Por Ezequiel Re

(Especial para ANÁLISIS)

Demasiado lejos llegó el proceso de Walter Perazzo en Patronato. Un equipo sin elaboración, sin mística, sin actitud ofensiva, y que nunca se metió en el corazón de los hinchas.

Tras el tibio 0 a 0 de este sábado ante Estudiantes en Caseros, el ex delantero de San Lorenzo confirmó que se iba del club, para seguramente sumarse como entrenador de Temperley.

Solamente ganó dos partidos, lleva 8 encuentros sin ganar, amén de los últimos 5 encuentros consecutivos que igualó.

Habló de desgaste y dijo en Plaza Paraná (La Fiesta del Fútbol) que le pregunten a los dirigentes porqué se iba. Pero al margen de ello, este proceso fue negativo. ¿Responsables? En parte el cuerpo técnico por no insistirle a los dirigentes para conformar un mejor plantel futbolístico. Los dirigentes, por tomar de manera tibia la participación en la Primera Nacional. Y obviamente el cuerpo técnico por mantener el chip de “no perder” en cada partido incluso de local. Excesiva poca confianza en un certamen mediocre.

De allí la pobreza de resultados, la cantidad de empates y las pocas victorias.

El partido en Caseros

NG. No Gana. Patronato sumó en Caseros su octavo partido sin victorias, pero el quinto sin perder porque logró sendos empates.

Estancado en su andar, se valoriza la igualdad de visitante, aunque esta cuestión de sumar a cuentagotas lo mantiene lejos de la zona de clasificación y cerca del descenso o la promoción.

En el medio, la situación de “último partido” de Walter Perazzo como entrenador y la constante de no animarse a arriesgar un poco más. ¿No arriesga por su grado de limitación o porque la idea táctica es atacar con freno de mano?

El chip, fecha tras fecha, es el mismo. Atacar poco y defender mucho. Pero, este sábado ante Estudiantes fue un equipo de menor a mayor e incluso con poco mereció mucho más que los dirigidos por Walter Otta, que lejos estuvieron de argumentar tantos puntos en la Zona B (22).

La movilidad de Valencia, las corridas de Sanguinetti, las intenciones desde el sector central para darle equilibrio a la contención y al juego, dejaron una puertita abierta, para que, en un futuro, la cosa pueda mejorar.

En el primer tiempo pareció un equipo frío, distante, que no puede retener más de 10 segundos el balón en sus pies, salvo si el rival no aprieta y regala espacios hasta la mitad de la cancha.

Así y todo, la monotonía, el dolor de ojos, la falta de respeto al balón bien tratado, la rompió el Trencito Valencia. En los 45 minutos iniciales casi de 30 metros sacó un tremendo flechazo que podría haberse convertido en un golazo, pero el travesaño dijo no.

Estudiantes de Caseros, con mas forma de equipo, igual no inquietó tanto, pero pudo con Fagúndez desnivelar también. El 0 a 0 del primer tiempo se ajustaba a la realidad de un partido de ascenso gris y frío y como la tarde. 

En el arranque de la etapa final Sanguinetti erró una chance, agravando el peso ofensivo del Santo y después se hizo un partido abierto, o al menos con mayor prestigio ofensivo.

Después lo tuvo Valencia, convertido en el casi único punta, pero de acceso fácil por el centro del área en una buena atajada de Budiño. Mejor parado, y con más juego, el Santo, parecía sacar cierta ventaja como para merecer la victoria. El 0 a 0 fue definitivo dentro de un partido de pobre nivel. Y dentro de ese pobre nivel, el Patrón tuvo gestos de mejoras.

En un equipo revuelto, que no gana y que no se anima atacar que este sábado tenga tres chances de gol es mucho.

¿Qué necesita Patronato a futuro? Un cambio de mentalidad, ser más ambicioso, manejar cambios para mantener el ritmo de juego y que ese ritmo de juego principalmente se eleve de manera considerable. El nuevo DT tendrá que cargar en la valija para viajar a Paraná un inflador emocional, un manual de juego ofensivo, la paciencia para cambiar algunas piezas que no se entienden en el equipo, la data de jugadores del club que necesitan chances, el listado de refuerzos para el segundo semestre.

La dirigencia que conduce Dante Molina, tendrá una prueba de fuego. A corto plazo saben que es necesario no equivocarse en la elección del DT. Redireccionar el proceso, será el puntapié inicial para que la gente y el socio cambie el parecer sobre una dirigencia que hoy no disfruta del poder de una buena imagen, mirando las elecciones futuras.

Igual, en 2024, la prioridad será mantener la categoría primero y ver si se puede colar en la pelea por un ascenso.