El periodista de Diario del Sur de Concordia, Rubén Bonelli, se refirió a las dudas que atraviesan la muerte de Erik Valdéz en una comisaría de Concordia, ya que si bien se informó oficialmente que el deceso se produjo por la decisión del joven de quitarse la vida en su celda, su cuerpo presentaba graves signos de torturas y tormentos. 

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Bonelli recordó que trabajó durante “10 años como funcionario de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia en Concordia, desde 2005 a 2015” con lo cual tiene “experiencia y conocimiento cuando se producen apremios ilegales de parte de fuerzas vinculadas al Estado, en este caso la Policía de Entre Ríos, y también tengo experiencia propia porque estuve detenido durante la dictadura siendo menor de edad”.

Respecto del caso de Erik Valdez, dijo que “llamó poderosamente la atención” y si bien admitió no tener “detalles de cómo se dio la detención”, contó que “aparentemente hubo un problema de violencia domestica el viernes pasado por la noche, con una discusión que habría empezado en un boliche, luego fueron a su casa –el muchacho vivía con su pareja y su suegra- y por una discusión llaman a la policía. Lo detienen y después de eso no se sabe más nada”.

Acotó que “todo lo que se sabe es por comunicación de la policía” y mencionó que “Erik Valdéz era un joven de contextura pequeña, de 1,55 metros y unos 45 kilos, que para reducirlo no le debe haber costado mucho a la policía”. Asimismo, puso en duda su traslado a la comisaría 2° “ya que en general, a los detenidos se los lleva a la Alcaidía” y estimó que “puede ser que no haya habido lugar porque la Alcaidía tiene espacio para 18 personas”.

Cuestionó también que “entre las 7 de la mañana y las 9 que fallece Eric, recién se le da información a los familiares que estuvo detenido luego de su muerte, siendo que tendrían que haberlo comunicado antes”.

Sostuvo que “la fiscal que interviene en el caso, Julia Rivoira, dijo que se constituyó en el lugar con el médico policial y el médico de Tribunales, pero no hay que ser un avezado en criminología para darse cuenta que el cuerpo tenía daños terribles, hematomas por todo el cuerpo con signos de una tremenda tortura, y no se puede creer que lo hayan metido en una celda sin seguir el protocolo, que marca que los detenidos deben ingresar sin cinto, sin cordones y demás, para que no pase lo que está pasando ahora”.

“Esas son las dudas planteadas que están en investigación y hoy se constituirá como querellante el abogado Guillermo Peñalver que recién allí tendrá acceso al expediente, pero acá se plantean muchas dudas con respecto a la justificación que se ha dado de que este chico se ahorcara. Porque no puede ser que se ahorcara y luego tuviera todos los daños que se pueden ver en el cuerpo”, planteó el periodista.

En ese sentido, alertó que “acá estamos viendo un caso paradigmático que hace más de 20 años no ocurría, de alguien que presuntamente se queda en la tortura y que lo quieren hacer pasar como un ahorcamiento”.

Al respecto, sostuvo que “estas cosas no hay que dejarlas pasar porque estamos viviendo en democracia hace muchos años y hay que desterrar estas viejas prácticas de la policía con respecto a la tortura” y recordó que “es la segunda vez que pasa algo así, en 2010 cuando Sergio Urribarri era gobernador y Adán Bahl era ministro de Gobierno, hubo una represión contra los trabajadores del arándano en Concordia, donde hubo una detención de seis trabajadores que denunciaron apremios ilegales dentro de la policía. Pero haciendo una burda comparación, esto es algo totalmente inconcebible, es 10 veces mayor el daño que habían padecido los trabajadores años atrás”.

Consultado por el accionar político frente a lo ocurrido, Bonelli comentó que “el martes hubo una actividad en Concordia en relación a la dictadura donde estuvo la ministra de Gobierno (Rosario Romero) que estuvo reunida con el jefe de Policía, y también el subsecretario de Derechos Humanos, Daniel Paduan estuvo en la comisaría 2° hablando con las autoridades, es decir que en lo que concierne al gobierno de Entre Ríos, las partes intervinientes directas están trabajando pero ahora queremos ver los resultados, porque con la carga de elementos de prueba que hay, es suficiente para exhumar el cuerpo de este joven y rever todo, y creo que eso es lo que tiene que solicitar el abogado querellante”.

Por último, señaló que “Eric Valdéz tenía unos 33 años, era un joven sin antecedentes policiales ni penales que era trabajador de la construcción y durante un tiempo fue delegado de la UOCRA” y tras pedir justicia, reflexionó: “Acá hay un muerto que pide justicia, que a través de sus signos de violencia y de tortura está pidiendo a gritos que se investigue el caso”.