Luego de definidas las fórmulas presidenciales de los espacios más competitivos para la próxima elección, la lucha se concentra en el armado de las listas para llegar al Congreso de la Nación.

La puja se da por ocupar las bancas de la mitad de los Diputados y un tercio de los Senadores que culminan su mandato el 10 de diciembre, se trata de 130 integrantes de la Cámara baja y 24 de la Cámara alta, además de legisladores provinciales, intendentes, concejales y hasta consejeros escolares. Todos los lugares forman parte de la negociación interconectada.

El apoyo de gobernadores e intendentes indefinidos dependerá, en parte, del lugar que tengan en cada espacio para ubicar a su tropa. Hay muchos partidos políticos componiendo cada espacio, por lo que generar consenso en las listas es el desafío más grande de cada frente.

El nuevo frente oficialista, “juntos para el cambio” tiene 8 partidos: el PRO, la UCR, la Coalición Cívica – ARI, el Partido del Diálogo, el Partido Fe, el Partido Demócrata Nacional, el Partido Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y Partido Unión Popular (Pichetto).

El Frente de Todos está compuesto por 16 partidos políticos: Partido Justicialista (PJ), Frente Renovador, Kolina, Partido de la Victoria, Nuevo Encuentro, Frente Grande, Compromiso Federal, Movimiento Yrigoyenista, Partido Intransigente, Partido del trabajo y del Pueblo, Partido Comunista, Unidad Popular, Partido Solidario, Movimiento Proyecto Sur, Somos, FORJA.

El frente de la tercera vía, denominado Frente Federal, que lleva la candidatura de Roberto Lavagna y Urtubey tiene 7 partidos: Partido Socialista, el GEN, Tercera posición, Celeste y Blanco, Libres del Sur, Partido Federal y el Demócrata Cristiano.

La Izquierda llevó a cabo una decisión histórica para el movimiento político. Logró acordar la unidad de los dos sectores mayoritarios y competirá con una sola fórmula encabezada por Nicolás del Caño.

Entre los nombres que concluirán su mandato este año, se destaca el actual Presidente de Diputados, Emilio Monzó que, si bien manifestó que no continuara en el gobierno, con la incorporación de Pichetto y la peronización del espacio podría revertir la decisión.

Del oficialismo también terminan el presidente de Bloque del PRO Nicolás Massot y de la UCR, Mario Negri quien a pesar de la ley no escrita que tenía “Cambiemos” que el candidato a Gobernador no va a la de Diputados, ya está habilitado por Marcos Pena para volver a presentarse en la próxima elección, otros de los que tienen fecha de vencimiento en diciembre son Eduardo Amadeo, Pablo Tonelli, Daniel Lipovenzky y Álvaro Gonzalez del PRO, Karina Banfi y Miguel Basse de la UCR, este último quiere renovar y tiene como principal padrino al vicegobernador Daniel Salvador.

El radicalismo también quiere apostar a figuras jóvenes de la Provincia de Buenos Aires como Maximiliano Abad, Presidente de bloque Provincial o Hugo Rossi, que ha hecho una buena gestión como Subsecretario de Coordinación política en la secretaria de Agroindustria.

En el kichnerismo terminan su mandato los diputados Axel Kicillof, que ira por la gobernación, Cristina Álvarez Rodríguez, Andrés Larroque, Julio De Vido, actualmente suspendido por desafuero y Máximo Kirchner que volverá a renovar porque además de traccionar con el apellido, necesita los fueros.

El Salteño Pablo Kosiner y el Tandilense Diego Bossio se suman al listado de 130 que culminan su mandato, al igual que Facundo Moyano y Vitoria Donda, que intentara renovar desde el kichnerismo.

Graciela Camaño, Marco Lavagna, Cecilia Moreau y Alejandro Grandinetti son algunos de los otros legisladores que concluyen mandato.

La madre de las batallas se da en la provincia de Buenos Aires, donde se renovarán 35 bancas de diputados. Allí la UCR, el PRO y la CC que es Carrió pujan, como en 2017, por los primeros lugares, pero con la llegada de Miguel Pichetto deberán resignar candidatos para darle lugar a los conversos del PJ. Carrió está durísima y no quiere ceder, consignó Cronista.

Sergio Massa está negociando a fondo lugares para los referentes que siguen acompañándolo mientras Alberto Fernández trata de mediar con Cristina Kirchner para que sea más benévola con el hombre de Tigre. Es que tanto Cristina como Máximo Kirchner son conscientes que la única posibilidad de mantener poder, ganando o perdiendo las presidenciales, es asegurándose una tropa de incondicionales en todas las provincias, como siempre hicieron, y esa idea choca con la apertura del espacio que impulsaron para ganar competitividad electoral.

Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey ya se subieron a la ambulancia a juntar heridos del radicalismo y el peronismo con la promesa de lugares en las listas. Lo que arme este espacio en Buenos Aires afectara mucho la elección provincial, ya que si bien es difícil imaginar que tengan allí un candidato competitivo no es lo mismo una fórmula que le saque votos a Vidal, como podría ser Margarita Stolbizer o alguien que le reste al peronismo como podría ser Graciela Camaño. Aunque, más allá de las especulaciones, ninguna de las damas quiera ir por la Gobernación, prefieren asegurarse un lugar en el congreso.

Durante estos días, los principales protagonistas de la política argentina están negociando estas cuestiones, recién después del 22, con los nombres estampados en las boletas, comenzara la verdadera batalla electoral.