-Desconciertos. Ni aún en las trágicas últimas semanas de la doctora Graciela Degani al frente del Ministerio de Salud se había visto tanto desconcierto en el rumbo político e institucional del gobierno provincial. Jorge Busti sigue haciendo equilibrio sobre la cornisa. Parece disfrutar tentando la capacidad de asimilación que de sus audacias tienen los entrerrianos. Luego de esbozar el plan “B” como atajo que le permita mantener el control de la provincia, se dedicó a explicar que -a excepción de él y Cristina Cremer- la dirigencia peronista está compuesta por nabos. A contrapelo de lo prolífica que en materia de candidatos se insinúa la interna peronista, Busti dice que sólo él puede garantizar gobernabilidad en estas tierras. Así, repitió frente a cuanto micrófono se le ponía por delante que “era necesario impedir que lleguen al gobierno incapaces e irresponsables que tiren por la borda esta situación de equilibrio fiscal”. Habrá que creerle.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)

-Primer acto. Amagues. Si algo se debe reconocer de este primer acto es el factor sorpresa. Fue tan así, que hasta los más íntimos se enteraban sorprendidos por los medios de que “el Jorge estaba renunciando a la reelección”. Los más ágiles corrieron hacia los televisores y alcanzaron a ver al gobernador y al vice suscribiendo un acta frente al escribano mayor de Gobierno. Luego se sucedieron cataratas de declaraciones altisonantes poniéndole nivel de “renunciamiento histórico” a lo que resulta difícil de definir, pero que claramente no es renuncia a nada. Esta jugada no tuvo nada que ver con una movida de ajedrez. Más bien fue una típica pateada de tablero. La partida que se jugaba queda anulada y comienza otra. Cuentan que fue un campeón mundial de ajedrez quien viendo que no podía resolver la partida en uno de los tableros de la simultánea, pateó la mesa, todo al suelo y a otra cosa. Nadie puede asegurar que la partida por la reelección estuviera irremediablemente perdida, pero sí que estaba muy complicada. Más, dejaba a Busti sin iniciativa política y se perdía el principal argumento para mantener el liderazgo y demorar lo más posible el estallido de la interna en dirección a 2007. El gobernador aparecía empantanado, el barro comenzaba a taparlo; entonces salta y sorprende con esta movida. Si la razón urgente de esta postura es recuperar la iniciativa política, se puede decir que el objetivo fue logrado. ¿Cuánto puede durar? Es difícil contestar la pregunta, pero con que dure un par de semanas para el gobernador representa un tiempo valioso. Para las atribuladas circunstancias que vivía la Reforma Constitucional estos respiros suenan como si fueran tiempos planetarios. Los mecanismos hacia la reforma -en las primeras horas de conocida la noticia- parecieron lubricarse, pero prontamente comenzaron a escucharse voces que daban cuenta de una lectura más detenida. El intendente de Gualeguaychú, Daniel Irigoyen, con la sinceridad y simpleza que frecuentemente abona sus posiciones, indicó que "si uno lee el texto de la manifestación no sabe cómo interpretarlo; uno quiere tomarlo como un buen gesto… pero, no manifiestan la voluntad de no ser reelectos, que fue lo que yo propuse en definitiva. No dicen concretamente ‘renuncio a mi reelección, ni hagamos un paso al costado”.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)

-La responsabilidad de los otros. Que propuestas casi extravagantes como las que se comentan causen el revuelo que causan y que la mera presencia de Sergio Montiel dibuje la cancha por donde tienen que pasar las preocupaciones políticas de los entrerrianos, definen el nivel de mediocridad del movimiento político de la provincia. El gris que mejor lo pinta, tiñe por igual a propios y extraños. Es una lava que inunda los rincones sin reparar en núcleos o pretendidos compartimentos. Empieza en la rutina de los juegos tactiqueros de Jorge Busti con la exclusiva pretensión de ganar tiempo o que le sirven para escapar de situaciones comprometidas. Montiel le toma sabor al poder parar la pelota y ver por dónde saca el pelotazo. No vale tampoco detenerse en el trajinar lento y sin rumbo de Fabián Rogel y Sergio Varisco. Si vale analizar la castidad que cree encontrar el Nuevo Espacio cada vez que dice “No”. La declaración de la Concertación Nuevo Espacio azora e inmoviliza.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)

-No me peguen, soy Montiel. Con un ponderable sentido de la oportunidad, Sergio Alberto Montiel, luego de hacer un par de precisiones sobre si la decisión de Busti era histórica o no, ponderó la decisión y abrió la cancha bendiciendo el diálogo con el gobierno. Montiel capitalizó como nadie de la oposición la situación para instalarse como interlocutor en la apertura del proceso de Reforma Constitucional. Mientras Varisco, Rogel y Arturo Vera trataban de escudriñar con brujos y pitonisas las posibles trampas de la decisión gubernamental, Montiel copó el escenario en la vereda de la oposición política. Rápidamente voceros del oficialismo olvidaron insultos tantas veces repetidos contra la humanidad del viejo caudillo radical y también comenzaron a ponerlo en valor. Paralelamente desde los principales despachos partió la instrucción a distintos organismos de contralor de no realizar declaraciones que pudieran enturbiar la relación. Ésa es una instrucción especialmente cuidada en ámbitos de la Fiscalía de Estado y de la Oficina Anticorrupción que tiene en sus escritorios numerosas causas que investigan hechos originados en la gestión de Montiel.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)

-Realismos. La voluntad expresada por Busti respecto de la reelección incluye todos los cargos que hoy sí la tienen. Eso significa que los legisladores provinciales e intendentes de segunda categoría se verían impedidos de volver a postularse para dichos cargos. Tamaña sacudida institucional deja entrever que es una movida que sacude pero que a su vez está formulada para que nada cambie. Tendría que haber un ambiente de mucha descomposición política para que la Legislatura entrerriana dé curso a una decisión que pone en vilo la carrera política de la estructura política corporativa que se ha mostrado inconmovible con indiferencia de la camiseta política que ostenta el gobernador de turno. Además, en los mentideros políticos de la provincia se sabe que esta estructura corporativa no se agota en las estructuras tradicionales, de correligionarios y compañeros. La experiencia indica que también esas redes integran eslabones de aquello que se presenta como la nueva política, Nuevo Espacio y la Red, para ser más claros.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)