Boca superó en Córdoba a Talleres, por 2 a 1, y se quedó con el llamado “Desafío de Verano”, último encuentro amistoso antes del inicio de la Copa de la Liga Profesional, que contó con el regreso del delantero uruguayo Edinson Cavani y que tuvo presencia de ambas hinchadas en las tribunas del estadio Mario Alberto Kempes.

El juvenil Luca Langoni, a los 35 minutos del primer tiempo y Nicolás Figal, a los 35’ del segundo tiempo, anotaron para el conjunto Xeneize, mientras que Nahuel Bustos, de penal, había marcado la igualdad transitoria para el dueño de casa, a los 21 minutos del complemento.

El partido en el Kempes

Tuvo un mejor arranque el elenco local, con un planteo dinámico por las bandas, mostrando al siempre peligroso Ramón Sosa por izquierda y al veloz Benavídez por el otro sector. Mientras que los conducidos por el DT Diego Martínez estaban más preocupados por contener los embates de su rival, sin mostrar demasiado con la pelota en los pies.

En ese juego asociado que propuso el equipo cordobés llegó a los 15 minutos la primera chance clara de la noche, cuando Bustos quedó solo en el punto del penal, tras una serie de toques precisos que pasaron la pelota de izquierda a derecha. Pero el disparo del delantero fue contenido sin problemas por Sergio Romero.

La presión del equipo del DT Walter Ribonetto para recuperar rápido el balón fue mermando con el correr de los minutos, y para el último cuarto de hora de la primera mitad comenzó a emerger una buena versión de Boca. El elenco Xeneize empezó a ganar en el mediocampo, cuando se asentaron Guillermo Pol Fernández y Jorman Campuzano, para comenzar a sentirse más cómodo el equipo y mirar con criterio el arco de enfrente.

A los 35’ llegó la apertura, cuando el uruguayo Marcelo Saracchi envió un centro por izquierda para la entrada de Bullaude. El cabezazo del exGodoy Cruz de Mendoza es evitado sobre la raya por Blas Riveros, pero Langoni aprovechó que el rebote le quedó servido para llenarse la boca de gol y vencer al arquero Guido Herrera.

Arrancó mejor el local nuevamente en el segundo tiempo, obligado a buscar la igualdad, y dejando más espacios en el fondo para que Boca intentase alguna contra. El incorporado Ramiro Ruiz Rodríguez se perdió el empate a los 7’, en una de sus primeros contactos con el balón, con un disparo al travesaño, cuando entró de frente y sin marcas, tras una estupenda maniobra del paraguayo Sosa por el sector izquierdo.

Un rato después, el uruguayo Saracchi entró a destiempo y bajó al propio Ruiz Rodríguez en el área, por lo que el árbitro Ariel Penel sancionó el correspondiente penal, sin dudar. La ejecución, a cargo de Bustos, engañó a Chiquito Romero y representó el 1-1 para los conducidos por Ribonetto.

El guardavallas xeneize se rehizo casi de inmediato, cuando le ahogó al propio Bustos un grito de gol, en un mano a mano con tiro cruzado.

A esa altura, Boca ya contaba con el uruguayo Cavani y con Benedetto en cancha, para intentar prevalecer en el área rival, aun cuando la claridad en el armado de las maniobras asomaba en cuentagotas.

En una jugada aislada, sin embargo, el equipo del DT Martínez se situó otra vez en ventaja. Fue una maniobra de pelota detenida, un córner precisamente, que contó con la astucia de Figal, que ganó de cabeza en el primer palo y descolocó a Herrera, que vio cómo el balón se metió junto a su palo izquierdo.

Las presencias de Botta y Girotti en el club del barrio Jardín no le dieron mayor poderío al local, que no pudo torcer la historia.