N.B. de ANÁLISIS

La semana pasada, el juez de Garantías Eduardo Ruhl decidió elevar a juicio oral la causa en la cual se imputó a Jorge Maynard por presunto abuso sexual contra un chico con Síndrome de Down en Viale, en diciembre de 2016. En diálogo con ANÁLISIS, el abogado querellante Eduardo Gerard precisó que hay un pedido de pena adelantado junto a la fiscal Natalia Taffarel, que es de 10 años de prisión para el empleado municipal.

La instancia procesal que se vivió el miércoles pasado es un corte entre la etapa de Investigación Penal Preparatoria (IPP) y el debate. Se presume que en el juicio, que sería el año que viene y duraría unos tres días, habrá una veintena de testigos que deberán prestar declaración ante un tribunal.  

“Después del enorme peregrinar llegamos a lo que empieza a mostrar un final que es la elevación a juicio, dando por finalizada la IPP. En junio hicimos la elevación en forma escrita. Ahora hicimos la audiencia y estamos convencidos de la culpabilidad de (Jorge) Maynard”, subrayó el querellante que, hace poco más de un año tiene a cargo el impulso de la causa de modo particular.

Discusión

“Fue una audiencia bastante larga porque hubo oposición de la defensa. Se opusieron a la elevación a juicio, instando el sobreseimiento. Se discutió prueba. El argumento de la defensa es que no existe nada para considerar la culpabilidad de Maynard. Se discutió el informe médico que, si se analiza de forma aislada, como prueba independiente no prueba el hecho del que estamos hablando. Pero hay que analizar la culpabilidad o inocencia en relación a todas las pruebas. Y acá hay pruebas que son categóricas como la Cámara Gesell y la rueda de reconocimiento. Como cambió el defensor, ahora se dijo otra vez que Juan señaló a Maynard en la rueda de reconocimiento porque lo conocía. Esto quedó descartado ya, y fue el mismo argumento que utilizó al defensa anterior para oponerse a la realización de esta prueba”, recordó Gerard y acotó: “Cuando finalmente se hizo la medida (en septiembre pasado), quedó claro que Juan lo señaló a Maynard porque es su abusador. Y la jueza Marina Barbagelata que estuvo en la producción de la prueba se lo preguntó. Eso quedó clarísimo, con las limitaciones lingüísticas de Juan”.

Elevaron a juicio la causa por abuso sexual a un joven con discapacidad en Viale

En cuanto a las valoraciones defensivas sobre el informe médico, el querellante contó que contestó con “fervor” en la audiencia del miércoles pasado. “Hay detalles que no se pueden hacer públicos, pero se hicieron apreciaciones respecto de la forma de una violación. Cosas que considero casi ofensivas con mi defendido y cualquier víctima de abuso sexual”. “Acá no se trata de sindicar a una persona por el solo hecho de tener un rol en el proceso, en mi caso querellante. Yo estoy convencido que el hecho pasó como pasó porque me baso en las pruebas”, remarcó.

Prueba

El juez Eduardo Ruhl se expidió sobre la prueba y adelantó su decisión de elevar a juicio la causa en el mismo momento de la audiencia. “Rechazó la solicitud de sobreseimiento que hizo el defensor. Tomó argumentos de Fiscalía y querella. Maynard no puede ser absuelto en esta instancia. Para eso tiene que haber certeza negativa. Y lejos de eso, hay una enorme probabilidad de culpabilidad. Necesitamos una presunción, o semi plena prueba de culpabilidad, que la hay y abundante”, valoró el abogado.

Agregó que el juicio llevará unos 3 días y la resolución del juez de Garantías se remitirá ahora a la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) para que fije fecha y elija al tribunal. “La querella y Fiscalía ofrecimos 31 testigos, de los cuales se desistieron varios por acuerdo probatorio, sobre todo los que van a reconocer una firma. Más de 10 se desistieron. Deben ser alrededor de 20 testigos los que quedaron para citar a juicio oral. Hay familiares del denunciante, la mamá, vecinos, unos 8 o 10 testigos que son empleados municipales y compartían horarios de trabajo con la víctima y Maynard, hay peritos, psicólogos, psiquiatras, médicos y hay también testigos policías que hicieron un relevamiento planimétrico del lugar donde ocurrió el abuso”, detalló Gerard.

