Florencia Penna
El viernes pasado se realizó la charla-debate La masacre de Avellaneda y la lucha frente a la impunidad, con la presencia de Alberto Santillán, padre de Darío, que fuera asesinado junto a Maxi Kosteki el 26 de junio de 2002 en aquella estación de trenes del sur bonaerense. Convocados por la Agrupación Utopía (Facultad de Humanidades de la UADER) y el colectivo Destrampe, se proyectaron videos sobre la represión a la movilización que se acercó al Puente Pueyrredón y que se cobró dos vidas y varios heridos. También se puso en discusión un tema preocupante: por qué hay represión e impunidad en democracia. La charla simbolizó además un acto de desagravio para integrantes de Destrampe, a los que se quiere procesar por unas pintadas alusivas a estos crímenes.
-¿Qué lo trajo a dar esta charla a Paraná?
-Para llegar a varios lugares donde realmente no se sabe lo que pasó en la Masacre de Avellaneda. Las informaciones llegan a cuentagotas y por eso es importante. Vengo como papá de Darío, yo no soy el militante, él lo era, tenía actividades sociales y estaba en algo que empiezo a ver, lamentablemente, después de su muerte. Y más allá de que me interesa que se sepa lo que pasó en Avellaneda, que se sepa cómo se está manejando el gobierno, cómo habla de los derechos humanos y sin embargo los pisotea, me interesa apoyar a compañeros de acá que por hacer pintadas con referencias a esta masacre se terminan comiendo una causa. Me parece una forma de represión porque si es por las pintadas las más grandes son las de los políticos. Y me sensibiliza mucho que la gente joven, como fue mi hijo, se interese o levante algunos pensamientos que tenía Darío. Eso me hace estar acá.
-¿Por qué el caso no se esclarece?
-Hace tres años que estamos luchando y este gobierno habla mucho, el presidente sobre todo, de los compañeros caídos, los recuerda, pero parece que a este señor únicamente le interesan sus compañeros, parece que de ahí en adelante no hubo más ningún luchador social caído. En la última entrevista que tuve con (Néstor) Kirchner me llevé su palabra, en la cual en su momento llegué a creer, que iba a crear una comisión para investigar, y me manifestó que si había políticos implicados en lo de Avellaneda no importaba quiénes fuesen, que quien tuviera la culpa iba a pagar. También dijo que abriría los archivos de la SIDE, y de lo que prometió no hizo nada. Nos entregó estos archivos después de casi dos años de lucha y son una barrabasada porque lo único que hay son 25 fojas con recortes de diarios y sin ninguna indicación seria, una tomada de pelo.
-Durante todo este tiempo de lucha se ha hecho un acompañamiento del juicio muy fuerte. Ustedes han investigado, hicieron reconstrucciones, aportaron evidencias.
-Desde un principio sostuvimos que lo que pasó en Avellaneda no fue un hecho aislado de unos policías a los cuales la situación los rebasó, sino que hubo un pacto político-policial. Ese momento fue muy difícil, había muchas manifestaciones y reclamos sociales, y qué mejor que aprovechar un acto multitudinario como fue el del 26 de junio para “poner las cosas en orden”. Hay que remontarse a las declaraciones funestas que dijo (el ex jefe de Gabinete Alfredo) Atanasof, como que cruzar el puente (Pueyrredón) era una declaración de guerra. La línea que bajaba (el ex Presidente Eduardo) Duhalde; el mismo Felipe Solá que sigue siendo gobernador de Buenos Aires; la mano dura de Carlos Ruckauf. Ellos lo tomaron al pie de la letra e hicieron una guerra contra gente inocente. Si no hubiese sido así hoy no estaríamos peleando por justicia por dos pibes inocentes asesinados.
Dignidad piquetero
-¿Qué marca deja la Masacre de Avellaneda?
-Creo que lo que pasó fue un caso testigo y una forma de querer inculcar a los mismos desocupados que se matan entre ellos, para sacar la manifestación de la calle. En estos tres años han buscado todas las maneras posibles de desgastarnos, de que esto pase al olvido, pero en este tiempo hemos demostrado que estaban equivocados porque cada mes la protesta ha sido masiva, y en cada aniversario la multitud pidiendo justicia, mayor. Acá no están únicamente los que integran militancia sino una parte de la sociedad que también pide lo que estamos reclamando. Es lamentable pero hay que decirlo, estamos peleando solos, nadie nos ayuda. De la esfera del poder, nadie. Lo único que tenemos es la militancia, y una parte de la sociedad que nos acompaña en esta lucha. Después de la muerte de Darío y Maxi, si no hubiese sido por las marchas masivas en contra del gobierno, seguramente Duhalde hoy por hoy nos estaría gobernando. La muerte de ellos sirvió para que Duhalde se tuviera que ir antes del poder y a su vez para que la sociedad a través de los medios tenga una idea distinta de los desocupados. A través de lo que fue Darío como que se empezaron a preguntar ¿esto es lo que hace un desocupado?, ¿cómo este pibe hacía todo lo que hacía? Entonces los medios entraron en las distintas agrupaciones y se llevaron algo distinto. Porque en definitiva lo que hacen los desocupados es dar la contención social que el gobierno no da.
-Y en este pacto político-policial que supera el accionar de unos policías, pudieron ser otros manifestantes los caídos pero fueron ellos… ¿qué piensa al respecto?
-Tiene que ver mucho la actitud de Darío, una actitud que es un reflejo de lo que él era en su vida. Él no pregonaba cuando hacía las cosas, iba y las hacía. Por su personalidad sobresalía entre los demás y cuando había que hacer algo él ponía el pecho a la situación, pero no para hacerse el guapo sino porque creía firmemente en lo que hacía. Jamás dejó un compañero solo y muchas veces se sacó lo poco que tenía para dárselo a otro que de repente tenía una carga de familia y él por ahí se las podía rebuscar un poquito más. La actitud de Darío demuestra que era un despojo de sí mismo, una manera de llevar sus pensamientos y sus creencias hasta las últimas consecuencias. Cuando él decía o escribía que la injusticia hacia los demás había que sentirla como si fuese propia, realmente Darío era así. Yo hablo como papá, pero los compañeros y compañeras te pueden decir cómo era. Su muerte es consecuencia de haber llevado sus creencias a sus últimos límites, nunca iba a dejar un compañero por más que no lo conozca.
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