D. E.

La Justicia entrerriana condenó recientemente al ex funcionario Oscar Horacio Mori a pagar una suma millonaria al Estado provincial, al comprobarse que en 1996 pagó un sobreprecio de 650.000 pesos/dólares por la compra del helicóptero Bell Ranger para la Policía de Entre Ríos. Sin embargo, en la actualidad, Mori no tiene nada a su nombre: ni bienes, ni cuentas bancarias, según comprobó ANALISIS. El último bien de que disponía, un coqueto departamento en calle Etchevehere, valuado en 700.000 pesos aproximadamente, lo transfirió a un allegado familiar de su ex esposa para lo cual consiguió el aval de la fiscal de Estado, Claudia Mizawak, quien hizo lugar al pedido de levantamiento de embargo del “nuevo comprador”. Mientras tanto, ningún organismo de control le pudo comprobar -aunque se desconoce en verdad hasta dónde se ocuparon de averiguar- sus vinculaciones con las firmas cercanas al empresario Claudio Tórtul, titular de El Guardián, al igual que a Luis Rabuffetti o Daniel Carbonell.

A fines de julio, la jueza Civil y Comercial Número 7 de Paraná, Gabriela Mastaglia, condenó al ex funcionario bustista Oscar Horacio Mori a pagar una suma millonaria al Estado entrerriano y a los abogados y peritos que participaron del juicio, en la causa por las irregularidades cometidas en la compra del helicóptero Bell Ranger, que la Policía de Entre Ríos adquirió a principios de 1996. El ex secretario de Reforma del Estado y Control de Gestión podrá apelar tal decisión judicial, donde fue sentenciado por abonar un sobreprecio de casi 650.000 pesos/dólares a inicios de la segunda gestión de Jorge Busti. La máquina se pagó en 1.785.000 dólares, cuando en el mercado aeronáutico estaba valuada en no más de un millón y Mori fue quien llevó adelante toda la operación. El ex funcionario tendrá que abonar 645.969,93 pesos más los intereses desde que se hizo el contrato de compra, en 1996 (serían cerca de 387.525 pesos) y un total de 397.040 pesos de honorarios, según se desprende de la sentencia. La denuncia civil había sido iniciada a fines de 1999 -cuando estaba finalizando el anterior gobierno del PJ- por el fiscal de Estado adjunto, Víctor Berta, tras una orden del gobernador Jorge Busti.

En los últimos años -ante el embargo que había dispuesto en 2004 la jueza Mastaglia, por 650.000 pesos, por la causa del helicóptero- o la inminente condena por las irregularidades en el manejo de dos Aportes del Tesoro Nacional (ATN) por casi un millón de pesos -tal como sucedió-, Mori decidió desprenderse de todos sus bienes. El ex cajero bustista no tiene propiedades, ni automóviles, ni cuentas bancarias ni participación en sociedades, aunque no pocos desconocen que maneja varias empresas desde detrás de bambalinas, sin necesidad de figurar en ninguna de ellas. “Para eso están los amigos”, suele comentar. En la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se siguen muy de cerca los movimientos del denominado “Grupo Tórtul”, de los hermanos Claudio y Marcelo Tórtul, estrechamente ligados a Mori, como así también de Luis Rabuffetti y Daniel Carbonell.

“El verdadero mentor de las empresas en las que ellos figuran como dueños, es el Pacha Mori”, indican los más sabedores de los negocios-negociados que hace cada uno de ellos, tras mantener reuniones semanales con el cuestionado ex funcionario. Los datos indican que existen, más de 10 empresas que giran alrededor de tales personas y otras más en el exterior. Uno de los casos denunciados por este semanario en 2004 fue el de Cadesa Export Sociedad Anónima, con sede en Capital Federal, en la que participaban Carbonell y Juan José Colliard. Estas dos últimas personas integraban la empresa Carryson, que en el anterior gobierno de Jorge Busti estaba ligada al frustrado negocio del control vehicular y que manejaba el ex secretario de Reforma del Estado y Control de Gestión, Oscar Horacio Mori. Pero también hay que agregarle grandes extensiones de tierras compradas en San Juan -con una inversión de más de dos millones de pesos-, donde tiene sede Alfalfares de San Juan -creada en 2005, donde Rabuffetti es el presidente y el vice es Carbonell- o la firma Forestal Cinco, con sede en la provincia de Chaco, que pasó a manos de la gente de El Guardián.

De hecho, sus últimas iniciativas comerciales “pequeñas” conocidas de Mori, como las de Café Bugatti, por ejemplo o la concesión del comedor del Club Náutico se encuentran a nombre de su actual mujer, Sandra Alles, desde octubre de 2004. Mientras tanto, la coqueta vivienda americana donde reside, en la zona de la Toma Vieja, pertenece a Emprendimientos Sociedad Anónima, una empresa en total extinción después de declararse en quiebra, de la que junto a Mori participaba el otro cuestionado empresario y abogado Héctor Krochik, ligado al vaciamiento del hoy ex Banco Cooperativo del Este (BCE) y actualmente residiendo en Punta del Este.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)