Qué boquita, señor gobernador
Sabido es que las apariciones públicas del ex gobernador Sergio Montiel son escasas desde que dejó la Casa de Gobierno el 11 de diciembre de 2003, para evitar escándalos, la presencia de los medios y el escrache público. En los últimos dos años y medio se ha limitado a participar de algunos actos políticos pequeños en el interior y a dar “paseos” por los tribunales cada vez que algún juez lo requirió. Sin embargo, en el último tiempo ha vuelto a la escena, con algunas polémicas apariciones televisivas. Pero días atrás tuvo un encontronazo con dos dirigentes de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) que circunstancialmente caminaban por la zona del Centro Cívico.
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Gauchito el senador
Los últimos días no fueron de los más tranquilos que haya tenido el senador provincial Hugo Berthet (PJ-San Salvador), sobre todo después del estruendo político que generó su acto político en el Club Talleres de Paraná, en el que juntó a una gran cantidad de dirigentes que manifestaron su adhesión a la continuidad del proyecto bustista, pero su rechazo a la figura del ministro de Gobierno, Justicia y Educación, Sergio Urribarri, como candidato a gobernador. De eso, y de las consecuencias que había desencadenado hablaba el senador en una entrevista cuando, sorpresivamente, reconoció su devoción por el Gauchito Gil. “Todos los meses voy a Mercedes, en la provincia de Corrientes, para visitar el santuario.
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¿Será diputado o será periodista?
La mayoría de los trabajadores de prensa locales que pretendió cubrir el Torneo Súper 4 Santa Fe de básquet que se disputó el último fin de semana en la vecina orilla recibió la negativa a su pedido de acreditación con una nota vía correo electrónico que decía, más o menos, lo siguiente: “Estimado periodista, por intermedio de la presente le informamos que vuestra solicitud de acreditación no ha sido aceptada. Esperamos sepa disculpar los inconvenientes que esta decisión pueda causarle…”. A pesar de lo amable, la carta provocó enojo y malestar en varios reporteros, sobre todo cuando al llegar al estadio de Unión -en el que se disputaba el torneo que presentaba a la Selección Argentina como principal atracción-, y después de pagar rigurosamente los 70 pesos que costaba la entrada general, se encontraron con algunos personajes ajenos a la profesión con sus credenciales colgadas del cuello.
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Cuestionado y exceptuado
La Ley Número 7.413 de Incompatibilidad establece que una persona no puede ostentar dos empleos con funcionen en la administración pública nacional, provincial o municipal y bajo órdenes directa de esta, percibiendo dos sueldos. Sin embargo, el gobierno entrerriano apeló a una interpretación que la Fiscalía de Estado hizo del artículo 18 de la Constitución provincial y emitió un decreto por el cual se exceptuó del cumplimiento de dicha norma al director del Hospital Liniers de Rosario del Tala y a la vez médico con el grado de subcomisario en la Escuela de Suboficiales General Francisco Ramírez, Carlos Alberto Buyatti. Se trata del mismo profesional que en abril pasado tuvo un altercado con el condenado ex senador provincial Mario Yedro (PJ-Concordia), que incluso llegó hasta a golpear al profesional luego de efectuarle una serie de duras recriminaciones.
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Padres orgullosos y otras yerbas
Cada acto de graduación de nuevos abogados y procuradores de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) cuenta con la presencia de figuras estelares de la Justicia entrerriana, ya que muchos magistrados y reconocidos abogados son a la vez docentes en dicha casa de estudios. Por eso, no sorprendió ver entre el público al vocal del Superior Tribunal de Justicia, Juan Carlos Ardoy, sentado en la primera fila. Más inadvertido pasó el senador provincial Luis Luna (UCR-Federal), que obtuviera un recordado reconocimiento cuando decidió encadenarse a su banca en reclamo de una solución a un conflicto desatado en Conscripto Bernardi por el recuento irregular de votos en la elección para elegir al intendente. Sin embargo, en este caso no fueron ellos las figuras estelares de la noche, sino sus hijos, que ese día recibieron sus diplomas de abogados.
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