El Senado aprobó una modificación en la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal que flexibiliza la mayoría necesaria en la Cámara alta para elegir al nuevo procurador general de la Nación y limita el mandato del jefe de los fiscales a cinco años, con posibilidad de una reelección en el cargo. La iniciativa, ahora, pasará a la Cámara de Diputados para su debate.

El kirchnerismo impuso su mayoría en el Senado después de cinco horas de sesión y aprobó el proyecto con 42 votos a favor y 27 en contra. La oposición, lejos del número para bloquear la iniciativa, lanzó fuerte críticas e insistió en que el Gobierno pretende con esta modificación controlar a los fiscales.

La principal modificación impulsada por el kirchnerismo para la elección del jefe de los fiscales consiste en la eliminación de los dos tercios de los votos requeridos para que el Senado de su acuerdo al candidato elegido por el Presidente. En cambio, a partir de ahora, alcanzará con reunir la mayoría absoluta de los integrantes de la Cámara alta, un número más accesible para el oficialismo.

El primero en defender el proyecto del kirchnerismo fue el senador Oscar Parrilli, que detalló, punto por punto, las modificaciones más salientes de la ley orgánica del Ministerio Público, atacó al macrismo por su política judicial y cuestionó la autoridad de Eduardo Casal, actual procurador general, que fue nombrado de manera interina en 2017, publicó el diario La Nación.

“Casal se dedicó a perseguir a fiscales, como por ejemplo al fiscal (Juan Pedro) Zoni, que lo sacó de la causa del Correo. Lo mismo quiso hacer, pero no pudo, con la fiscal (Gabriela) Boquín en ese mismo caso. Casal también protegió a (Carlos) Stornelli cuando estuvo citado durante ocho meses a una indagatoria y este fiscal se burló de la Justicia”, lanzó Parrilli, hombre de confianza de Cristina Kirchner.

Primero, el senador defendió la decisión de terminar con la condición de vitalicio del mandato del procurador y, en cambio, sostuvo que es “razonable” que tenga un mandato de cinco años con posibilidad de una reelección por cinco años más. “Es un plazo razonable para llevar adelante una política criminal”, indicó.

Después, Parrilli continuó con la defensa del proyecto oficialista, ahora sobre la baja del número en el Senado para elegir al procurador. “Como ya no será vitalicio, no nos parece conveniente que sea necesario tener mayoría de dos tercios (para elegirlo)”, argumentó el exjefe de la Agencia Federal de Inteligencia. Y, por último, remató: “No se trata de (Daniel) Rafecas sí o Rafecas no. Se trata de Casal sí o Casal no”.

Rafecas es el candidato elegido por el presidente Alberto Fernández para ocupar la Procuración General, un candidato que tiene el visto bueno de una parte de la oposición, pero que ya advirtió que no aceptará el cargo si el oficialismo flexibiliza la cantidad de votos en el Senado para la elección del procurador general.

El bloque de Juntos por el Cambio rechazó la modificación de la ley orgánica del Ministerio Pública propuesta por el oficialismo. A pesar de que el jefe del interbloque opositor, Luis Naidenoff (UCR-Formosa), había planteado la necesidad de postergar la reunión en virtud del duelo nacional decretado por el Poder Ejecutivo por la muerte de Diego Armando Maradona, la vicepresidenta Cristina Kirchner rechazó postergarla y la sesión siguió adelante.

“Si querían resolver el problema de tener un procurador interino era muy sencillo: ahí está el pliego del candidato que eligió el Presidente. Pero nunca se lo convocó. El camino es nombrar un nuevo procurador, pero los dos tercios son difíciles de alcanzar”, cuestionó el senador opositor Martín Lousteau. Y continuó con las críticas a la iniciativa del kirchnerismo: “No hay un proyecto de modificación institucional, no hay una discusión profunda sobre eso. Hay un intento de nombrar a alguien, todavía no sabemos a quién, y de darle al oficialismo el mayor control”.

El oficialismo eligió primero modificar la ley orgánica del Ministerio Público antes de tratar el pliego de Rafecas. Después de las declaraciones de Rafecas sobre la iniciativa que se aprobó en el Senado, se abre un interrogante sobre si efectivamente será candidato a procurador general o si, en cambio, el oficialismo elegirá a otro candidato.

“El próximo procurador tendrá que dictaminar cuando las causas de la actual vicepresidenta lleguen a la Corte Suprema. ¿Qué les gustaría? ¿Alguien a quien no se le cree o alguien que tiene la absoluta confianza ciudadana?”, señaló Lousteau.

Y Naidenoff, incluso, fue un paso más allá y tildó a esta modificación aprobada por el oficialismo como una “contrarreforma constitucional” porque le quita independencia al Ministerio Público.

La modificación votada anoche agrega que cualquier candidato a procurador que supere los 75 años tendrá un mandato reducido. Es decir, los cinco años previstos originalmente, pero no para dos mandatos. La limitación de la edad también corre en el caso de una reelección.