Por Nahuel Maciel

(Desde Gualeguaychú)

Con una emotiva alocución, Silvio Solari, la voz del Corsódromo, presentó la décima y última noche del Carnaval del País en el Corsódromo “José Luis Gestro” de Gualeguaychú. Fue una cálida bienvenida a un público que estaba ansioso e inquieto por la posible amenaza de tormenta y que ayudó a generar confianza de que se iba a vivir una de las noches más intensa de este verano.

La edición 2024 lleva por nombre el de “Estela María Samacoits de Maradey” (1924-2011): se trata de un merecido reconocimiento a una hacedora tenaz y visionaria para lo que hoy es la fiesta máxima de la ciudad. El carnaval tiene un corazón que palpita junto a su memoria y anida en la cultura del agradecimiento. Por eso no olvida y cada edición es una oportunidad ganada para que la historia también sea parte del presente.

Anoche –por primera vez en muchos años- en las boleterías del Corsódromo se colgaron carteles con la leyenda “localidades agotadas” y desde la organización reconocieron que 25 mil personas asistieron al espectáculo.

Como se ha destacado en estas páginas, el Carnaval del País es reconocido por su propuesta estética, su capacidad para fomentar el diálogo entre los distintos lenguajes artísticos, y por ser la nave insignia de la temporada de turismo de verano.

En 1979 se formaliza la Comisión Directiva del Carnaval, y después de 44 años, esta es la primera vez que su presidencia fue asumida por una mujer: se trata de Victoria Giménez, que fue integrante de Marí Marí en 1992.

Y lo otro que es preciso destacar, es ese aspecto central y que no siempre queda iluminado cuando se alumbra la información del carnaval: los clubes destinan gran parte del producido del espectáculo (que este año tuvo una inversión de aproximadamente 600 millones de pesos) a sostener sus diversas propuestas educativas integrales y que son modelo en la construcción de una sociedad: desde el nivel inicial hasta el terciario. Lo que implica sostener también una infraestructura educativa de calidad.

El Carnaval del País este año se vivió en casi todos los rincones de la ciudad, de la provincia y del país. Y esta tarea fue el fruto del trabajo en equipo del área de Prensa que estuvo coordinado por Diego Hilt Quiróz, y contó con el aporte de Pablo Romani, Laura Lopardo Fava y Carla Gasman Vaispapir. No se dedicaron únicamente a expandir en materia de comunicación a la fiesta del Corsódromo, sino que fueron un soporte esencial para que la ciudad y la provincia fueran visibilizadas como pocas veces en tan poco tiempo.

Reconocimiento a Rubén “Ojito” Giménez

Antes del inicio del desfile se realizó un sentido homenaje Rubén “Ojito” Giménez. Se trata de un histórico participante del Carnaval del País y sus sones –recuerdan los más memoriosos- se hicieron ecos de carnaval cuando se desfilaba por la mítica 25 de Mayo.

“Ojito” es considerado maestro de batucada y su talento lo llevó a tener un estilo personal e inimitable, único e irrepetible.

Las tribunas agradecieron este homenaje con una ovación que de alguna manera también anticipaba lo que iba a ser esta décima y última noche del Carnaval del País.

Marí Marí: “Amanecer Prometido”

La primera en desfilar fue la comparsa Marí Marí (Club Central Entrerriano). “Hoy te vi / hoy te vi llorar” canta esta propuesta anticipando la tristeza que genera saber que se está en la última noche, pero también llorar de alegría porque se dio todo con un corazón Rojinegro para que el público pudiera celebrar la alegría como sólo se logra en el Corsódromo de Gualeguaychú.

Si bien anoche Marí Marí volvió a ratificar su energía carnavalera y su potencia en el diálogo con el público, logró algo distintivo porque reflejó una constante a lo largo de la edición 2024 y que se corrobora en su propia historia: su espíritu de campeona.

Desde la apertura queda muy claro cómo es su propuesta temática: la noche que se presenta como el lugar donde anidan las sombras que todo lo envuelven. Los conjuros de las brujas hechiceras –tan negras como una noche sin estrellas- logran ocultar de la faz de la tierra todo rastro de luz: el sol ha sido secuestrado. Es cuando el Hechicero de la Oscuridad se adueña del mundo.

