El rector de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), Andrés Sabella, describió la realidad de la casa de altos estudios ante la falta de presupuesto nacional.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Sabella sostuvo que “la UNER no escapa a las generalidades que está pasando la universidad argentina, el sistema universitario –como todo organismo del Estado- depende del presupuesto que anualmente aprueba el Congreso de la Nación y en este 2024 estamos con la dificultad que en 2023 no se aprobó la ley de presupuesto y estamos funcionando con un reconducido del año pasado, esto significa que tenemos la misma partida presupuestaria que tuvimos en 2023 y esto en un país estable con una economía implicaría congelar gastos y hacer lo mismo que el año anterior pero en un país como Argentina que en 2023 tuvo una inflación superior al 200% esto genera serias dificultades de funcionamiento”.

A ello agregó que “se une una situación que no escapa a los trabajadores del país en general que con los índices inflacionarios de diciembre, enero, febrero y marzo hay un deterioro muy significativo del poder adquisitivo de los salarios y eso genera una dificultad adicional debido a una situación compleja desde el punto de vista de los trabajadores”. “La situación es muy difícil, muy compleja”, resumió.

En este contexto, consideró que “es un error hablar en términos de hasta cuándo se puede funcionar, nosotros lo que hemos manifestado a las autoridades nacionales en todos estos meses y el lunes en el plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) del cual participaron el secretario de Educación y el subsecretario de Planificación es que inexorablemente se requiere de refuerzos presupuestarios para atender los gastos de funcionamiento”.

“Hoy las universidades están pudiendo pagar los gastos de funcionamiento consumiendo algunos ahorros de años anteriores; y para tener una idea los gastos fijos de funcionamiento que tiene cualquier institución como alquileres en algunos casos, combustible, luz, gas, y algunos servicios de vigilancia se están llevando la totalidad de los recursos y no quedan partidas para atender cuestiones esenciales como programas académicos, de extensión y de investigación. De este modo, el balance mensual de la gran mayoría de las universidades argentina está en rojo, es deficitario y se están consumiendo los ahorros que por diferentes programas se podían tener”, describió.

“La realidad desde el punto de visto técnico, y por eso hay quienes hablan de junio o julio, es que el crédito presupuestario que esta hoy asignado en junio, julio se termina, con lo cual el gobierno tiene que hacer las tareas administrativas propias del Estado para habilitar nuevos créditos presupuestarios porque si no, no puede girar ni devengar las transferencias que corresponden a las distintas universidades”, ahondó.

En relación con los ajustes que debieron hacer por esta situación, indicó que UNER “está funcionando con los diferentes programas con los mismos valores del año 2023, allí hemos tenido que ajustarnos a esos valores, con una Argentina que ha tenido casi el 300% de inflación; esto significa que estamos pagando becas con los mismos valores del año pasado, lo cual a todas luces resulta absolutamente insuficiente”. Al respecto, puntualizó que “en el sistema de becas propio de la Universidad hay casi 500 alumnos, que se destinan a las áreas académicas o a las de investigación y extensión”.

Agregó que “al mismo tiempo hubo que parar toda la obra pública, la Universidad estaba construyendo en Gualeguaychú, en Villaguay y estaba iniciando una obra complementaria en la escuela secundaria en Concordia y todo eso tuvo que ser totalmente paralizado; los proyectos de investigación se están aprobando con valores retrasados y teniendo que reajustar las distintas actividades que tenían previsto llevar adelante”.

En este marco, evaluó que “en todo esto hay un error inicial porque se dice que ahora el sistema universitario manifiesta estar en crisis o que ahora demanda más y eso no es así. En septiembre del año pasado, ocupando la presidencia de la comisión de asuntos económicos del CIN me tocó hablar en la Cámara de Diputados y plantear cuál era el presupuesto que el sistema universitario quería, y se planteaba que para seguir creciendo y atendiendo las necesidades académicas de las distintas regiones del país estimaba un presupuesto cercano a los 3 billones de pesos. El proyecto de Presupuesto que se elevó en septiembre pasado y luego no se aprobó en valores de hoy estaríamos hablando de 2 billones de pesos, es decir que ya hay ahí un ajuste, y el sistema universitario trabaja con los recursos que recibe que no son los que espera ni los que necesita. Y hoy lo que las universidades tienen asignado es un billón y medio, con lo cual es inviable pensar que el sistema universitario tiene margen para hacer ajustes”.

En relación con las acusaciones de adoctrinamiento, opinó que “eso tiene que ver con una campaña mediática, no se puede desconocer que –como en cualquier organización- a veces ocurren hechos condenables pero es absolutamente incorrecto pensar que por algunos hechos aislados que ocurren, es lo que pasa en la generalidad del sistema. Cuando se piden precisiones de los hechos concretos que denuncian, la verdad es que no aparecen”.

Por otra parte, respecto de la relación con las autoridades provinciales comentó que “hubo una reunión de decanos y decanas de la universidad con el gobernador, que si bien fue una presentación formal le hicimos conocer todas estas problemáticas que estamos atravesando y que vienen de la mano, fundamentalmente, de las dificultades presupuestarias”.

“El 96 o 97% de los estudiantes de nuestra universidad son entrerrianos, entonces cuando hablamos de las dificultades del transporte, de las dificultades que tienen para acceder a becas nacionales o de los aumentos de alquileres en Argentina, son problemas a abordar para intentar acercar soluciones a alumnos que si no van a tener que dejar sus estudios universitarios. El gobernador atendió el planteo, lo entiende, a partir de eso se han ido dando algunas reuniones con distintos sectores de la provincia y distintos actores de la Universidad tratando de encontrar algunas respuestas, entendiendo también las dificultades que tiene el gobierno provincial producto de estas políticas nacionales. En ese sentido, también le hicimos saber la importancia del acompañamiento de los legisladores nacionales porque Entre Ríos es una de las provincias que menor presupuesto recibe para el sistema de educación superior”, refirió Sabella.

Por último, reveló que “la universidad tiene algo más de 25.000 alumnos, y viene creciendo en cantidad de alumnos de manera sostenida desde 2010 en adelante. Hay vaivenes y en momentos de crisis económica ocurre que aumenta la cantidad de ingresantes; este año el ingreso a la universidad es un record histórico, hubo más de 8.400 ingresantes en las distintas carreras y eso nos obliga a redoblar los esfuerzos para contener a esos alumnos”.