció mi abuelo, entonces quería estar en mi casa, y toda esa semana estuve sin jugar en Paraná. Comencé el lunes a jugar, entrené de nuevo el martes, lo mismo el miércoles y hoy estoy partiendo para participar de un torneo en Bolivia, tres en México y el restante en Estados Unidos.
-¿Evidenciás un crecimiento en lo que respecta a tu carrera deportiva, sabiendo que has “sorprendido” de buena manera con los últimos resultados logrados en México y el notable ascenso en el ranking de la WTA?
-La verdad que sí, porque ganar los torneos a principio de año es como que me otorgó más confianza y ya te empieza a salir todo, vas creciendo, y ahora gané tres torneos. Espero que en la gira que se avecina ocurra algo similar, pero este año he crecido bastante, porque el año pasado estuve seis meses sin jugar, entonces los torneos que jugué fueron los menos, eso quiere decir que no tuve mucha competencia. Pero ahora todo eso ha cambiado; mientras más compitas, más timming agarrás.
-¿Por qué tuviste ese parate tan prolongado en 2005?
-La primera razón de la inactividad fue que me surgió un problema en los pies y en principio los médicos me dijeron que no haga nada por un mes y medio.
-¿Qué dolencia te afectaba?
-Yo tengo pie plano y me empezó a doler un poco el dedo gordo. Me mandaron a hacer reposo y solamente podía trotar, pero exigirme mucho casi nada. Después me operé de los cornetes –ubicados en el tabique nasal- porque me ingresa poco aire por las fosas nasales. De este modo, me tuve que intervenir quirúrgicamente, además de extraerme las amígdalas, y eso me deparó un mes y medio más de ausencia. Y el último “contratiempo” fue el viaje a Bariloche con mis compañeras: en total fueron 15 días. De acá que volvés, te recuperás y entrenás pasan muchos días de ocio. Sí entrené durante esos seis meses, pero no tuve competencias, puesto que surgieron recién a fin de año y con poca intensidad.
-¿Hubo un cambio en la preparación? ¿Por lo que aprecio tenés nuevo entrenador?
-No, ahora estoy con Juan Carlos Santiago, porque Alejandro Rudi se fue a México con unas chicas de allá. Y en relación a esto último, estuve viendo los últimos torneos de ese país y por lo visto seguimos muy bien, nada más que ahora está con ellas. Vamos a ver qué pasa, capaz que vuelve o no, pero yo estaba bien con él, no pasó nada.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
