Silvio Méndez
Convocado por la asociación ambientalista A Ñangarecó Nderejhé y Los Baqueanos del Río, se realizó el fin de semana una excursión y charla sobre el legado de la cultura chaná. Fue en el Islote Municipal y estuvo a cargo de Blas Jaime, uno de los últimos descendientes de estos nativos que supieron habitar las orillas del Paraná medio antes de la conquista española. Esta interesante iniciativa, que combinó un viaje por la costa y el contacto con las tradiciones de los habitantes del río, resultó un fascinante acercamiento a la historia de un pueblo aguerrido, de costumbres rudas, con férreas y rigurosas normas de conducta social, pero con una particular sabiduría, propia de una vida en íntima relación con la naturaleza ribereña.
A tan sólo 10 minutos de viaje en lancha desde la costanera de Paraná, se abre un mundo muchas veces desconocido para los habitantes de la ciudad. Más aún para los turistas errantes que bien pueden tener una interesante opción en su paseo.
De la mano de los Baqueanos de Río, que organiza excursiones por la costa, y la entidad ecologista A Ñangarecó Nderejhé, que sostiene el Museo Islero El Biguá en el Islote Municipal, se puede emprender una travesía de experiencia y aproximación a la vida ribereña. En post de incentivar y dar a conocer esta alternativa, el fin de semana pasado se organizó una actividad que contó con la participación de Blas Jaime, descendiente del pueblo aborigen chaná, que brindó una charla sobre sus ancestros. La iniciativa contó con un paseo en lancha, recorrida por el Islote y la exposición de piezas de artesanías que allí se encuentra, degustación de comida típica, guitarreada y, en esta oportunidad, la posibilidad de escuchar a Jaime, que narró la particular historia de una cultura que supo tener el medio ambiente isleño como un hábitat natural.
Blanca Colliard, de los Baqueanos, y Andrés Petrich, de A Ñangarecó Nderejhé, comentaron que la construcción del museo en el Islote data de aproximadamente dos años. Paulatinamente se lo fue dotando de piezas, pero desde agosto de 2005 funciona con una cierta continuidad, con una persona que lo cuida permanentemente, ya que antes era objeto de saqueos. La idea de contar con este espacio se dio merced a un convenio de la institución ambientalista con la Municipalidad de Paraná, por el cual están a cargo y pueden llevar adelante distintos emprendimientos para la difusión de la cultura de la costa, y atendiendo asimismo que se trata de un lugar declarado como área natural protegida. Precisamente Petrich explicó que A Ñangarecó Nderejhé significa en legua guaraní “Cuidamos en nombre de todos”. En este sentido, ampliado el concepto, señaló que “no sólo tratamos de preservar el ambiente, sino difundir la cultura de la costa, para que no se pierda”, definió. Con esta intención, se remarcó, que “a pulmón” se trata de ampliar el museo, incentivar su visita y seguir divulgando las costumbres de la gente del río.
Cultura oral
Sobre esta línea, de dar a conocer el espacio en el Islote, pasear, pasar el día en contacto con el ambiente isleño y saborear comida típica, A Ñangarecó Nderejhé junto a Los Baqueanos del Río organizaron la charla sobre los primeros habitantes. Más precisamente, sobre la memoria, costumbres e idioma de los chaná, que vivieron sobre las costas del Paraná medio. De acuerdo a algunos registros y teorías al respecto, este lugar era ya habitado desde miles de años antes de la conquista española. Más cercanamente, se ubica a los chaná por el año 400 de nuestra era, como uno de los tantos contingentes indígenas que llegaron a estas tierras. Según estudios y conjeturas, este pueblo provenía de grandes migraciones provenientes de Centroamérica y formaba parte de culturas con rasgos comunes junto con los peguá, mocoretá, calchines, corundá y otros grupos étnicos. Habitaban las márgenes e islas del río Paraná desde la altura de la ciudad de Corrientes hasta el Río de La Plata, el bajo Uruguay y parte de la denominada banda oriental. Su presencia se reconoce hasta el 1650 aproximadamente, cuando los españoles prácticamente los exterminan.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