 “Marí Marí, Amanecer Prometido, ave de luz que al infierno arroja el mal” es la profecía que hay que recordar como un conjuro mágico, para encender el fulgor de la esperanza en el mundo: celebrar el carnaval es dar luz a la alegría.

La banda “Toque de Samba” dirigida por Martín Irigoyen anoche tuvo una de sus mejores versiones. Junto a ellos se presenta como un portento (una alucinación que fascina) la batucada “La Batería Aplanadora”, dirigida por el maestro Mauro Andrada. Y todo esto se agiganta hacia la admiración y el asombro cuando la pasista Rosario Sánchez, hace su despliegue coreográfico que le suma al conjunto de manera única y con sentido plural. Entre “Toque de Samba”, “La Batería Aplanadora” y Rosario Sánchez, hacen cantar a un país y hacen vibrar al Corsódromo.

Kamarr: “Chá, la revelación de la tierra”

La comparsa del Club Sirio Libanés este año ha innovado con un criterio donde se favoreció la propuesta estética de manera integral, notándose su espíritu renovador y trasformador. Tuvo varios aspectos que implicaron un gran esfuerzo y que el público coronó a manera de ovación en las diez noches del Carnaval.

Dirigida por Adrián Butteri, la temática logró –casi como un contrapunto- un notable complemento con la propuesta diseñada por el coreógrafo Lucas García. La puesta en escena tuvo marcados rasgos propios de una imaginación muy creativa. Por eso hubo momentos donde el límite entre la realidad y el ensueño solo se puede transitar con la magia del carnaval.

Hay que destacar que la temática –de raigambre telúrico y que remite a la Madre Tierra y al diálogo fraternal entre la naturaleza y la tecnología- posee un mensaje muy potente para estos tiempos: por un lado, es profético, porque tiene el anuncio y la denuncia. Tiene entendimiento y predicción. Enseñan los pueblos ancestrales que el entendimiento es la capacidad de saber comparar y repasar aquello que ya se conoce para abordar un conocimiento nuevo. Mientras que la predicción, no es adivinar lo que va a suceder, sino el darse cuenta -por saberes antiguos- lo que puede acontecer. En el entendimiento, se deduce, en el sentido de concluir. Y en la predicción, se induce, en el sentido de provocar.

Por eso Kamarr ha innovado en este carnaval y lo ha hecho con mucho riesgo: por ejemplo, es la única comparsa que utilizó plumas artificiales como una clara señal de convivir con la naturaleza y no abusar de ella. ¿Arriesgado? Por supuesto, pero ese es el encanto de toda innovación. Por eso tiene riesgos que en absoluto hay que confundirlo con una contradicción sino interpretarlo como un compromiso.

La otra innovación está en su coreografía. Lo previsto no es un movimiento autómata que se repite más o menos a ritmo entre todos sus integrantes. No. La maravilla de su coreografía es que es grupal, pero donde cada integrante dialoga con su par y generan la danza ideal de acuerdo al rol o interpretación que el personaje debe realizar a lo largo de los 500 metros de la pasarela.

La banda “Caravana de Carnaval” con su tema “La fiesta” -letra y música de Hernán Archaina y Guido Videla- logra movilizar a las tribunas y casi como en un pase mágico, potencia esa escenografía sonora con la batucada “Las Audaces”, que es la única agrupación conformada íntegramente por mujeres y está liderada por Celeste Piaggio. Junto a la pasista Florencia Jurado –que tuvo una actuación memorable anoche y durante todo la temporada- Kamarr se despidió con una lúcida inspiración que la supo poner en valor en la pasarela del Corsódromo, con momentos difíciles de superar.

O´Bahía (Club de Pescadores): “Vuela”

La comparsa O´Bahía del Club Pescadores, este año presentó su tema “Vuela”, un homenaje a manera de inspiración que representa la historia de Ana Gelós de Peverelli.

