-Realidades. Según números del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) el 56,4 por ciento de los menores de 18 años son pobres (7.730.708) y el 23,6 por ciento son indigentes (3.234.835). La medición de la Encuesta Permanente de Hogares se sigue haciendo con la información proporcionada por la encuesta de gastos de los hogares correspondiente al año 1988. Si se utilizara la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de Hogar 96/97 los números resultantes arrojarían un importante incremento en la taza de pobreza y de indigencia. Datos fríos, crudos, vergonzantes, que no pueden disimularse con discursos “progres”, ni desparramando culpas hacia el pasado. Los ojos de cada niño pobre son los ojos de la historia que nos interpela. Otra de las fuertes falencias de la metodología actual del INDEC es que la misma no considera el gasto en alquileres. Una postura intermedia entre considerar o no los gastos en alquileres es calcular dos líneas de pobreza, la primera para aquellos que son propietarios de sus viviendas y sí considerar los gastos en alquiler para los inquilinos. Con estas consideraciones, los pobres pasarían a ser 17.095.730, es decir 1.476.449 por arriba de los que actualmente son considerados pobres. Y de 7,7 millones de menores pobres pasamos a ubicarnos en una franja que oscila entre 8,3 y 9,6 millones. No hay derrame que valga. “La infantilización de la pobreza -sostiene un reciente documento de la CTA- es el rasgo central de una Argentina impresentable desde un punto de vista ético y moral”. Es también la clave para interpretar la realidad destruyendo las falacias del neoliberalismo o del actual discurso neodesarrollista que, bajo otra modalidad, pretende reinstituir la vieja y falsa teoría del derrame.
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-La calle. En estos días se ha asistido a una escalada de conflictos sectoriales y a una generalización de la protesta social. El gobierno ve peligrar un transito pacífico hacia las legislativas de octubre a las que preveía llegar mucho más cómodo para legitimar así el poder construido en dos años de azarosa gestión. En ese marco apela a relativizar la movilización endilgando la protesta a la “izquierda iracunda y sin votos”. Desde esa óptica flaco favor le hacen a la defensa de los intereses que dicen defender. Pero el gobierno más que poner el esfuerzo en esas chicanas debería asumir con mayor realismo la acuciante situación social de ese pueblo que lo mira –aún– con enorme esperanza. Frente a planteos que reclaman un shock distributivo no faltan voces que inmediatamente alertan sobre el aumento inflacionario que ello provocaría. Dicen además que la demanda de bienes y servicios aumenta a niveles anteriores a la crisis. Dicho así supone desconocer la existencia de dos Argentinas. Una minoritaria que consume, la otra –mayoritaria- que consume las sobras de la primera. Claro que nadie puede creer que sea fácil desestructurar el carácter oligopólico del mercado de productos de primera necesidad. Eso bien lo sabe el gobierno cuando ni bien termina de cerrar trabajosos acuerdos con los productores lecheros para detener el aumento de la leche, Mastellone Hermanos aumenta unilateralmente los precios de góndola. La misma carga de retenciones a las exportaciones pareciera no ser suficiente para mitigar los aumentos que sufren los productos en el mercado interno. El propio dato sobre el quiebre de la tendencia regresiva en la distribución del ingreso marcada por el ministro Lavagna está lejos de señalar una tendencia sostenida. La presión que meten los precios en la distribución del ingreso precisamente percute en el segmento de artículos de primera necesidad. El crecimiento, además, tiene otra luz roja que comienza a titilar. El crecimiento industrial señala que ha cubierto la capacidad instalada.
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-Propuestas. El problema argentino es la profunda desigualdad en el funcionamiento económico. Hay un déficit en la forma en que el representante del interés público (el Estado) realiza sus modos de intervención en el proceso de producción y distribución de la riqueza nacional. La CTA hace ya tiempo propuso reemplazar el actual sistema de Asignaciones Familiares (que paga a los pibes sólo si el padre es un trabajador registrado) por la vigencia de una Asignación Universal por Hijo que se entregue articulada con el chequeo sanitario durante los primeros años de vida del chico y vinculada a la participación en el ciclo escolar durante el resto. Esto permitiría transferir ingresos de manera universal al conjunto de los hogares y al mismo tiempo posibilitaría impactar progresivamente sobre los más necesitados, ya que mientras el promedio de hijos por hogar es para el conjunto de la población de 1,1, para los hogares pobres es de 2,6 y para los indigentes de 3. Ingresos, salud y educación para nuestros pibes constituyen la verdadera clave para afirmar el futuro en la Argentina.
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-Paisajes entrerrianos. En nuestros parajes también habitan los mismos duendes. De todas maneras son los docentes los que acaparan la escena. Reunido en Colón el Congreso Provincial de AGMER decidió no acatar la conciliación obligatoria establecida por la Dirección Provincial de Trabajo y lanzó un paro de 24 horas para el lunes 22 de agosto que -según fuentes gremiales- tuvo un acatamiento cercano al 90 por ciento. Pero no es precisamente el paro lo que más resalta en las resoluciones del conflicto docente. Junto a esta medida el principal gremio docente decidió organizar una movilización el día 29 en Concordia, cuando el Presidente Néstor Kirchner visite esa ciudad. Paralelamente llevará la cuestión a la Organización Internacional del Trabajo por entender que la Conciliación Obligatoria dictada por la Dirección Provincial violenta la garantía constitucional del derecho de huelga. Sin querer abarcar el aspecto específicamente técnico, la denuncia ante la OIT suena algo extravagante y sin efecto práctico con relación a la marcha en sí del conflicto. Pueden pasar siglos antes de que ese organismo internacional trate el tema. Pero bueno, cada cual es libre de definir los cursos que cree conveniente. El punto que define la movilización provincial docente para el día 29 en Concordia resalta por la insoslayable traducción política. La resolución es categórica al incluir al gobierno nacional en las desventuras de la política educativa en la provincia.
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-Intereses legítimos y de los otros. El prolongado conflicto entre el gobierno provincial y los maestros podría habilitar a Jorge Busti a dictar cátedra en una Maestría sobre conflictos docentes. Es que, cosa rara en él, esta vez se ubicó como estratega tratando de sortear el manoseo. Mantuvo la actitud de diálogo y a pesar de las idas y venidas de AGMER impuso a su ministro de Economía a seguir trabajando para mejorar la oferta salarial. Dentro de ese manejo general hizo una movida muy fuerte que seguramente hará impacto en la sociedad: acusó al asesor legal de AGMER, Héctor Fischbach, de adoptar un protagonismo exagerado e inclinar al gremio a una postura de conflicto en pos de beneficiarse directamente en su rol de abogado por la consabida vía de los recursos de amparo.
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