El abogado, ex senador provincial y ex intendente de Gualeguaychú, Luis Leissa, analizó la situación del vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Emilio Castrillón, y el juicio político que se sigue en su contra.  

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Leissa sostuvo que “el comportamiento que ha tenido el vocal parece dirigido todos los días a demostrar que no tiene las condiciones para observar y conservar las condiciones de equilibrio emocional que un cargo de tan alto rango requiere”.

“Esto no da para más y tiene que ser un llamado de atención a la dirigencia política en la faz que le toca y al propio Poder Judicial para entender que hay que ser muy cuidadosos en este tema; todos podemos tener situaciones que no podemos manejar en algún momento pero cuando esas situaciones han sido la regla, la constante desde que Castrillón asumió debió haberse cortado mucho tiempo atrás”, reflexionó.

En tal sentido, dudó en “hasta qué punto podemos tener confianza en que se aplique la ley en el Poder Judicial cuando no somos capaces de soportar las presiones y no somos lo suficientemente claros para poner blanco sobre negro situaciones e incidentes, que eran la voz corriente en todo el ámbito de Paraná o de la Sala Civil del Superior Tribunal que merecían una respuesta mucho más rápida”. “Es muy difícil creer en el poder de la Justicia en momentos en que uno no tiene la garantía que a lo mejor el Superior Tribunal y otros miembros de la Sala que Castrillón integra tengan la tranquilidad necesaria, la ecuanimidad y la voluntad de sustraerse a cualquier tipo de presión. Eso no lo podemos saber en un ámbito en que las advertencias y amenazas parecían ser hechos cotidianos”, explicitó.

Deseó que “esa mirada introspectiva” del Poder Judicial “se haga” y consideró que “a veces subestimamos mucho de lo que significa la importancia que tiene quienes están a la cabeza del Poder Judicial; quien ejerce un cargo donde se fijan normas por vía de Casacion, que son de aplicación obligatoria y en algunos son algo así como colegisladores a través de la doctrina legal que fijan, supone que tengamos la madurez, la tranquilidad emocional, la distancia crítica la ecuanimidad de juicio, para ejercerlo. En esto ha faltado mucho y esto pasa no solo por situaciones económicas sino también por bienes más importantes como son la vida o la integridad física de las personas donde hoy tenemos situaciones donde no se ejerce investigación ni juzgamiento cuando tienen que actuar hoy el cuerpo fiscal, que debe ponerse a la cabeza de las investigaciones. En esto hay una falencia muy fuerte que genera un enorme descreimiento en el seno de la sociedad”, refirió Leissa.

Consultado por la falta de pronunciamiento del Colegio de Abogados de Entre Ríos ni sus delegaciones de la provincia ante la situación, dijo que “se planteó pero ha quedado entre cuatro paredes; la composición del Colegio de Abogados ha fallado en esto y además hay elementos que los condicionan porque no creo que Paraná sea el foro más importante de la provincia pero a veces el acercamiento cotidiano, casi diario con quienes son autoridades del Ejecutivo –gobernador o ministro de Gobierno y Justicia- hace que a veces aparezcamos con las reacciones un poco mojadas y aletargadas, para el nivel de decisión que hay que tener”.

“En este sentido el Colegio de Abogados tiene una deuda que esperemos que empiece a asumir. Lo hemos planteado pero no hubo el eco necesario como para que esto no aparezca como un reclamo solitario sino que aparezca como un reparo de una organización que nuclea a quienes somos operadores de la Justicia como abogados para expresarlo con todas las letras”, sentenció.  

En el mismo sentido, agregó que “en lo que a nosotros respecta como abogados no hemos estado a la altura de las circunstancias” y analizó que “esto tiene que ver con un acostumbramiento en general de la sociedad en su conjunto de naturalizar los hechos”. “No escapamos como estamento a la crisis generalizada que tiene la sociedad. Cuando vemos algunas cosas que pasan a nivel nacional, que se han repetido a lo largo de los años, que repetimos en asignarle responsabilidades de gobierno a quienes han hecho todo lo contrario a ser representantes de sus representados y en realidad son representantes de ellos mismos, muchas veces priorizando intereses personales a los del conjunto, vemos que es una crisis. De todos modos, esperamos que en los ámbitos en que humildemente nos toca estar, empecemos a modificar pautas de conducta que muestren que podemos empezar a construir muy lentamente algo que sea distinto”, analizó.

“Ese debe ser el esfuerzo, con creernos mejores que nadie pero entendiendo que todavía nos repugnan, nos rebelan y nos indignan situaciones como éstas que están sucediendo en general”, concluyó.