Con Laura Castiglione como bastonera, O´Bahía siempre se presentó a lo largo de estas diez noches pisando fuerte el asfalto de la pasarela.

Los dirigidos por Fabián Scovenna, han logrado equilibrar sus pesados trajes con una coreografía que es más libre para sus integrantes, aunque hay momentos –breves pero contundentes- donde todos hacen el mismo movimiento y a un ritmo muy parejo y ensamblado.

Sus escuadras son admiradas también por la variedad de la paleta de sus colores. Y complementando esta propuesta, está el carromato de los músicos que emociona con la bandera que lleva estampada la imagen del rosto de “Anita” Peverelli. La banda “Bahiana Carnaval”, dirigida por Brian Badaracco y Lucas García Gaitán, logra animar de manera constante a las tribunas, especialmente cuando entona “Abre Tus Alas” y “Vuela”. Entonces, el público devuelve su agradecimiento con emoción, como si también quisiera ser parte de esa travesía de sueños y carnaval.

El cierre tiene dos momentos muy intensos: la propuesta de su batucada “Ritmo Demoledor” (dirigida por Emanuel Fernández y Nicolás Alfaro) y la pasista Martina Ghiglia. Ellos logran protagonizar una propuesta de calidad. Lo vivido anoche fue un ensueño hecho realidad, donde el repiqueteo de la batucada sacudía el cuerpo de la pasista; logrando extraer una danza con destino a tributo de un aleteo de carnaval. Y, finalmente, Ana elevándose en ese globo aerostático que hace recordar al “Victoria” en la novelística de Julio Verne, aunque se trata de otro “vuelo”: el que inspiró Ana Gelós de Peverelli.

Papelitos (Club Juventud Unida): “Valkë, ser nórdico antiguo del Oeste”

La comparsa Papelitos del Club Juventud Unida, este año propuso una temática muy lejana a estas tierras, aunque con cierta empatía por su historia casi mítica.

Con carrozas muy bien logradas desde lo escultórico y muy bien presentadas desde sus coloridos, se potencian aún más con los trajes que remiten al vestuario vikingo.

Si bien el tema se presenta como una propuesta teatral, no logra tener el vigor de lo que representa y simultáneamente la alegría del carnaval que se precisa. Igualmente, el público aprecia esta propuesta y la acompaña sin retacear aplausos, valorando la proposición temática.

La banda “Furia del Oeste” –liderada por Andrea Benedetti y Martín Fernández- logran entusiasmar al público y por momentos hasta tiene un cómplice diálogo como cuando logra coronar con el encendido de las linternas de los celulares, como si fuera un espectáculo extra.

El cierre lo hace la batucada “Los Pibes” que es dirigida por Esteban Martín Piaggio. Junto a la pasista Candela Gómez, se presenta un espectáculo que ha ido de menos a más durante toda esta edición y anoche coronó su mejor actuación.

Papelitos –por la lógica de la rotación de las comparsas- tuvo este año que protagonizar su apertura y también su clausura. Y lo hizo de manera muy apropiada con su último carro que representa a un cabrío que acompaña con su movimiento el sonido de una Corneta Murguera.

La Corneta Murguera es un instrumento musical de viento, de características únicas a nivel regional y nacional. Es netamente una creación local y en la ciudad es el símbolo de los Corsos Populares “Matecito”. Su eco sonoro viene desde los inicios de la década del ´30 del siglo pasado. Hacer una Corneta Murguera implica saberes, talentos y prácticas que se van transmitiendo de generación en generación, como una experiencia que se transmite de boca en boca y de mano en mano. No es casual que haya sido declarado Patrimonio Cultural de la ciudad (Ordenanza Nº 12.178/17); declarada de Interés Cultural y Turístico de la Provincia (Resolución N° 236/19) y se la haya incluido junto a los Corsos Populares “Matecito”, en el inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. Ese mismo camino debería transitar el Carnaval del País. Ojalá que el 2025 se pueda coronar ese reconocimiento para el carnaval más extenso del mundo y el más grande que se desarrolla a cielo abierto durante el verano.