Jorge Riani
El secretario de la Producción de la provincia de Entre Ríos, Daniel Welschen, es integrante de una sociedad que adquirió el desaparecido Frigorífico Montiel, llevado a remate tras la quiebra. Su doble rol de funcionario del área y nuevo productor es motivo de opiniones encontradas: están quienes no hallan motivos de suspicacia en eso, y aquellos que plantean una incompatibilidad de funciones, profundizada en el perfil de empresario sojero que evidencia. Además, algunos de sus socios tienen vinculaciones comerciales directas con empresas beneficiadas con la entrega de tierras fiscales pertenecientes al ex Frigorífico Santa Elena. Pero la denuncia más grave que pesa contra Welschen salió de algún recodo del propio oficialismo: el funcionario no habría cumplido con la gestión de cobro de créditos oficiales a través del Fondo de Inversiones de Entre Ríos, al ex frigorífico que terminó comprando.
En casi todo negocio hay un mostrador, acaso como símbolo material de los roles entre quienes participan de una operación comercial. Quien está de un lado, necesariamente no puede estar del otro, porque cuando se borra ese espacio fluyen algunas prerrogativas que alguien termina pagando injustamente.
Que el secretario de la Producción de la provincia, Daniel Welschen, sea parte activa de una sociedad que adquiere un frigorífico, puede originar suspicacias de algún tipo. ¿Cómo influyen en el rumbo de su gestión pública sus intereses privados? Esa es una de las preguntas que cualquier ser con elemental criterio puede formularse.
“No se puede estar de los dos lados”, consideró un profesional ligado a un establecimiento que competiría con el nuevo emprendimiento del funcionario provincial. Resulta que el secretario de la Producción es uno de los integrantes de una sociedad que compró el Frigorífico Montiel SRL, situado sobre el kilómetro 18 de la Ruta 12, próximo a la localidad de María Luisa, y que fuera a remate luego de transitar por la senda que plantea la quiebra empresaria. El establecimiento ahora se denomina Carnes del Litoral, y su conformación fue blanqueada a través del Boletín Oficial.
Estos datos formaron parte del artículo titulado No alcanza con ser funcionario, publicado el pasado 15 de septiembre en este semanario. En verdad, el artículo se explayaba sobre una veintena de funcionarios y ex funcionarios que hallaron su veta empresaria a partir de la función pública o tras ella. “Lo preocupante es que existen algunos casos en que los acuerdos públicos pasan a ser negocios privados”, decía la nota.
Sobre esa situación precisamente se han levantado algunas voces ligadas a la producción agropecuaria de Entre Ríos, cuando salió a la luz la compra del ex Frigorífico Montiel por parte del actual funcionario que define las políticas públicas ligadas al campo.
Pero lo que puede ser una suspicacia, se transforma definitivamente en una situación delicada a partir de los dichos de una alta fuente del Fondo de Inversiones de Entre Ríos (Finver), que le aseguró a ANALISIS que Welschen no cumplió, como funcionario, con la gestión de cobro de créditos oficiales al ex frigorífico que terminó comprando.
Esto es una versión confirmada en el ámbito de la entidad encargada de canalizar el programa oficial por el cual se bonifican las tasas de interés asumidas por las empresas privadas ante los bancos. Ocurre que, según lo revelado a este semanario, una de las empresas beneficiadas con el programa del Finver fue, precisamente, el desaparecido Frigorífico Montiel, que tomó créditos con la intervención del organismo.
El presidente del Fondo de Inversiones de Entre Ríos es el ministro de Economía, Hacienda y Finanzas, Diego Valiero, pero uno de los vocales es el mismo Welschen. En la entidad de calle Córdoba 530 consideran que por la naturaleza del negocio involucrado, era el secretario de la Producción el que completaría la gestión de cobro ante el establecimiento rematado. Sin embargo, siempre tomando en cuenta la versión circulante en los ámbitos del mismísimo oficialismo, la provincia no se presentó a cobrar lo que le adeudaban cuando se hizo la convocatoria de acreedores.
Hay versiones contradictorias sobre el monto que el ex frigorífico le debía a la provincia desde la toma del crédito en la gestión de gobierno radical de Sergio Montiel. En cualquier caso, se habla de una abultada suma que nunca se cobró. “Lo insólito del caso es que Welschen termina comprando el frigorífico, libre de la deuda que él no cobró”, observaron los entrevistados.
Bajo otra visión, un productor sostuvo que lo que adquirió la empresa que tiene a Welschen entre sus socios, habrían sido sólo el inmueble y las maquinarias del establecimiento situado a la vera de la Ruta 12. También hacen notar que la conformación y la razón social son diferentes. No obstante, entre las posiciones menos críticas respecto a la faceta empresarial del funcionario, admiten que “es posible que ahora haya alguna política pública puesta a merced del establecimiento”. Concretamente, se dijo que Carnes del Litoral se orientaría a la producción y faena de carne porcina.
“Quizás la provincia pueda terminar orientando alguna política de financiamiento a ese sector, en mayor medida en que lo venía haciendo”, observó un productor.
Cuando se repasan algunas declaraciones que Welschen pronuncia con su traje de funcionario, se advierte que en los últimos meses habló de “políticas activas que sean estímulos concretos para los sectores productivos”, “tramitar ante las autoridades del Nuevo BERSA (Banco de Entre Ríos Sociedad Anónima) una línea de crédito de 50 millones de pesos con tasas subsidiadas y analizar la puesta en funcionamiento del sistema de garantía de la provincia”, “crédito otorgado por la Secretaría de Pymes de la Nación y el Consejo Federal de Inversiones (CFI)”. Es decir cuestiones muy concretas de dinero. Entonces la pregunta es: ¿Hay alguna incompatibilidad de roles o queda librado a la cambiante opinión de quien se anime a una respuesta? ¿Cuenta el Estado entrerriano con los resortes para ver que no se produzcan favoritismos?
“No se puede ser secretario de la Producción y un par más de los productores, con sus intereses privados”, consideró un hombre ligado al campo, aunque la opinión está dividida entre quienes no encuentran en eso un problema y los que sí. “No hay nada de incompatibilidad. Por el contrario, si es productor sabe de lo que habla estando al frente de la Secretaría de la Producción, y por otro lado explota, con todo derecho, algunas propiedades que le vienen de familia”, defendieron algunos.
Lo cierto es que desde varios frentes del mismo oficialismo se ha expresado el malestar por la situación en que se encuentra el funcionario. Hay quienes afirman que la intención de Welschen habría sido mantener lo más silenciado posible su situación de comprador del frigorífico, pero que finalmente terminó admitiéndolo en una entrevista radial. Hoy su hijo es uno de los directivos de Carnes del Litoral.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
