Las relaciones diplomáticas entre Argentina y Colombia, que habían quedado dañadas por un cruce de descalificaciones entre los presidentes Javier Milei y Gustavo Petro, quedaron normalizadas tras una reunión de alto nivel entre los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, que se concretó en la ciudad de Bogotá.

Según se informó en un parte de prensa oficial del Palacio San Martín, la entrevista se concretó “en seguimiento de lo anunciado en el Comunicado Conjunto del pasado 31 de marzo, la Canciller argentina, Diana Mondino, visitó la República de Colombia por invitación de su Ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo”.

Ambos cancilleres mantuvieron una reunión en el Palacio San Carlos, en Bogotá, en la que hicieron “un balance de la relación bilateral y abordaron temas como el intercambio en temas comerciales y turismo, la posibilidad de aumentos en las frecuencias aéreas, el fomento de la cooperación en materia de defensa, la integración regional y el relacionamiento multilateral”.

Las autoridades de ambos países “valoraron los vínculos de cooperación existentes, y coincidieron en la voluntad de seguir trabajando sobre la base de la complementariedad, en beneficio de ambos pueblos”, se indicó en el comunicado. Tras ese encuentro, quedó confirmado el regreso a Buenos Aires del Embajador de Colombia en la República Argentina, Camilo Romero, así como se concedió el beneplácito al embajador designado de la República Argentina en Colombia, Mario Raúl Verón Guerra.

Asimismo, los cancilleres manifestaron su vocación de continuar trabajando en los diversos mecanismos de integración regional compartidos, particularmente en los ámbitos de interés común, continuó el comunicado, que también consignó que el ministro Murillo se refirió a la decisión del Gobierno argentino de iniciar el proceso de ingreso a la OCDE, iniciativa apoyada por Colombia, y frente a la cual manifestó la disposición para compartir su experiencia en el proceso de adhesión.

“Este es un nuevo momento de la relación que queremos mantener en términos pragmáticos y en beneficio de ambos pueblos”, dijo el canciller Luis Murillo, al término de la reunión con Mondino.

Camilo Romero, tras el encuentro, manifestó: “Lo que ha ocurrido nunca debió ocurrir. Las Cancillerías han hecho un gran trabajo. Se ha impuesto la voz de la diplomacia a los insultos, ese momento aciago que nunca debió pasar, que fue un momento triste en las relaciones entre Colombia y Argentina. Afianzar el vínculo y todo esto se hace por el bienestar de la gente, el bienestar de la ciudadanía”.

“Restablecer totalmente las relaciones que en algún momento estuvieron un poco turbias. Se ha impuesto la voz de la diplomacia frente a los conflictos. Este es un ejemplo para resolver un tema de conflictos, más en el mundo que hoy tenemos”, consideró el embajador Romero.

Un cruce político y personal

La tensa situación entre Javier Milei y Gustavo Petro se desató después de que circulara un fragmento de la entrevista del jefe de Estado argentino con la cadena de noticias CNN en Español. En la misma, el mandatario tildó a su par colombiano como un “terrorista asesino”, en diálogo con el periodista Andrés Oppenheimer, en una entrevista que se transmitió a fines de marzo.

Pero no fue la única vez. La primera oportunidad en que Milei se refirió a Petro de esta manera fue el 26 de enero de 2024, cuando en la entrevista que le dio a la periodista colombiana Patricia Janiot lanzó dardos en contra de Petro y su modelo de Gobierno. De manera escueta, en aquella ocasión, indicó: “Es un comunista asesino que está hundiendo a Colombia”.

Esas definiciones derivaron en una contundente declaración de la Cancillería de Colombia que emitió un comunicado que repudió las declaraciones en las que se expresó “de forma denigrante en contra del primer Mandatario de los colombianos, el respetado señor Gustavo Petro”. Tras eso, llamó a consulta al embajador Romero, en una escalada diplomática que se frenó tras gestiones de ambos países, que hoy concluyeron de manera satisfactoria.