-Ambientes. Los datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dan respaldo técnico a lo que cualquier hombre de la calle puede percibir. Tomando en cuenta Paraná como punto de referencia se puede notar el movimiento y el trajín. El INDEC dice que la desocupación ha bajado tanto en Concordia como en Paraná. Sin desconocer que Concordia sigue siendo uno de los puntos más altos de pobreza y desocupación nacional, la estadística sirve para señalar las perspectivas más generales y a su vez concretas. Esta progresiva salida del infierno, tal como lo define el Presidente Néstor Kirchner, por poco que mejora el alivio se siente. Da la impresión de que la sociedad valora el quiebre de una tendencia que durante una década ha tenido un signo contrario. Exactamente un informe del Banco Mundial da cuenta que desde 1992 hasta el 2004 la distribución del Ingreso tuvo un signo negativo. Esta situación se vuelca en lo emocional del hombre cotidiano y se expresa en las tonalidades de la opinión política. Es indudable que la preeminencia que adquiere dentro del colorido la postura oficial despierta reacciones por parte de las fracciones partidarias opuestas al oficialismo, pero si la opinión pública y las referencias políticas más notables se sobreponen de la puja pequeña, se puede entender que éste es un momento muy propicio para que los entrerrianos se propongan remozar el sistema institucional comenzando naturalmente por la Constitución.
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-Saldos. Para contrabalancear no hay que quedarse sólo en los contra de una movida reformista, también hay sopesar los pro. Ésta sería la primera Constitución que se reforme luego de los grandes acontecimientos de diciembre del 2001 que tan positivamente han influido en el nuevo curso de la vida política institucional de los argentinos. Una mirada atenta del devenir de los entrerrianos da cuenta de un clima positivo de movilización que compromete a los segmentos más variados de la sociedad. La marcha de los vecinos de Gualeguaychú por la contaminación de las industrias papeleras pone en vidriera una verdadera invasión por parte de la sociedad de un espacio que generalmente sólo es cubierto por la acción de denuncia de sectores intelectuales. Las movilizaciones sectoriales desde hace un tiempo saben ubicarse como tema urticante en la agenda cotidiana.
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-El IOSPER. No bien entró en carriles de diálogo el tema educativo, el ambiente que rodea a la principal obra social de la provincia empezó a enrarecerse progresivamente. En manos del médico Ricardo Rizzo, el instituto provincial avanzó raudamente hacia un estado de descomposición en la prestación de servicios que se empieza a hacer sentir en la reacción de los afiliados. Convenios que se dicen que están y que en realidad no están, acuerdos que se firman donde no se sabe qué es lo que se cubre y qué es lo que queda afuera, dan lugar a colas interminables de reclamos destinados en su inmensa mayoría a quedar sin respuestas. No es la primera vez que a propósito de los desmanejos que sacuden al IOSPER el presidente del Centro de Jubilados de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Roque Félix Mangona, señala la verdadera causa de los males: “La enfermedad es el negocio de las corporaciones médicas, primero está la plata y después la salud”. Por su parte, el secretario general del Sindicato Unificado de Obreros y Empleados Municipales de Paraná, Hugo Vásquez, se expresó sobre el tema: “A pesar de que el IOSPER dice no tener recursos, los buitres sobrevuelan sobre sus despojos”. Nada es casual, según las denuncias de los gremios que respaldaron a la Lista Unidad los convenios representan un ajuste a la baja en las prestaciones por parte del instituto a la par de un incremento injustificado en todos los servicios. La presión hacia el interior de los agrupamientos gremiales se expresó en las movilizaciones de ATE exigiendo la pronta normalización del instituto con el llamamiento a elecciones. En AGMER también retumbó la disconformidad, a tal punto que el último congreso hizo una denuncia de los manejos y reivindicó la pronta normalización. Pero no es por el costado gremial que amenaza cortarse la cuerda. La semana pasada el Círculo Médico de Paraná denunció el convenio suscripto entre la Intervención del IOSPER y la Asociación de Clínicas y Sanatorios por no contemplar adecuadamente la remuneración de los médicos.
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-Terrorismo. En la Asamblea de las Naciones Unidas el Presidente Néstor Kirchner decidió ir mucho más lejos de sus habituales críticas a la política del FMI y hundir el diente en la política del Presidente George Bush. En su discurso ante la Asamblea, Kirchner señaló la importancia en defender y profundizar la vigencia de los derechos humanos como paradigma que determine el accionar de las Naciones Unidas. En la posición argentina no es el terrorismo el problema que debe centralizar la convivencia entre las Naciones, sin que por ello se secundarice el empeño por erradicar ese flagelo. Es muy reconocida en la opinión internacional la clara posición del actual gobierno frente al terrorismo internacional. Pero en el tenor del discurso del Presidente Kirchner no existen dudas sobre las prioridades: “La ausencia del Estado de Derecho y las violaciones masivas a los derechos humanos en distintos lugares provocan grandes sufrimientos y profundizan la inestabilidad política y los conflictos civiles”, destacó. Esta posición de la Argentina impacta en el plexo de la posición del Presidente Bush, que hace de la confrontación con el denominado “Eje del mal” el vector que subordina cualquier otro derecho fundamental. Bajo este argumento EE UU ha sustentado la intervención directa en Irak por fuera de la decisión de las Naciones Unidas, amenaza con invadir Irán, Cuba y Venezuela y justifica el sistema de torturas en la cárcel de Guantánamo. Para el Presidente Kirchner, la necesaria subordinación a un consenso internacional que debe expresarse en el ámbito de las Naciones Unidas, el respecto incondicional a los derechos humanos y un orden financiero internacional al servicio del desarrollo de los pueblos son los pilares de una nueva convivencia entre las naciones. El canciller Rafael Bielsa, a su turno, abogó por un nuevo orden económico en función del paradigma del desarrollo.
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-16 de Septiembre. Este presente de los argentinos parece querer entrar en paradigmas de convivencia que hagan posible salir del pozo si no con todos, por lo menos con una inmensa mayoría. La memoria popular tiene sus reservas en hechos inmediatos y otros de más largo tiempo. La semana pasada se cumplió un nuevo aniversario de la Revolución de septiembre de 1955, que tiró abajo al gobierno de Juan Domingo Perón. El golpe de septiembre tuvo su prólogo en un intento fallido de junio del mismo año donde los golpistas bombardearon una Plaza de Mayo repleta de pueblo. Se calcula que hubo 364 muertos. A pesar de que Perón logró conjurar ese golpe de Estado, tres meses más tarde frente a la nueva arremetida anti-peronista el Presidente Perón abdicó y se refugió en una cañonera paraguaya que gozaba inmunidad diplomática. La razón de Perón para renunciar y no organizar la resistencia fue “evitar el derramamiento de sangre entre los argentinos”. Fue una verdadera falacia. Es innumerable la cantidad de militantes populares presos y es probable que en esas circunstancias se haya puesto en práctica por primera vez la desaparición de personas. Las reservas democráticas de la sociedad en esos escenarios estaban muy confundidas de tal manera que toda esa barbarie supo permanecer oculta. La política represiva desplegada por la llamada Revolución Libertadora tuvo total impunidad. Además de la cárcel y de la persecución durante 18 años mantuvieron proscripto a lo que siguió siendo en forma excluyente el principal movimiento político de los argentinos. Si Perón estaba en condiciones de resistir el golpe gorila es motivo de discusión académica y también de reflexión militante. El compromiso de lucha por parte del pueblo quedó plasmado en años de resistencia sin contar con un punto de referencia organizativa y política.
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