El ex senador provincial Raymundo Kisser (UCR) analizó el primer año de la segunda gestión del gobernador Gustavo Bordet.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Kisser dijo que siente “mucha desilusión” del primer año de la segunda gestión de Bordet  porque “más allá de la pandemia y si bien los cuatro años anteriores fueron llanas, achatadas, o apetizadas porque no sobresalió demasiado prácticamente en ninguna cosa y solo administró, este año esta ausencia se vio con mayor grado, en una gestión muy chata solo pagando sueldos”.

“Algunas áreas hay que destacar pero por las ministras que tiene no se escuchó mucho ruido como es el caso de Salud y Desarrollo Social, pero en lo demás como ha sido Producción o Vialidad hubo mucho sin hacer. En general no se ha visto nada destacable y si algunas cosas sumamente reprochables como fue lo del Tribunal de Cuentas donde se designó e inclinó la balanza a favor de Lara cuando tenía otras posibilidades”, describió.

Aclaró que su crítica “no es nada personal con Lara, pero es lo que Lara representa, que es un sector de la política donde hemos visto que no ha sido lo suficientemente transparente al manejar el jurado de enjuiciamiento y siempre tuvo una tendencia de favorecer u ocultar a los compañeros que no siempre actuaron de forma clara y transparente”.

En ese marco, afirmó que “Bordet tuvo una oportunidad de demostrarle a los entrerrianos que estaba dispuesto a tener organismos de control transparente, no se avanzó nada en la Fiscalía de Estado, el fiscal sigue siendo síndico de un montón de empresas del Estado donde se autocontrola”.

Ante esto, resumió que “de los cinco años de gestión de Bordet, el último ha sido el menos destacable” y si bien reconoció que “la pandemia pudo influir, pero igualmente se pueden haber hecho cosas”. “Fue un año particular pero no se advierte nada hacia el futuro, e incluso el nivel de endeudamiento que tiene la provincia se lo veníamos anunciando y no se ha hecho ninguna reestructuración; hay que optimizar el gasto público y en esta provincia con la Caja de Jubilaciones donde el déficit es cada vez mayor, es momento de sentarse a trabajar y a repensar a la provincia de Entre Ríos, y este hubiera sido el año para hacerlo”, opinó.

Asimismo, planteó que “si bien había que atender la pandemia en el área de Salud y Desarrollo Social, en lo demás se podía haber trabajado desde el Ministerio de Economía y otras áreas en presentar un proyecto o un plan esperanzador para que el Estado no siga siendo ese bobo que sigue creciendo y creciendo”. “A la culpa no la tienen los empleados, la tienen  quienes ocupan la función de gobierno; esta provincia no tiene salida, no tiene perspectiva de futuro sino se hace un retoque para sostenerla. Es insostenible esta provincia con el nivel de gasto que tiene el Estado”, referenció.

En ese marco, cuestionó “la gran cantidad de funcionarios que hay, en muchos casos con sueldos superiores al del gobernador, lo que es una inmoralidad total y una falta de ética” y analizó que “la discusión del contrato de agente financiero fue otro error del gobernador porque se podría haber discutido un mejor contrato de agente financiero. Estas son las cosas que Bordet ha dejado estar, que corra solo, y esto es un poco lo que anticipa los tres años que faltan, el hombre quiere terminar su mandato, fue ocho años gobernador de la provincia lo que seguramente le dará orgullo y honor pero los entrerrianos seguimos empantanados”.

“Esta provincia necesita un estratega, de políticos con decisiones porque hay muchas cosas en las que tomar decisiones muy firmes. Me preocupa muchísimo cómo está involucrada la provincia en la adjudicación de la Hidrovía, que es un fangote de plata que se va a diluir y la provincia quedará comprometida; el tema de la navegabilidad es esencial por la cantidad de puertos que tiene, hay que trabajar en eso y hay que activar el polo del ferrocarril de carga para abaratar costos de logística; hay que incentivar la radicación de empresas para transformar la materia prima, darle valor agregado y tener mano de obra genuina; todo esto se puede hacer porque el contexto internacional es excelente”, puntualizó.

En ese marco, ejemplificó que “una de las grandes trabas que tiene la provincia es la fuerte presión tributaria, y hay que bajarla para que el empresario se sienta motivado para radicarse en Entre Ríos y hay que desarrollar una producción entrerriana propia desde la producción primaria, pero también metalmecánica, implementos agrícolas y derivados. Se pueden hacer muchas cosas en Entre Ríos, pero no veo decisiones en ese sentido, que vayan encaminadas a la producción”.

Consultado por el rol de la oposición, Kisser aseveró que “no la vi actuar, peo tampoco vi actuar a los legisladores del oficialismo. Si alguien estuvo ausente este año fue la Legislatura con leyes trascendentes e importantes, más allá de que se puso en marcha la ley de juicios por jurados”.

Al respecto, comparó con los cuatro años anteriores y dijo que “hoy no hay proyectos que entusiasmen a la gente y terminen con buenos debates, por eso a lo mejor no se vio una presencia de la oposición ni del oficialismo y las únicas leyes que han sacado fueron las que pidió el gobernador y solo tienen que ver con el sostenimiento del Estado para tratar de arreglar algunas cuentas”. “La ley de emergencia que sacaron entre gallos y medianoche ha sido un disparate, la Justicia no ha estado a la altura de las circunstancias. Meterle la mano en el bolsillo a un sector de la sociedad, especialmente empleados públicos y jubilados, no es lo más atinado, y en eso los legisladores levantaron la mano y avanzaron, y en eso los legisladores del oficialismo tienen más responsabilidad que los de la oposición”, concluyó.