Alejo Roa
A pesar de la renuncia forzada de la ex ministra de Salud, Graciela López de Degani, aún se mantiene en el Hospital San José de Federación la estructura recaudatoria construida por un grupo de profesionales, que llegaron de la mano de la Dama de Hierro. Durante el año pasado y en lo que va de 2005 hubo casos de médicos que hasta ofrecieron el servicio de Delivery, es decir, ir personalmente a buscar a los pacientes para cobrarles la atención médica, a pesar de estar prohibido.
Si bien la historia no es nueva, en los pasillos del nosocomio se pensó que con la huída de Degani -ahora incorporada como instructora de Residentes Médicos de los hospitales San Roque y San Martín- podía pensarse nuevamente en un servicio de salud realmente público. No obstante, las quejas siguen llegando al director Federico Locícero, que decide contraatacar, en lugar de despejar un poco de dudas.
Quizás no sea necesario, pero vale la pena -legado de por medio- aclarar que está prohibido que los médicos perciban una remuneración en concepto de atención o prestación por parte de los pacientes. Locícero lo sabe, pero nada hizo acerca de las infinidades de quejas de pacientes que tuvieron que pagar, porque se lo exigían los nobles médicos, por los servicios prestados.
Hace un año, una parturienta, a quien se le tuvo que practicar una cesárea, dio a conocer su bronca contra el ginecólogo Marcelo David Guerrero, que utilizó su propio recetario a modo de recibo donde se puede apreciar que el 13 de agosto de 2004 percibió 400 pesos en concepto de “honorarios médicos” y donde asegura que aún le quedaba un saldo por el mismo monto. Pero las quejas formales siguieron. En mayo de este año, la bronca fue contra el accionar del médico Juan Baldezzari. Según la paciente de apellido Moreyra, debió pagarle 150 pesos en concepto de “honorarios médicos”. Pero las quejas contra Baldezzari continuaron ya que una mujer de apellido Ríos en marzo debió internar a su padre, “un paciente indigente”, que a los pocos días falleció. No obstante, y a pesar de haber pagado los medicamentos, “que no eran pocos”, el mismo doctor Baldezzari “nos cobra a mis hermanos y a mí la suma de 750 pesos por ser yo personal de este nosocomio, de lo contrario serían 1.500 pesos”, manifestó en un carta enviada el director Locícero, aunque aclaró que “no lo he abonado por considerar que no corresponde”.
Los pedidos de las personas apuntan también a mejorar el servicio de atención en el hospital, ya que para ser atendidos tienen que esperar tiempos excesivos y nadie responde a qué se debe. Pero los cobros indebidos siguen sucediéndose. Esta vez le tocó a un joven de apellido Paiz, cuyo hijito se introdujo un “elemento extraño en la nariz” y que en un primer momento fue atendido por el mismo Baldezzari.
“Realizo esta denuncia para que cosas como estas no vuelvan a suceder en Federación -expresó Paiz-. Estando de guardia el doctor Juan Carlos Baldezzari, en fecha 8 de septiembre de 2004, concurrí con mi hijo, quien se había introducido un cuerpo extraño en la nariz, pero el doctor sólo le medica Cefalexina 500 mg (jarabe), Ibuprofeno (jarabe). El cuerpo extraño era una semilla de maíz, que germinó y reprodujo un gran hematoma afectándole la visión, por tal motivo me vi obligado a realizar una denuncia policial por abandono de paciente.
Finalmente, otro profesional, el doctor Chaves, realizó la extracción del grano de maíz y le cobró la suma de 70 pesos, sin recibir constancia alguna”.
Pero las quejas también son de los turistas que deciden pasar unos días en la ciudad termal. Un hombre ya mayor de Capital Federal, de apellido Cresta, denunció que estando en alojado en el Hostal La Glorieta sufrió un “cólico intestinal” por lo que tuvo que ser internado en el hospital. “El doctor Juan Baldezzari, después de ver mi estado, ordenó pasarme suero con algún antibiótico y Buscapina inyectable en el mismo suero. El doctor Baldezzari me informa que sus honorarios son de 80 pesos. Y al otro día después que me dio el alta, quedó pasar por el hostal y allí me informa que lo que tenía que abonar eran 200 pesos por arancel hospitalario y medicación”, expresó indignado el turista ante el cobro y además de manera personalizado de Baldezzari.
(más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
