Hugo Remedi
“La corrupción es una cultura que se extiende cada vez más y que no sólo existe a nivel gubernamental sino también en muchísimos sectores de la sociedad, y lo que es peor, hoy goza de impunidad”, afirmó el abogado penalista y constitucionalista Marciano Martínez en diálogo con ANALISIS. Aseguró que las ideas del MID tienen plena vigencia porque el país sigue siendo subdesarrollado. Dijo que en las elecciones pasadas no ganó ni el “Sí” ni el “No” y que el justicialismo carece de liderazgos. “Sacándolo a Busti no hay otro” afirmó. Reconoció que a veces la Justicia entrerriana la da vergüenza, sobre todo por su lentitud, y que ningún abogado se hace rico con el ejercicio de la profesión. Advirtió que el tema de la reelección es un problema dilucidado: “La gente ya la votó en 1994”, dijo y aclaró que nadie le ha propuesto ser funcionario.
-¿Por qué desapareció el MID?
-El MID no ha desaparecido. Acá en Entre Ríos está suspendida la personería porque el MID está intervenido hace 10 años.
-¿Y las ideas del desarrollismo?
-Las ideas tienen plena vigencia porque el país sigue siendo subdesarrollado y la revolución que nosotros preconizamos es transformar el subdesarrollo en desarrollo. Hasta que no exista el desarrollo o un país desarrollado, las ideas del MID estarán vigentes.
-¿Y dónde están encarnadas hoy?
-En muchísima gente que plantea la necesidad del desarrollo.
-¿E institucionalmente?
-Institucionalmente, en el MID que existe a nivel nacional. No es un partido mayoritario ni mucho menos, pero bueno, es un partido que existe. Por otro lado, cuando uno habla de los problemas económicos la gente quiere el desarrollo, acá no hay justicia social sin desarrollo económico. Acá no va a haber educación, no va a haber salud, no va a haber nada sin desarrollo y esto supone industrias, trabajo, salarios, supone cambiar la situación en la que estamos ahora.
-Concretamente, ¿van a poder resucitar al MID en la provincia?
-En eso estamos.
-¿Los partidos tradicionales siguen el mismo camino del MID bajo tendencia a mutar en corrientes de izquierda y de derecha?
-Yo no creo que esa especie de división sea buena para la solución de los problemas en el país. Históricamente, a mí la derecha y la izquierda no me dicen nada, salvo cuestiones abstractas. Las dos son cuestiones ideológicas que pretenden ser absolutas y eternas y en política no existe ni lo absoluto ni lo eterno. Esto se ha debatido en países donde existía la izquierda institucionalizada, por ejemplo en Italia, donde existió un fuerte partido comunista que llegó al gobierno; sin embargo, ellos hacían más política que ideología. Acá se hace mucho ideología.
-Haciendo la lectura fina, ¿quién ganó la consulta, el “Sí” o el “No”?
-Yo creo que no ganó ninguno de los dos y esto no es una salida elegante. Yo pienso que para que el “Sí” hubiese tenido un éxito, hubiese tenido que tener datos muy abultados, muy grandes, muy contundentes que obliguen a la voluntad de los adversarios a votar por la reelección de Busti. Que, en definitiva, es lo que estaba en juego, ¿no?.
-¿Cómo se entiende que en las elecciones del 23 de octubre hayan multiplicado sus votos, por un lado la derecha del Partido Popular de la Reconstrucción y por otro lado la izquierda del Partido Humanista?
-Hay una tendencia a la dispersión...
-Cuando son legislativas.
-Sí, cuando son legislativas. Porque no hay, digamos, un control directo del aparato partidario. ¿Acá quiénes eran los candidatos? Los candidatos eran tres por el justicialismo, así lo veíamos en los carteles, por la Unión Cívica Radical veíamos a uno y por el Nuevo Espacio igual. Es decir que ya en la publicidad estaban repartidos los cargos. Y son los que se vieron e hicieron la campaña. Distinto cuando son elecciones generales, sale el gobernador, el vicegobernador, los candidatos a diputados, a senadores, que esta vez no ocurrió.
-¿Usted es reformista?
-Sí, sí, soy reformista.
-¿Y está de acuerdo con la figura de la reelección?
-Éste es un problema que ya está dilucidado, ¿no? En el año 1994 con la reforma constitucional nacional el pueblo ya votó la figura de la reelección. El problema latente no es la reelección como figura sino que el problema es la reelección de Busti. La gente está a favor o en contra de la reelección de Busti, ésta es la cuestión.
-¿Pueden el gobierno o el oficialismo convocar ahora a una consulta popular vinculante si, como se visualiza, no prospera el diálogo con la oposición?
-Bueno, habría que estudiarlo. Yo pienso que las consultas de alguna forma tienen que ser por lo menos obligatorias. No soy partidario de las consultas voluntarias porque cuando el pueblo se expresa tiene que hacerlo como categoría universal, el voto tiene que ser obligatorio y secreto. Esas características son fundamentales del voto. Si el sufragio deja de tener esas particularidades, deja de ser obligatorio y no es el voto que nosotros conocemos y que tanto nos costó para conseguirlo allá por 1912.
-Desde el punto de vista legal, ¿se puede declarar inconstitucional una convocatoria de ese tipo?
-Bueno, la Constitución Nacional prevé la consulta popular obligatoria bajo determinadas condiciones. En cambio, la Constitución provincial no prevé esta figura, sería precisamente un motivo de la reforma constitucional.
-¿Qué diferencia hay entre la consulta que se hizo el 23 de octubre pasado y la que pretendería hacer el gobierno ahora?
-La consulta vinculante obliga al órgano legislativo o al gobierno en tanto la consulta no vinculante es una expresión de voluntad, simplemente por un relevamiento de la opinión pública.
(más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
