Hugo Remedi
En entrevista con ANALISIS, el director provincial de Trabajo, Oscar Balla, dijo que los empleados en negro en Entre Ríos alcanzan la escalofriante cifra del 45 por ciento, algo menos que a nivel nacional. Garantizó que no tienen denuncias respecto del trabajo infantil pero que han detectado algunos casos y que la mano de obra de la mujer no es más barata que la del hombre. Advirtió que el mayor porcentaje de trabajadores sin registrar se da en la citricultura, seguido de la construcción, y que el índice más elevado de accidentes se registra en los aserraderos. Reconoció que en general los empresarios extorsionan con el tema de la desocupación y que tienen problemas con los supermercados chinos porque estos están acostumbrados a trabajar al margen de la ley. Aclaró que los reclamos que en mayor medida reciben a diario son por aumento salarial, porque a los trabajadores no les pagan de acuerdo a la escala correspondiente y porque trabajan más horas de las que la patronal hace figurar en los recibos. Finalmente, aseguró que la gente tenía miedo de denunciar pero que hoy lo está perdiendo y reconoció que mucho tiene que ver en ese sentido la actividad sindical.
-¿Qué masa de trabajadores en negro tiene Entre Ríos?
-Números concretamente no tenemos, pero estamos hablando de que hay un porcentaje en el país de aproximadamente un 45 por ciento y Entre Ríos no escapa a eso. Cuando nos hicimos cargo de la Dirección, en esta gestión del doctor Busti, estábamos por arriba del 50 por ciento y hemos logrado disminuirla. Y también hemos atacado aquellos lugares donde más trabajadores sin registrar había, como es el caso de la citricultura, donde llegaba hasta el 60 por ciento y, a consecuencia de nuestro trabajo junto con el Ministerio de Trabajo, se logró que de ese porcentaje el 30 por ciento fuera inscripto.
-El mayor porcentaje de trabajadores en negro, además de la citricultura, ¿se da en la construcción?
-Sí, en la construcción, pero sobre todo en la parte de la madera, en aserraderos hay una importante cantidad de trabajadores sin inscribir.
-¿El 45 por ciento es realmente una cifra enorme?
-Claro, es una cifra muy alta. Pero éste es el porcentaje a nivel nacional, te reitero.
-Pero al que no escapa Entre Ríos también dijiste...
-Sí, sí.
-Tamaña irregularidad ¿con qué tiene que ver fundamentalmente? ¿Hay una legislación demasiado permeable?
-No, lo que pasa es que acá hubo un período, sobre todo en los años 2001, 2002, donde por ahí en una de esas no había reclamos por parte de las entidades sindicales porque lo único que buscaban era que no cerrara la fuente de trabajo. Entonces, no había un control de nada. Por ejemplo, nosotros estuvimos en la zona de Chajarí, donde nos voltearon una camioneta y hacía prácticamente cuatro años que no iba un inspector a fiscalizar este tema...
-Tierra de nadie.
-Claro, eso permitió que cada uno hiciera lo que quisiera y que como consecuencia el trabajador quedara muy desprotegido. Recién ahora, de a poquito se está avanzando en esto de ejercer un control. En el tema de la construcción tenemos que estar constantemente controlando porque es el lugar donde se ocupan muchos trabajadores y es el lugar donde realmente las empresas, en general, no los tienen registrados.
-¿Qué porcentajes de trabajadores en negro, por ejemplo, tienen los países del primer mundo?
-En los países del primer mundo ellos están hablando de un porcentaje de un dígito.
-¿En qué ayudó la puesta en vigencia de la Ley contra la Violencia Laboral?
-Ayudó a que por allí, si bien el trabajador podía expresarse, hoy le permite que después de hacer una presentación ante esta Dirección, obliga al que supuestamente ha ejercido la violencia a que venga a sentarse con él o ella para dar explicaciones. Y, a su vez, también, dentro de la legislación, nos permite a nosotros acreditar testigos del lugar de trabajo y entonces podemos citarlos para tratar de corroborar a que manifiesten lo que ha acontecido o han visto. Además, nos permite a nosotros mandar un inspector para verificar si lo que está diciendo el trabajador es real, o buscar información que nos sirva para agregar durante el proceso.
-¿Cuáles son las principales quejas que reciben a diario?
-Por aumento salarial, porque no pagan de acuerdo a la escala correspondiente y porque trabajan más horas de las que se declaran en los recibos de haberes, esto es lo que más se denuncia a diario. Y bueno, a veces también se acercan por temas relacionados con despidos, por lo cual vienen acá, hacen la presentación correspondiente y entonces nosotros citamos a la empresa y por lo general se llega a un acuerdo en una audiencia y le pagan lo que corresponde en concepto de indemnización.
-¿Se denuncia algún tipo de acoso?
-Con respecto a violencia laboral hemos recibido denuncias pero no en cuanto a acoso, sí todo lo que sea maltrato por ejemplo. Se recibió por allí una denuncia de una empleada a quien se le hizo referencia, según dijo, a que debía usar polleritas más cortas, pero por ahora más de eso no.
-¿Qué porcentaje de estas denuncias termina en juicio?
-Esta ley es muy reciente y recién estamos tramitando los primeros casos. Te diría que en dos o tres casos en los que estamos actuando hemos tomado todos los recaudos necesarios y uno de esos sumarios va a terminar en juicio. Naturalmente, lo sigue en este caso la denunciante, porque nosotros hicimos todo un relevamiento, llamamos a todas las partes y bueno, no hay algo demostrado como para que podamos responsabilizar a la parte acusada.
(Más información en la edición del 7 de junio de 2006 de ANALISIS)