“Cuando se la hace elevación a juicio es requisito esencial proponer el hecho imputado, la prueba, el tipo penal y la expectativa de pena que se pedirá. Tanto la Fiscalía como querella adelantamos un pedido de pena de 10 años. Es una pena que puede ser modificada en virtud de lo que surja en debate de clausura, para arriba o para abajo. El delito atribuido tiene un mínimo de 6 años”, asentó.

Cabe señalar que Maynard, el imputado, no está trabajando. Se declara inocente y estuvo presente en la audiencia del miércoles pasado. “Esperemos el juicio y poder lograr la justicia para Juan, en una causa que se demoró mucho. La defensa se quejó de la elongación del proceso, pero Juan no tiene la culpa de eso. La prueba fue harto difícil. Sabemos que el principal testigo de este tipo de delitos es la víctima. Teníamos que esperar el tiempo, las ganas y el momento para decir lo que tenga que decir. Porque se trató de ensayar que si la víctima no lo dijo en el momento, que si no gritó, como si el perfil de víctima tiene un modelo esquemático, que si no se desarrolla de determinada manera no es víctima y hay que descreer”, lamentó el querellante y concluyó: “Estas cosas son muy dolorosas más allá de lo profesional”.   

Juan sigue dibujando

En diálogo con ANÁLISIS, el hermano de Juan celebró la noticia de la elevación a juicio oral. “Él no entiende todas las etapas que atravesamos. Pero le decimos que falta poco para que el hombre que le hizo daño esté preso. Él entiende que tiene que estar encerrado. Gracias a Dios todo va bien. Lo más importantes es que Juan, gracias a todos los aportes de la psicóloga no está al cien por ciento, pero se recuperó bastante de todo lo malo que pasó. Hasta el día de hoy dibuja, lo sigue dibujando, sigue dibujando el baño donde le hicieron daño. Pero en lo psicológico esperemos que esté más despierto, más chispa como era él, que vaya recuperando de a poco ese lado de él, esa alegría que tenía antes de esto. A eso apuntamos, que él esté con nosotros y esté bien”.

Juan es un chico con Síndrome de Down de Viale. Trabajaba en el galpón del taller de herrería de la Municipalidad de esa localidad, hacía tareas de barrido. En ese lugar, según los informes de su psicóloga particular, fue abusado por Jorge Maynard, empleado municipal.

Avanza la causa que involucra a un ex empleado municipal de Viale.

Juan señaló a su violador

El hecho fue en diciembre de 2016. La familia del chico notó un cambio drástico en la conducta y el ánimo de Juan. Como tiene muchas dificultades para comunicarse con palabras, la profesional que lo asiste lo hizo dibujar. En esas ilustraciones, Juan pudo contar que fue abusado por un hombre de bigotes, y que fue en el baño del galpón municipal.

Tras una denuncia de sus familiares, la causa inició a principios de 2017. La producción de prueba fue muy compleja y, de hecho, varios abogados pasaron por el legajo. En el marco de la IPP se realizó una medida inédita, por las características del caso: una rueda de reconocimiento donde Juan señaló al hombre que lo violó.

Datos para la prevención

Los abusos sexuales en personas con discapacidad intelectual, son más frecuentes que en el resto de la población. El riesgo que sufren las personas con discapacidad es alto, porque son muy vulnerables. Los agresores generalmente se encuentran en el entorno de la víctima: en el ámbito familiar, escolar, laboral, en el círculo de amistades, en la zona donde viven.

Los tipos de abuso posible son los mismos que para las personas sin discapacidad. Abuso sexual sin contacto, es decir el que se engloba en el acoso, pornografía, posturas indecentes, insinuaciones, exhibicionismo, entre otros; y abuso sexual con contacto, es decir el que refiere a tocamientos, masturbación, penetración o introducción de objetos, explotación sexual, entre otros.

Para detectar un abuso sexual en una persona con discapacidad hay que tener en cuenta los siguientes aspectos: confidencias, insinuaciones, comentarios, comportamiento y lenguaje con alto contenido sexual, dibujos de contenido sexual, cambios repentinos de la conducta, rechazo repentino a una persona, ansiedad, miedos, fobias, baja autoestima, autolesiones y comportamientos suicidas, trastornos alimenticios, trastornos del sueño, dificultades en las relaciones interpersonales, promiscuidad sexual, problemas físicos como infecciones vaginales o urinarias, heridas en los genitales, hinchazón y dolor de panza.