-De barro somos. En su momento cayó el Imperio Romano, el muro de Berlín, Hitler, Anastasio Somoza y Stroessner. Aunque salvando las distancias, también la ministra Graciela Degani tenía que caer. De lo contrario podría pensarse que Jorge Busti era un súper Dios, capaz de garantizar una inmortalidad terrenal. Pero no, todos somos mortales. Los cientos de casos de hepatitis, los medicamentos truchos, el compromiso con la corporación para poner dueños de clínicas al frente de los hospitales, la permanente confusión entre lo público y lo privado, la fueron empujando hasta encontrar su caída. Ese permanente patinar en el barro, convencida de su inmortalidad, termina por cortar su atadura con el gobernador. Jorge Busti, que la seguía sosteniendo de la mano, terminó por soltarla. El hombre acompaña a sus amistades hasta la puerta; la solidaridad no le da para entrar al nicho con el muerto. Renunció Graciela Degani y esto es una buena noticia. De aquí en más comienza una nueva película, con otros protagonistas que interpelarán a la sociedad en forma diferente. Sin dudas, la renuncia de Degani hay que anotarla en el haber del flamante coordinador provincial de Planes Sociales, licenciado Jorge Kerz. El funcionario la hizo simple: lo que actuara Bromatología y toneladas de alimentos en mal estado cayeron en la cabeza de la ministra.

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-La suma de problemas. Este paso en el gobierno le desata problemas que parecen no tener fin. Si bien el licenciado Kerz no parece ser una persona que actúe por impulsos, por el contrario da la impresión de que gusta del trabajo de largo aliento, con esta movida salió fortalecido. A partir de esta caída de Degani se puede sentir con mayor poder para fijar pautas que den transparencia a la gestión. Puede sentirse estimulado para sobreponerse a las presiones punteriles naturales en el entorno íntimo del gobierno. Por otra parte, es muy difícil que Gustavo Bordet piense que su futuro político en lo inmediato esté ligado a los intereses de algunos cuestionados referentes del bustismo. Por poco perspicaz que se presente puede tomar nota de que los vientos nacionales soplan en otra dirección. Entonces, cabe valorar un nuevo escenario envuelto en tensiones muy fuertes. Hay que tener en cuenta las cuestiones materiales de lo que se está hablando. Que el punterismo íntimo no pueda manejar las cajas de alimentos a su antojo deteriora el funcionamiento de las estructuras que han solventado al gobierno. Contar con las remesas corporativas, con los subsidios y las distintas formas de ayuda es el verdadero lubricante de la maquinaria política y una fuente de buenos recursos personales. Entonces, surge natural que el precandidato Marcelo Casaretto, que supuestamente integra una lista no oficialista, pida la renuncia de Jorge Kerz bajo el pretexto de que no es peronista. Es indudable que con esta posición el iracundo candidato de la derecha peronista está más de acuerdo con la administración de la peronista (sic) Graciela Degani que con la bocanada de transparencia de la gestión de Jorge Kerz. Si eso sucede por el lado de Casaretto, es de esperar que los buenos muchachos de la Legislatura provincial no tarden en hacer sentir sus quejidos. Al caer Degani, cae una parte importante del engranaje corporativo.

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Preocupante. Primero sorprendió por el lugar que afectaba la denuncia y al correr de los días y de la investigación en curso la sorpresa pasó a ser el monto de la defraudación. Son cifras no oficiales pero se estima que puede llegar a 2 millones de pesos la defraudación al municipio de Gualeguaychú por parte de su ex tesorero, Ángel Giménez. El hecho afecta a un municipio que para propios y extraños era inmaculado. Si bien el ex tesorero Giménez era personal de carrera de la comuna, sus nueve años de servicio al frente de ese cargo de enorme responsabilidad lo ligan en mucho a la espina dorsal del Agrupamiento Militancia hoy incorporado al Nuevo Espacio, aunque también a referentes del PJ del sur entrerriano. Más desde afuera pero siendo puntillosos en el seguimiento de los trascendidos periodísticos, es de suponer que la confianza que se le dispensaba fue la llave para eludir controles y llegar a un afano que trepa a la cima del escándalo. Seguramente que la relación entre el funcionario y las autoridades políticas llegaba al nivel de los afectos pues la crónica registra que Daniel Irigoyen queda virtualmente inmovilizado por el estupor.

