Rody Agut, motorista del paranaense Mariano Werner, sigue sumando éxitos en el Turismo Carretera.  En Toay, el pasado fin de semana, el preparador sumó un nuevo triunfo en la categoría de la mano del tricampeón de TC y entró a la historia al ser partícipe de la segunda victoria de un Ford Mustang en la Máxima, la primera del prototipo de nueva generación. El preparador habló con SoloTC sobre este logro, el cambio técnico en el motor y la ilusión de lograr la corona con el nuevo modelo.

“Me ilusiona ser el primer motorista campeón con el Mustang. Laburamos para ganar. Seguramente vamos a estar en la pelea y clasificaremos al grupo de los 12 de la Copa”, dijo.

La cuarta fecha del TC en Toay fue la primera carrera especial del año con una detención en boxes para cambiar los dos neumáticos derechos. Pero el foco estaba puesto también en cómo iban a funcionar los autos de nueva generación un circuito veloz como el pampeano.

El prototipo del Fadel Werner Competición no desentonó respecto a lo que había mostrado en el inicio del torneo. Werner clasificó segundo, a 0s236 de Diego Ciantini (Chevrolet), llegó segundo en su serie y ganó la carrera a 30 vueltas. La victoria, que se dio sobre el final de la prueba gracias a una neutralización que achicó la gran brecha con Ciantini, le permitió al piloto de Paraná escalar a la cima del torneo con 144,5 puntos.

“Sabía que se iba a dar pronto la victoria con el Mustang. En El Calafate el auto mostró sus virtudes, así que en algún momento la victoria se iba a dar. La velocidad del Mustang no es la fuerte, pero fuimos contundentes en el resto de cosas. Quisimos hacer una prueba aerodinámica antes de Toay pero no pudimos, así que llegábamos con gran incertidumbre”, reconoció Rody. El Ford Mustang ya contaba con un triunfo en el Turismo Carretera, sin embargo, el binomio Werner-Agut le otorgó el primer éxito al prototipo de Nueva Generación.

En esta carrera los multiválvulas volvieron a las RPM que usaron hasta 2023, lo cual se sumó al aumento de cilindrada que se implementó desde la apertura del campeonato en El Calafate. Si bien el cambio de régimen se hace directamente desde la computadora, los motoristas deben hacer ajustes en el impulsor para optimizarlo.

“Tuvimos que acomodar el régimen de motor, en el caso de Ford a 8800 RPM cuando antes trabajábamos a 8300. La puesta a punto del motor cambia, pero acertamos en la configuración”, explicó.