El consultor político de Gualeguaychú, Carlos Elgart, analizó la situación del país y la provincia en el contexto de pandemia de coronavirus y aislamiento social obligatorio.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Elgart señaló que en este momento se está “en una etapa de dosificación de la cuarentena a nivel país, cuarentena que no fue una solución sino que fue un instrumento para dar tiempo a prepararse ante este fenómeno que es la pandemia y que no tiene una alta letalidad”.

Como ejemplo, mencionó que “en Argentina se mueren alrededor de 20 personas por accidente de tránsito y la cuarentena hizo que esa mortalidad baje, y si se toman los 60 días de cuarentena hay un promedio de seis muertes por día por coronavirus, lo cual tiene que ver con la efectividad de las políticas sanitarias donde la cuarentena dio tiempo a que las estructuras y los recursos del Estado se preparen para responder en este dosificación de la cuarentena”.

Aclaró también que “esto es un mecanismo de prueba y error, como sucedió en Córdoba, y la clase política se va manejando en función de lo que hacen otros países como en Europa” aunque diferenció que “en Europa llega el verano y la posibilidad de vida del virus es menor que en el invierno, donde está Argentina que entrará en una etapa mucho más complicada por el frío”.

De todos modos, sostuvo que “mirando toda América Latina, Argentina es un país que dio desde un principio una respuesta sanitarista más cercana a los países europeos, en oposición al resto como México, Brasil y Estados Unidos que dieron una respuesta más enfocada a la economía”.

En este marco, planteó que “el problema en Argentina y en cualquier provincia es que no tienen espalada para sostener la cuarentena; a diferencia de Europa donde la economía es altamente formalizada y la informalidad es de un 8 o un 10%, en Argentina la informalidad es del 40%, la mayoría de la sociedad no tiene crédito y la clase media no tiene ahorros y no puede sostener en el tiempo la cuarentena, mientras tenemos un Estado que no es el Estado europeo de bienestar, fuerte, presente, con espalda y con recursos”.

“Esto lleva a que forzadamente, de hecho, la cuarentena se empiece a romper, que es principalmente un problema en las grandes urbes, donde se producen los contagios por la aglomeración de gente como sucede hoy en Capital Federal y el Conurbano bonaerense; mientras que la dosificación de la cuarentena se puede dar mejor en ciudades del interior”, admitió. 

En este contexto, apuntó que si bien no efectuó trabajos de encuestas en este tiempo de aislamiento, “obviamente la imagen de Alberto Fernández estuvo bien conceptuada y lo sigue estando aunque ha bajado un poco porque hay una visión paternalista”. “Generalmente los argentinos queremos un político que nos proteja, que nos cuide, con un Estado que esté presente, y eso está pero sucede que la intención de esta cuarentena se fue rompiendo de hecho, porque por ejemplo en el conurbano bonaerense, donde está la mayor cantidad de pobreza y de trabajo informal, la gente tiene que salir a trabajar y está la disyuntiva de enfermar o morir de hambre”, describió.

Asimismo, advirtió que “después que esto se vaya normalizando paulatinamente, aparecerán otros problemas y aflorará la conflictividad social y política que hoy también está en cuarentena” y recordó que “a principios de marzo había conflictos políticos en Bolivia, en Ecuador, marchas y protestas en Colombia, un presidente con una caída de imagen en Chile, y en Argentina el cambio de gobierno descomprimió un poco la tensión social que había hasta ese momento”.

Ante ello, adelantó que “esto va a volver, porque cuando la gente vuelva la normalidad estará más pobre –hoy la pobreza estará llegando casi al 50%- y con una economía mucho más quebrada, porque esto agarra a la economía argentina convaleciente, venía mal y encima recibió este golpe”.

Al respecto, consideró que “un logro político que puede presentar el gobierno es si Argentina logra salir del default, porque tendrá un oxigenamiento con acceso al crédito internacional que va a necesitar para repuntar la economía”.

Consultado por la actitud de la oposición, Elgart analizó que “la pandemia por una cuestión de miedo ha mostrado lo que los ciudadanos quisiéramos que pase siempre, que es una clase política unida y tirando todos para el mismo lado, y esto demuestra de qué somos capaces los argentinos cuando queremos hacer las cosas bien”.

“Argentina fue el país que mejor actuó en América Latina, ordenadamente y donde los resultados son los más bajos en cantidad de casos, y en ese marco encontramos una oposición que gobierna cuatro provincias y cerca de 500 municipios, acompañando en una acción cooperativa. Pero lo que unió a todos es el miedo y una vez que vaya pasando el temor volverá esa política vulgar, chata”, planteó.

“Hasta ahora la oposición se ha comportado según lo esperado, en una acción cooperativa, acompañando al gobierno en todas las decisiones económicas y políticas y también en forma coordinada con los gobernadores aunque esta coordinación se hizo pensando desde la centralidad de Buenos Aires y sin contemplar la diversa realidad que tiene el país”, sentenció.

La situación en Gualeguaychú

Respecto del comportamiento de los ciudadanos de Gualeguaychú ante la pandemia y el aislamiento, reflexionó que “el éxito de la cuarentena termina siendo su propio enemigo, porque en una sociedad democrática es muy complicado disciplinar a la gente y mantenerla en cuarentena, aunque sí hay países que culturalmente lo hacen como Suecia, donde no se puso en cuarentena al Estado sino que apeló al disciplinamiento social y el Estado proveyó de ciertas normas como no reunirse cierta cantidad de personas, proveer barbijos y alcohol, pero la gente se autodisciplina, porque es otra cultura”.

“En nuestra cultura donde somos más rebeldes a las normas, y siempre las estamos cuestionando, el miedo fue lo que operó en el disciplinamiento social, pero en la medida en que la gente vio que no pasaba nada y que no había una imagen tan tétrica como en Brasil, Italia o Europa, por una necesidad económica y porque se va perdiendo el miedo a la muerte, comienza a salir y a relajarse”, describió.

“En Gualeguaychú veo un cierto disciplinamiento en cuanto a la coordinación del comercio con los horarios de apertura y cierre, y a partir de las 20 se ve una ciudad bastante quieta, pero en el día ya se ve una ciudad muy cercana a lo normal por el movimiento que tiene, no se ve a toda la gente con barbijo, no es algo masivo”, admitió.

De todos modos, opinó que “así como la Gripe A trajo el uso del alcohol en gel, esta pandemia dejará ciertos hábitos de higiene que antes no se tenían, como lavarse las manos y demás. Y también el tiempo de superar ciertos miedos va a llevar un poco más de tiempo en perjuicio de ciertas áreas económicas como los restaurantes, los cines, los vuelos en avión”.

Como conclusión, afirmó que “paradójicamente esto va a favorecer al turismo nacional, porque la gente viajara en Argentina a espacios más abiertos, como Cataratas o el sur”.