Marcelo Comas
El Club Deportivo Francia fue despojado violentamente de su sede social ubicada en la zona de la avenida Circunvalación. Fundada en 1982, la entidad estuvo siempre abocada al desarrollo del fútbol infantil del cual surgieron gran cantidad de valores que integran los equipos de Primera División de la Liga Paranaense de Fútbol. Una deuda de 11.000 pesos hizo que la propietaria del predio tomara la decisión de enviar una topadora al terreno ocupado hasta ese momento por alrededor de 120 chicos que practicaban su deporte predilecto, orientados por el entrenador Hugo Núñez. Precisamente esta persona pasó a desempeñarse como presidente de la institución luego de ver arrasada la entidad a causa de un pasivo al cual anteriores mandatarios no pudieron hacerle frente.
“Hacía dos meses que había asumido como presidente y me dieron la oportunidad de concretar proyectos al frente del club. Antes de haber perdido las instalaciones en las que funcionábamos, hablé con la dueña del terreno y le presenté un proyecto que había hecho por intermedio del intendente de Paraná, Julio Solanas, a fin de entregárselo al presidente de la Nación, Néstor Kirchner, y poder comprarle esas dos hectáreas que ella vendía. Yo comprendo a esta mujer de apellido Marzo porque le han mentido las comisiones anteriores, ya que si a vos te deben 11.000 pesos y no te los pagan es justo que inicies un reclamo”, dijo al respecto Núñez.
El titular de la Unión de Entidades Deportivas y Civiles, Pedro Comas, cedió en comodato un terreno ubicado en las intersecciones de Blas Parera y Almirante Brown, por tiempo limitado, pues el dirigente gremial reconoció que se les ofreció a los dirigentes de Francia comprar un sitio que sea permanente en la zona de Don Bosco y Bazán y Bustos. Además, se les solicitó que le den celeridad a los trámites en pos de contar con Personería Jurídica. A raíz de la mano solidaria tendida tanto por el municipio como por la gente de UTEDYC.
El actual mandatario del Gallito paranaense fue un futbolista que pasó por diversos clubes de la capital provincial, entre ellos Instituto, donde llegó a ser uno de los máximos referentes de la entidad de Villa Uranga. Al colgar los botines como arquero -tenía 41 años- echó raíces en la joven institución -a la cual defendió en la LPF-, que lo recibió con los brazos abiertos, todo lo contrario a lo que ocurrió con el club de toda su vida.
En la continuidad de su alocución, el dirigente manifestó: “Anteriores directivos me propusieron trabajar con dos categorías, aunque aclaré que nunca tuve la menor idea de dirigir, pero cuento con alguna noción. Y me dieron la categoría 95 con un bolo todo podrido y dos jugadores. Empecé a trabajar con ellos y llegué a tener 12 pelotas, les compré las camisetas. Después me tocó armar la categoría ‘96 con Los Cebollitas; actualmente manejo esta división con Luis Yacaré Uzín”. En otro orden afirmó que las personas que lo acompañan en la conducción “son contadas con los dedos de una mano, porque primero estuvo el señor Moncy y luego se hizo cargo el señor Pepe Bergoniani, que vivía en la ex sede de Avenida Circunvalación. Toda esa gente lucraba cobrándoles una cuota de 4 pesos a los chicos de las divisiones infantiles, que eran alrededor de 120”, indicó.
Pese a los esfuerzos realizados en el momento de asumir el mando de la institución, Núñez no alcanzó a cubrir los gastos que demandaban la participación en la Liga y es por eso que financió las erogaciones con lo que producía la cantina y la venta de entradas a los partidos.
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