Sandra Miguez
En la primera entrevista que concede a un medio, el flamante secretario de Salud, José María Legascue, dialogó con ANALISIS sobre el trabajo por realizar, los tiempos que apremian y las metas anheladas en un área que reconoce como problemática. Cualquiera que converse con Legascue puede notar la ausencia de un discurso político armado. Eludir preguntas que apunten a ese sentido de la gestión pública no es premeditación, es el recurso de un profesional de la salud que plantea cuestiones concretas, como enumerar las tareas ejecutadas en los cuatro hospitales más importantes de la provincia o reconocer las dificultades en cuanto a recursos humanos o cuestiones estructurales. No obstante, las respuestas que brinda este médico obstetra lo muestran como un conocedor de los problemas más acuciantes de la provincia en materia sanitaria, sin que por ello estructure un discurso portentoso. Como tantos otros que lo antecedieron en este cargo público, su objetivo de máxima tiene que ver con lograr reducir lo que denomina los “indicadores perversos”, esto es mortalidad materna e infantil y mortalidad neonatal, entre otros. Aunque sabe que la conflictividad del área puede ponerlo en situación de riesgo.
-Ya transcurrieron más de dos años de esta gestión de gobierno del doctor Jorge Busti y queda poco menos de dos años para la consecución de metas muy estratégicas en lo concerniente a salud. Después de tanto tiempo de inacción ¿cuáles son sus objetivos y expectativas?
-Es una enorme responsabilidad. Yo estoy no desde el comienzo pero sí desde hace dos años prácticamente en la Dirección de Atención Médica. Ha habido varios cambios de secretarios de Salud, que a mi modo de ver han sido demasiados; lo ideal es que no hubiera habido tantos relevos.
-Usted es el cuarto secretario en esta gestión.
-Sí, creo que en ninguna otra área de gobierno ha habido tantos relevos como en la Secretaría de Salud. De por sí, Salud es un área que tiene facetas difíciles, desde todo punto de vista. Desde el punto de vista de la atención en los hospitales, desde la problemática que origina la situación de los propios pacientes, las demandas de los gremios también son importantes y exigen bastante tiempo en la gestión. Yo fui testigo del estado en que estaban muchos hospitales de la provincia al inicio de la gestión, y esto no es por aludir a la famosa “pesada carga” que uno recibe, pero realmente había problemas en las plantas físicas de los nosocomios, como por ejemplo el Hospital San Roque de Rosario del Tala, que ya es de por sí un hospital antiguo: tenía un estado de real abandono, con vidrios rotos, techos que se llueven, humedades, una cosa patética. El Hospital San Martín de Paraná, otro tanto, como para mencionar un caso testigo: en diciembre del 2004 estaba funcionando un solo quirófano y con serios riesgos de claudicar en cualquier momento; hoy están funcionando los cuatro quirófanos a pleno y con una gran cantidad de cirugías tanto programadas como urgentes. El servicio de Terapia Intensiva estaba en condiciones deficientes; no estaba a la altura de lo que debe ser un servicio de Terapia Intensiva, hoy se puede visitar y se puede ver cómo cada cama tiene su monitor, su respirador, su monitor de oxígeno, es decir todo lo que tiene que tener una Terapia. Actualmente una Terapia Intensiva como la del San Martín es de lo mejor que existe en la provincia, tanto en lo público como en el ámbito privado.
-Si bien usted llega hace pocas horas a esta función, no es ajeno a la situación de Salud. ¿Cuáles son, a su juicio, los reclamos más concretos que le han formulado y los puntos más críticos del área?
- Es complejo porque el tema tiene varias facetas. Por ejemplo, en cuanto a reclamos, el día lunes se puso en funciones a los dos nuevos directores de los hospitales de Concordia; a posteriori de ese acto yo estuve reunido con los trabajadores de ATE en la sede del gremio y luego con los de UPCN en su sede, para ser parejo y cumplir con los dos gremios. ATE planteó reclamos en cuanto al funcionamiento que venía dándose en el Hospital Felipe Heras, el Masvernat, el Carrillo, junto con el reclamo por empleados contratados y trabajadores de planta permanente, es decir una serie de situaciones que plantean los gremios que en muchos casos son atendibles y que vamos a ir dándoles curso paulatinamente.
-¿Cuáles serán las estrategias en el tiempo que queda para repuntar la Secretaría de Salud, luego de la serie de cambios y la falta de una política sostenida?
-Antes que nada no descuidar los dos aspectos o columnas básicas que a mi entender debe tener la salud pública, que son la atención primaria y la atención médica. La atención primaria entendida como lo que Ramón Carrillo llamaba la medicina preventiva, y la atención médica que es aquella que se provee al paciente cuando ya está ingresado con un problema declarado de salud. En el ámbito central de la Secretaría de Salud debe darse otro perfil desde el punto de vista administrativo. Esto es que los trámites administrativos tomen mayor agilidad en las distintas instancias, que es algo que planteé en la primera reunión de directores que tuve la semana pasada, donde me reuní con la directora de Administración, de Atención Primaria, Maternidad e Infancia, Salud Mental y Odontología para enfatizar sobre una preocupación que he manifestado en cuanto a una lentificación en los trámites. Yo cité algunos casos puntuales en ese momento porque entiendo que detrás de cada expediente -que es una carpeta con unos papeles- siempre está una persona o un grupo de personas, y en Salud siempre es alguien con un problema de salud, por eso creo que no es simplemente la tramitación de un simple expediente común y corriente.
-¿Ha confirmado a todos los directores en su cargo o aún piensa hacer cambios?
-Los cambios son necesarios en la medida en que se van presentando las dificultades. Yo no descarto cambios, pero no una purga masiva sino cambios en algunas áreas que podrían llegar a producirse.
-¿Quién lo sucederá en el área de Atención Médica que quedó vacante luego de su asunción al frente de la Secretaría?
-Momentáneamente la sigo manejando yo, un poco por la inercia que traigo y por conocer a fondo el tema, pero en estos días voy a seguir conversando el tema con el ministro para tratar de definirlo.
-¿Tiene algunos nombres en mente?
-Sí, tengo algunos nombres pero preferiría no darlos porque están “in mente”. Pero ni siquiera he conversado con las personas y a partir de mañana comenzaré a establecer contactos con algunos de ellos. No me inquieta demasiado porque es algo que puedo manejar yo, pero lo lógico es que alguien me suceda.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
