Marcelo Comas
Fue una de las figuras del clásico capitalino entre Atlético Paraná y Patronato. Lleva cinco goles en la presente edición del Torneo Argentino B VIP y está a uno de la cifra que le pidió el técnico Luis Murúa en este campeonato. Su gol al Decano el pasado domingo lo ubica entre los preferidos del hincha rojinegro, y si bien asegura ser uno más dentro del grupo, su trayectoria y experiencia en el fútbol nacional lo colocan como referente a la hora de emitir opinión entre los integrantes del plantel. En diálogo con ANALISIS manifestó su satisfacción por haberse llevado los tres puntos del Estadio Pedro Mutio, sin embargo aclaró: “Todavía no hemos ganado nada”. La historia de un personaje del balompié que se hizo querer en cada institución a la que representó, a fuerza de goles y locuras dentro del campo de juego.
En su cara se nota la satisfacción que le produjo el haber sido el artífice de la victoria de Patronato sobre su archirrival en el clásico paranaense. No demasiada algarabía, pero sí una alegría contenida, pues sabe que el camino es largo y aún queda un extenso recorrido. Sus palabras denotan optimismo, lo mismo que el resto de sus compañeros, pero es conciente de que el éxito conseguido ante El Gato posiciona a Patronato de manera inmejorable pensando en la clasificación a una próxima instancia. No sólo de fútbol vive el hombre, por eso El Loco Marzo eligió la función pública como actividad fuera de lo deportivo, aunque su labor en la Dirección de Deportes Municipal se relacione directamente con la recreación del individuo.
-¿Qué análisis hacés de la victoria ante Atlético Paraná en el clásico?
-El saldo fue favorable para nosotros por la obtención de los tres puntos. Después en la parte futbolística nuestro rival pudo haber jugado algo más que Patronato, pero no fue mucho. Realmente esta clase de partidos, estos clásicos, se juegan más a base de fuerza, voluntad, sacrificio, corazón, coraje, que es todo lo que tuvo este partido, menos el fútbol. Hay que ser concientes de que se aprovechó una oportunidad que se dio en el encuentro, que fue el penal, después tuvimos una o dos chances: el paraguayo Enzo García apenas iniciado el clásico desaprovechó o tuvo mala suerte de malograr un tiro libre que tenía destino de red. Realmente fue muy buena la concentración, eso es lo que más rescato del grupo y del equipo: la garra que tuvo, el corazón, la fuerza para mantener el cero en el arco. Luchar, meter, ganar de arriba, aguantar, salir jugando cuando se podía y si no, tratar de hacer las cosas como Luis (Murúa) las pedía.
-¿Por qué se dieron esos cruces verbales entre jugadores?, ¿fueron producto de viejas rencillas?
-Acá le fallamos a la gente a la hora de generar intranquilidad, inseguridad dentro del campo de juego; me fui muy conforme con la gente de Patronato por la forma en que nos alentó, cómo estuvo apoyando a este equipo que sabe lo que está jugándose y el sacrificio que está haciendo. El simpatizante de Atlético Paraná también, alentando a su divisa y sabiendo el esfuerzo que realizan sus jugadores. Más allá de que es un clásico yo creo que esto se veía venir porque realmente Paraná en su cancha siempre tuvo algún que otro disturbio. Nosotros siempre mantuvimos la tranquilidad. Antes de ingresar al campo de juego hablé con mis jugadores y les pedí como a mí me respetan dentro del campo de juego, lo mismo dentro del vestuario, como nos respetamos todos, lo hagamos con el árbitro; es la autoridad máxima y nosotros tenemos que brindarle seguridad y tranquilidad. Entonces lo que hizo Patronato fue tratar de que el juez se sintiera bien; asimismo, cuando lo saludé dentro del campo de juego le dije que sintiera que de mis jugadores el primero que le faltara el respeto yo iba a ser el primero en tratar de reprenderlo. La terna dirigió muy bien y tuvo de parte de los dos capitanes apoyo y protección por cualquier cosa que pudiera pasar. Sobre los incidentes debo decir que uno no está fuera del campo de juego sentado, mirando el partido, uno está adentro con 180 o 200 pulsaciones, son muy pocos los jugadores que se tranquilizan con esa cantidad de pulsaciones. Yo estaba mucho más caliente que todos mis compañeros, pero sabía que tenía que tranquilizarme.
-¿Con tu experiencia podés manejar esas vicisitudes en un partido?
-Exactamente, con mi experiencia uno lo puede manejar de otra manera. Uno trata de mantener la tranquilidad en el grupo y hacérsela sentir al árbitro. Creo que lo logré, pero yo estaba más caliente que ellos, quería meter, quería protestar, pero sabía que se iba a ir más de un jugador, entonces preferí mantener la tranquilidad, tratar de darles seguridad a mis compañeros y al árbitro. Pasó lo que tenía que pasar y te podemos decir que estamos muy contentos por el triunfo que nos trajimos.
-¿Este era el triunfo que necesitaban para darle un envión anímico al equipo y pensar de lleno en la clasificación?
-Seguro que sí, todos queremos ganar el clásico, ellos también lo querían ganar. Hoy lo ganó Patronato. Tuvimos el apoyo anímico que tenemos de parte del cuerpo técnico, de los directivos y de la gente, que realmente se comportaron muy bien. Como referente te puedo decir que estamos muy agradecidos de todo lo que nos están dando, pero nosotros sabemos que no le hemos dado nada a la gente, hemos ganado un clásico que es muy importante para nosotros, es muy importante para la institución. Lo que logramos el domingo fue muy valeroso, muy emotivo, muy fortalecedor, pero no hemos ganado nada, quedan muchos partidos por disputar, la clasificación no la tenemos asegurada. Tenemos que ir partido tras partido y el próximo domingo tenemos uno muy difícil ante Sportivo Belgrano de San Francisco. Con tranquilidad hay que jugar ese partido y saber llevar lo positivo que tenga Patronato. Necesitábamos este triunfo, pero no terminó el torneo: hoy hay que planchar, hay que meter todas las cosas en el freezer y pensar en lo que se viene, que es muy importante y más jugando de local porque hay que tratar de quedarse con los tres puntos.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
