Aldo José Ibarra (*)
“Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti”.
John Donne
(1573-1631, Poeta)
El tema de la Región Centro ocupa últimamente cierto interés en la ciudadanía y firmeza en la decisión de los gobernadores de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos de seguir avanzando en medidas pertinentes para lograr su creación. Los medios dan buena cuenta de su desarrollo. Por ejemplo, el sábado 18-12-04 en El Diario de Paraná en primera plana: “La Región Centro tendría rango constitucional”.
En su página 5: “En efecto, el Centro Cultural Parque de España (Rosario) fue el ámbito en el que se anticiparon las principales líneas de acción de la Región Centro para 2005, y debatieron los foros de la sociedad civil integrados por universidades, organismos de trabajadores, entidades empresarias, productores y profesionales”.
En la voluntad y celeridad de dar a sus conciudadanos una mejor calidad de vida, los funcionarios no han tenido en exhaustivo estudio el artículo 126 de la Constitución de la Nación Argentina que en la primera parte del único párrafo se lee: “Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación. No pueden celebrar tratados parciales de carácter político, ni expedir leyes sobre comercio, o navegación interior o exterior, ni establecer…” etcétera. Demasiado claro: ni siquiera tratados parciales de carácter político. Impensable lo de “rango constitucional”. En el mismo artículo, otras negativas marcan la conducta a seguir por parte de las provincias.
En el mismo diario edición del martes 04-01-05 página 7: el presidente de la Mesa Ejecutiva de la Comisión Parlamentaria Conjunta de la Región Centro desde Santa Fe (diciembre 2004), entre otras cosas, escribe: “Ya con el nuevo texto constitucional, a partir de las reformas introducidas en 1994, las provincias están facultadas a crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines. Las regiones existen naturalmente y están dadas por razones geográficas, sociales y políticas. Lo que la Constitución ha posibilitado es su creación institucional y ello se ha logrado a través de sucesivos Acuerdos y Tratados, definitivamente ratificados por las respectivas legislaturas creando la Región Centro”.
Si bien el artículo 124 en su letra dispone la creación de regiones, no refleja este artículo el contexto del espíritu que anima nuestra Carta Magna, razón por lo que hay que observar de qué se está hablando y por qué. Para ello permítaseme graficar -dado lo espinoso del tema- con el siguiente ejemplo de dos caminos paralelos y compararlos: al primero lo identificaremos como “institución familia” y al segundo como “institución país” y la secuencia a desarrollar hará que el segundo camino, el del país, figure entre paréntesis. Supongamos un matrimonio con tantos hijos como provincias tiene la Nación Argentina. En un momento dado, un reducido grupo de hijos (entiéndase provincias) aquellos que han sido favorecidos por la naturaleza en cuanto a desarrollo, vigor, etcétera (clima, suelo generoso), desean constituir un grupo (región) entre ellos y así lo expresan a sus progenitores (Nación o CN). En ejercicio de la patria potestad éstos responden (artículo 124): Los hijos (“Las provincias…”) “…podrán crear grupos (regiones) para el desarrollo económico y social…” pero, para evitar que tomen rumbos anárquicos, es condicionada esta petición con el siguiente artículo primigenio con respecto al 124 y marco inexcusable para alojarlo, el artículo 75, inciso 19, párrafo segundo: Nosotros (CN) debemos “Proveer al crecimiento armónico de la familia (Nación) y al poblamiento del hogar (de su territorio)…”. Detengámonos un momento sobre este condicionante y puntualmente sobre la definición de dos vocablos para conocer en profundidad a dónde nos llevan con sus respectivos significados: “proveer”: prevenir (o anticipar), juntar y preparar las cosas necesarias para un fin y “armónico”: perfecta proporción entre las partes de un todo. Consolidemos ahora estos significados: con anticipación juntar y preparar las cosas necesarias para un crecimiento en perfecta proporción entre hijos (provincias) y respectivos grupos (regiones) que componen la familia (país). Seguimos leyendo: “…promover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de hermanos (provincias) y grupos (regiones)”. Volvamos al ejercicio anterior: “promover”: adelantar, “tiendan”: inclinar, “equilibrar”: igualdad, armonía. Consolidemos: Adelantar políticas diferenciadas que inclinen a la igualdad el desigual desarrollo relativo… etcétera”. La obsesión de señalar conceptos claves: “armonía”, “igualdad”, “equilibrio”, no hacen nada más que destacar el celo de aquellos (el Partido Justicialista tuvo activa participación) que en 1994 reflejaron en letra el sentimiento y espíritu de un pueblo que se manifestó seguir construyendo en civilidad. El párrafo cierra en forma concluyente: “Para estas iniciativas, el Senado será Cámara de origen”.
Retornemos al ejemplar del sábado 18-12-04 siempre en primera plana, otro párrafo agrega: “Ante legisladores y funcionarios de las tres provincias, y delegados del Uruguay y Brasil, se anunció…”. A comienzos de la década de 1990 a los turistas que hacían el camino de Florianópolis a Blumenau en Brasil, las guías de turismo les relataban -sin precisar la fuente- que circulaba cierta idea de concretar un bloque que comprendería regiones del sur de Brasil (suelo para cultivo, clima húmedo) más las de Uruguay (similar) y zonas de Argentina. Esa idea y la presencia de los delegados de esos países en Rosario, ¿es simple coincidencia? ¿No encontramos cierta semejanza con el ejemplo de “institución familia”? Corresponderá a Argentina abrir el juego con la Región Centro basada en la riquísima pampa húmeda ¿Debemos compaginar este suelo con el respectivo subsuelo que contiene el “Sistema Acuífero Guaraní”? Bocado o mejor, manjar para quienes ya están pensando a futuro en su explotación y… explotamos bajo la máscara de “desarrollo para la región” “Bloque”, ¿es la primera denominación lo que en el tiempo podría llegar a ser un… Estado independiente?
Nuestro niño latinoamericano de hoy despertará mañana. Será al llamado de un amo, ¿o al oír voces de bronce anunciando la unión en libertad de sus hermanos? En este caso, nada podrá reprochar el poeta si en ese amanecer otro niño de la mano de aquel y en su curiosidad le pregunta: papá ¿por quién doblan las campanas?
Paraná, agosto de 2005.
(*) Ex secretario general de Asociación del Personal del lnstituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (APINTA).
