La puja entre el gobierno y los empresarios Derudder -quienes figuran como dueños del pool de empresas del transporte que giran a alrededor de Flecha Bus- está en uno de sus momentos más conflictivos. La Dirección General de Rentas (DGR) detectó que la firma San José radicó 92 colectivos en la provincia de Jujuy -donde no realiza ningún servicio de origen- y dejó de tributar cerca de 400.000 pesos anuales en la provincia. Al investigar la deuda de la empresa con el organismo de control, se encontraron que el monto ronda el medio millón de pesos. Pero también aparecen cerca de 1,5 millones de pesos por deudas de Flecha Bus y se estudia una denuncia judicial por defraudación, según pudo determinar ANALISIS. La reacción del grupo, estrechamente ligado al menemismo, no se hizo esperar: amenazaron con que si se los sigue cercando con intimaciones desde el gobierno entrerriano, no pondrán en marcha en Colón la fábrica de carrozados, que ocuparía a unas 300 personas y para lo cual ya compraron un predio de importantes dimensiones. En la actualidad, el patrimonio de los hermanos Raúl y Guillermo Derudder supera los 80 millones de pesos
Daniel Enz
Uno de los hermanos Derudder estalló en bronca a fines del año pasado, cuando se enteró que el gobierno entrerriano los estaba investigando e intimando para cobrar deudas de impuestos atrasados, fundamentalmente de la empresa San José Sociedad Anónima. No fue lo único: varios operadores de los hombres de la ciudad de Colón, quienes aparecen como dueños del pool de empresas del transporte que giran alrededor de Flecha Bus -y que siempre aparecieron estrechamente ligados a encumbrados dirigentes del menemismo- le hicieron llegaron un mensaje concreto al gobernador Jorge Busti en los últimos días, según pudo saber ANALISIS. “Si nos siguen jodiendo, levantamos el proyecto que tenemos en Colón y no le damos trabajo a las 300 personas que están esperando”, le habrían manifestado con sus mensajeros. El proyecto en la coqueta ciudad turística es el de montar una fábrica de carrozados para los ómnibus, tras adquirir el inmueble de la ex planta Metalúrgica Colón. Incluso, fueron más allá: “si el gobierno no cambia su postura con nosotros, los vamos a denunciar en todos los diarios nacionales, a través de solicitadas”, acotaron los enviados de Derudder, que se reunieron con diferentes funcionarios del gobierno provincial.
La embestida de la actual administración bustista comenzó a principios del año pasado, cuando en la Dirección General de Rentas de Entre Ríos (DGR) se enteraron que la firma San José decidió retirar 92 de los 102 colectivos que tenía registrados en el organismo y optó por trasladarlos a la provincia de Jujuy, donde ahora pagan el impuesto automotor. O sea que dejaron a la provincia sin un ingreso anual de más de 400.000 pesos, que es lo que corresponde, al tener domicilio fiscal en Gualeguay. Cuando los inspectores de la DGR realizaron una auditoría en San Salvador de Jujuy determinaron que San José no tiene ningún servicio desde y hacia tal provincia. El más cercano geográficamente es un servicio que se origina en Capital federal y tiene como destino la ciudad de Salvador Mazza, en la provincia de Salta. Como tenían que disponer de un lugar en Jujuy para justificar el traslado, los Derudder alquilaron en Balcarce 362. Se trata de una cochera ubicada en el microcentro de San Salvador de Jujuy, en donde el tránsito para ómnibus se encuentra restringido. No obstante, los titulares de San José habían señalado que ese era el lugar de guarda de los 92 colectivos, según declararon ante el Registro Automotor de esa provincia. Estos últimos nunca constataron que ese lugar tiene una dimensión de 4 metros por dos (o sea, para un automóvil de tipo convencional) y que los Derudder pagan un alquiler mensual de 70 pesos.
A fines de la década menemista, los hermanos Derudder comenzaron a realizar millonarias inversiones desde Flecha Bus, tal como se denunció en ANALISIS a comienzos del 2000, ante la pasividad total de la mayoría de los medios de la provincia, más predispuestos a lograr la pauta publicitaria que a informar un claro negocio de lavado de dinero. Iniciaron el camino en Entre Ríos con la compra de la firma Ciudad de Gualeguaychú (que luego pasó a llamarse Nuevo Expreso) y luego con Paccot de Colón.
Después siguieron las grandes firmas: Zenit, El Serrano, Giroldi, La Estrella, La Internacional, Tata Rápido, Empresa Gutiérrez, Ciudad de Gualeguay y finalmente se adquirió San José, que le pertenecía a la familia Furno-Bioletti. La operación la hizo a través de José María Messina, quien aparecía como dueño de Ciudad de Gualeguay, en dos millones de pesos. Pero fue otro el garante de la operación: allí aparecieron los hermanos Derudder, testaferros del menemismo. Obviamente, luego continuaron con la adquisición de otras empresas, en diferentes puntos del país. En la actualidad, la empresa tiene como gerentes a José María Messina y Dino Francisco Paccot; los dos primeros aparecen también como directores titulares, pero se les suma Guillermo Diego Derudder. Y como directores suplentes figuran los hermanos Rubén Darío Germanier, Fabián Gustavo Germanier y Javier Andrés Germanier, todos abogados de Colón y estrechamente ligados, desde siempre, a los Derudder.
La distancia
A fines de los ’90 y ante el crecimiento sorpresivo del emporio Flecha Bus, no fueron pocos los que relacionaron tal explosión con una supuesta inversión de Jorge Busti o algunos de sus más directos allegados. Busti siempre desmintió la especie y el tiempo le dio la razón. En verdad, los Derudder siempre estuvieron ligados al menemismo. La llegada al poder de Carlos Menem resultó determinante; fue quien en 1992, mediante un decreto, autorizó la desregulación del sector. El hombre clave para los Derudder en la provincia fue el ex senador nacional Augusto Alasino (PJ-Entre Ríos) y su entorno. En especial uno de los hombres más cercanos –aunque ahora muestren cierta distancia tal vez algo ficticia-, como sucede con en el actual intendente de San José, Eduardo Gorila Jourdán (PJ). Busti lo colocó como secretario de Transporte cuando retornó a la Gobernación en 1995, pero Jourdán ya tenía una relación de muchos años con los Derudder, por ser un operador político clave en la zona. De la mano del Choclo Alasino, a los hermanos Derudder les resultó fácil ingresar a Capital Federal, donde se fueron sumando los socios encubiertos, fundamentalmente provenientes del menemismo, pero también cercanos al ex ministro del Interior, Enrique Coti Nosiglia.
De un día para el otro, las nuevas empresas de los Derudder comenzaron a exhibir sus nuevos colectivos, siempre adquiridos a la firma Marco Polo de Brasil, a la que, alguna vez se la vinculó –en su crecimiento, aunque es una empresa familiar histórica- con dineros del ex presidente corrupto Fernando Collor de Melho. Cada colectivo cuesta no menos de 250.000 dólares. Es en Brasil donde los Derudder compraron también un hotel de ocho pisos y ahora tienen también servicios entre diferentes ciudades brasileñas.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