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-Justicia perseguirás. Con la absolución del único imputado el crimen de la niña Laura Espíndola queda absolutamente impune el caso. Si se observa en detalle son pequeños agregados los que terminan construyendo esta inmensa injusticia. El final es sencillo y salvo la doliente familia de la niña, nadie parece incomodado. Hay una sola persona que imputa la responsabilidad del crimen a Martín Burdino, es David Abraham, que como ya es una costumbre en los estrados judiciales de Paraná en el momento del juicio, que es cuando su testimonio vale, termina por no recordar absolutamente nada. Caído el principal y único testigo, lógicamente la fiscal no tiene elementos para imputar delito alguno. A instancias de la fiscal Adriana Bupo, la Cámara integrada en este caso por los doctores Ricardo González, Felipe Celli y Juan Ascúa absuelve a Burdino. Todo bien, todo legal, pero cualquier vecino con alguna idea de lo sucedido puede asegurar que de lo que dice y hace en ese juicio es cierto, y lo que es más grave, que los primeros que deben saber que esto es así son los encargados de administrar justicia, es decir los jueces. Laura Espíndola fue víctima de una bala en medio de un tiroteo desatado entre dos bandas en la esquina de Vicente Del Castillo y 3 de Febrero. Una esquina superpoblada de Paraná, en una tarde de abril, es decir, en un momento donde abundan los vecinos en las veredas compartiendo el mate o simplemente las ganas de comentar algo. La niña estaba esperando el ómnibus junto a su mamá. Esto se los señala para destacar la temeridad de los integrantes que se cruzan en un tiroteo. Al principio detuvieron a todo el grupo que participó del tiroteo, incluido Burdino, pero la ahora integrante del Superior Tribunal de Justicia, doctora Susana Medina de Rizzo, caratuló la causa “Homicidio en riña y lesiones” y excarceló a todo el mundo. Luego, para hacerla corta, surgió la imputación del crimen a Martín Burdino producto del testimonio de David Abraham. Naturalmente, como la mano venía pesada el hombre quedó prófugo.

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-La cuestión del poder. Las elecciones de provincia de Buenos Aires y en alguna medida la de Capital Federal marcan los vectores más generales del proceso político inmediato en la Argentina. Y como ha sucedido muchas veces, los proyectos y escenarios se mimetizan tras figuras que surgen emblemáticas para una u otra posición. En ese sentido, la ruptura del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires alinea tras del ex presidente Eduardo Duhalde la corriente de un peronismo abrazado a una liturgia tradicional que no disimula un perfil conservador. Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner agrupa un conglomerado plural pero también con un fuerte componente justicialista. En la actualidad se presentan como proyectos antagónicos y es así pues que el triunfo o fracaso de uno u otro determina el curso de la política nacional. Se sabe que el antagonismo entre dos posiciones está expresado por cómo se enfrentan las pequeñas o grandes diferencias en la disputa de poder y no por el tamaño de las diferencias. Lo cierto es que con independencia de las razones que unieron a Duhalde y Néstor Kirchner en el pasado, hoy encarnan posiciones diferentes en cada uno de los segmentos de qué hacer en la Argentina de nuestros días. La política económica también se incluye en el radio de influencia de estos antagonismos a pesar de que el ministro Roberto Lavagna fue un caracterizado ministro en el gobierno de Duhalde y lo sigue siendo con gran eficacia con el Presidente Kirchner.

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