Marcelo Comas

Sorpresivamente, Salvador Morelli renunció a la primera magistratura del Club Atlético Estudiantes. Luego de 27 años al frente de la entidad albinegra, el veterano dirigente decidió dar un paso al costado sin dar explicación alguna. Allegados a su entorno íntimo dieron a entender que el directivo analizaba hacía un tiempo la posibilidad, que se terminó por concretar a fines de la semana pasada. En diálogo con ANALISIS, el histórico dirigente prefirió romper el silencio y contar su verdad sobre todos los trascendidos que han circulado en los medios sobre su retiro definitivo. En esta nota se detalla cómo se fue desgastando la figura de Morelli justamente cuando se cumplen 100 años de una de las instituciones más importantes de la región a raíz de sucesos que debilitaron la figura de quien dirigió los destinos del CAE desde 1978 hasta la actualidad.

Inesperadamente, el directivo que más tiempo se mantuvo al frente del Club Atlético Estudiantes decidió pegar el portazo y quedar al margen de la conducción de una de las instituciones más prestigiosas del interior del país. Entre los argumentos que presentó Morelli para justificar su decisión se esgrime “agotamiento en su función”, aunque integrantes de su entorno íntimo aseguran que el detonante del alejamiento se centra en el desgaste que ha sufrido su figura luego del desfalco millonario del que fue víctima el club, que se sumó al episodio del fallecimiento de su sobrino, Alejandro, en un extraño caso que tuvo lugar en Colón, hechos que terminaron por manchar los festejos del Centenario del CAE. También le trajo dolores de cabeza el rechazo que provocó en la sociedad la figura de su hermano, el coronel Manuel Morelli, que ordenó la Masacre de Fátima, en la que fueron fusilados 30 militantes sociales de un tiro en la cabeza y sus cuerpos dinamitados en el partido bonaerense de Pilar.

El “homenaje” del Ejército de otorgarle el nombre de “Coronel Manuel Morelli” al campo de polo El Paracao, en la ciudad de Paraná, provocó “el paso a retiro” del jefe de la Segunda Brigada de Caballería Blindada, general Juan Carlos Willington, y el subjefe, general Valentín Venier.

El mandato de Salvador Morelli, que asumió funciones en el CAE en 1978, en plena dictadura militar, llegaría a su fin por estos días, aunque todavía resta esperar la aprobación definitiva de la Comisión Directiva, que se reunirá en próximamente.

Un poco de historia

A mediados de marzo de este año se conoció una noticia que involucraba directamente al Club Estudiantes de Paraná. Empleados administrativos de la entidad adulteraron el sistema informático para desviar fondos que ingresaban a la institución, operatoria que se sostuvo durante varios años. En ese momento, se hablaba de una estafa aproximada a los 500.000 pesos. Por ese fraude fueron sumariados diez empleados y cuatro personas resultaron suspendidas, por lo cual la dirigencia radicó la denuncia penal ante el Juzgado de Instrucción de turno, a cargo del juez Héctor Vilarrodona. Ese hecho marcó a fuego el año del centenario de prestigiosa entidad, que se cumplió el 5 de mayo, y todavía siguen resonando ecos en los pasillos de la institución.

El desfalco fue descubierto a mediados de diciembre del año pasado, tras constatar movimientos llamativos en el pago de la cuota de algunos socios. La sospecha llevó a un pormenorizado chequeo en el programa, lo que arrojó importantes diferencias de dinero respecto de lo que ingresaba a la entidad en concepto de cuota societaria y derecho de pileta y lo que realmente se rendía.

Según pudo determinar este semanario en un informe que se publicó el 17 de marzo de 2005, la elocuente cifra y las alteraciones registradas en el sistema de cobranza del club dieron la pauta de que los movimientos se venían gestionando desde hacía más de seis años, lo que realmente generó reacciones de todo tipo en dirigentes, socios y allegados a la institución.

Las maniobras fueron detectadas por el tesorero Xavier Uranga, que se encargó de llevar adelante una minuciosa investigación a fin de resolver la gran estafa que consumaban diez empleados de la entidad.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)