Pablo Rochi
La próxima fecha del TNA tiene como plato fuerte el clásico que van a jugar Echagüe y Sionista en el Estadio Luis Butta. La expectativa es mucha, no sólo por tratarse de un enfrentamiento por demás particular sino porque ambos están necesitados de una victoria para sumar a un presente no deseado. El AEC todavía no ganó en el campeonato, mientras que Sionista, lejos del rendimiento esperado, recién cosechó una victoria. La efervescencia de este partido también se verá por todo el país. TyC Sports transmitirá en vivo y en directo las alternativas del encuentro. Análisis de un encuentro que tiene a Sionista como favorito, aunque las circunstancias y los rendimientos también dejen crédito para un resultado abierto.
Qué importante sería para Echagüe salir de perdedor, anular su racha adversa y sacarse la “mufa” nada más y nada menos que ante Sionista. Qué bueno sería para Sionista empezar a recuperar terreno perdido, volver a sonreír igual que el fin de semana pasado y hacerlo nada más y nada menos que ante su archirival.
Son deseos, son posibilidades. Uno de los dos los va a poder cumplir. Es que el lunes se juega una nueva edición del clásico entre Echagüe y Sionista, que por la quinta fecha del Torneo Nacional de Ascenso (TNA) se enfrentan en un partido sumamente atractivo, por lo que es la rivalidad en sí y por cómo llegan ambos a este enfrentamiento.
La Liga Nacional de Básquet, que comenzó a jugarse en 1985 con la Liga de “Transición”, tuvo muchos enfrentamientos picantes entre dos equipos de la misma ciudad. Históricamente el superclásico del básquet argentino fue Atenas de Córdoba - Ferro, que desde mediados de la década del ‘80 tuvieron choques legendarios marcados por el fuego sagrado de las primeras consagraciones. Posteriormente, Ferro cayó en la decadencia ya conocida y nunca más se vivieron aquellos enfrentamientos.
Claro está que posteriormente hubo singulares duelos, cada uno con sus admiraciones y sentimientos generados por sus hinchas. En Mar del Plata nadie está exento cuando juegan Peñarol y Quilmes, sin dudas el choque más pasional de todos.
También quedó grabado el desaparecido duelo bahiense entre Estudiantes y Olimpo, o el de General Pico, La Pampa, entre Independiente y Pico Football Club. O el de San Nicolás, entre Regatas y Belgrano. O por qué no el tradicional River - Boca.
Desde los comienzos de esta estructura deportiva llamada Liga Nacional, el básquet argentino siempre disfrutó mucho de estos partidos.
En nuestra ciudad, y a su medida, Echagüe y Sionista desde hace un par de temporadas han alimentado su ego con un enfrentamiento que sólo por el presente de ambos lo han bautizado como clásico.
Atrás quedaron esos partidos ásperos, rústicos pero bien familiares entre Quique y Talleres, Recreativo - Echagüe u Olimpia - Echagüe, entre otros.
Los tiempos han cambiado y el profesionalismo en el baloncesto ha desvirtuado en parte la historia. Hoy hay un duelo bien definido que empezó a fines de la década del ‘90 y que actualmente se trasladó a la Liga Nacional.
Desde que Sionista reestructuró el básquet de la entidad y comenzó a planificar y conformar equipos competitivos, la historia, la tradición y el significado de Echagüe en la ciudad se encontrón con un nuevo rival. Este choque ahora ha traspasado la frontera de la ciudad, fue más allá de la provincia y actualmente está bien ponderado a nivel nacional. Si bien la simpatía de la ciudad por Echagüe es mucho, pero mucho mayor a la de Sionista, el historial deportivo que favorece al Centro ha generado una rivalidad muy elocuente.
La expectativa que hay entorno a este choque es tan importante que esta nueva edición del clásico será televisada a través de TyC Sports, que en directo llevará el lunes desde las 22 horas las alternativas del juego a todo el país.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
