La Justicia condenó en un procedimiento de juicio abreviado a 10 años de cárcel por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores al dirigente municipal de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de San José, en el departamento Colón, Gustavo Aníbal Vallejos. El hijo de éste, Alexis Vallejo recibió una pena de 3 años de prisión de ejecución condicional.

La menor  víctima, que al momento de los hechos denunciados tenía 5 años, es la nieta de Vallejos. La niña comenzó a relatar los graves hechos de corrupción a los que la sometía su abuela cuando cumplió los 8 años. En el acuerdo de juicio abreviado, que refrendó la jueza de Garantías de Colón, Natalia Lorena Céspedes, se señala que “se ha verificado la vulneración de la integridad sexual de una niña a través de actos de  tocamiento reiterados durante un lapso de tiempo de aproximadamente dos años, por parte de un adulto de su entorno familiar. Tales actos excedieron los límites del mero ultraje sexual, fueron realizados con la finalidad de alterar el sentido natural y sano de la sexualidad de la menor, y perpetrados a cabo por un adulto de su núcleo familiar que debía velar por su integridad y normal desarrollo”.

La causa fue investigada por el agente fiscal Juan Sebastián Blanc, de la Unidad Fiscal de Colón; en tanto que la querella estuvo a cargo de Gustavo Velzi; y la defensa de Vallejos fue responsabilidad del defensor oficial Gustavo Goyeneche.

La víctima le había relatado lo vivido a su madre, a una tía y a una maestra, cada una en diferentes momentos. Tras ello, el caso llegó a la Justicia que rápidamente tomó medidas de protección, como la prohibición de acercamiento y cualquier tipo de contacto por parte del hombre denunciado.

El querellante Gustavo Velzi había indicado que a fines de diciembre de 2021 se llevó a cabo la Cámara Gesell -dispositivo de escucha del niño víctima por parte de psicólogos con el objetivo de evitar la revictimación- y que recientemente se conoció el informe del profesional a cargo, el licenciado Rafael Chappuis -de Concepción del Uruguay-, quien señaló que el relato de la nena es coherente.

“En el video de entrevista mediante Cámara Gesell se observa a la niña realizando un relato del hecho cometido por su abuelo en primer lugar, diciendo que fue el primero que lo hizo, que comenzó cuando ella tenía cinco años y que frente a su conducta se quedaba quieta porque tenía miedo de que le hiciera algo malo. Menciona en particular una vez su abuela salió a predicar porque era Testigo de Jehová, y ella se quedó con su abuelo, que estaba mirando dibujitos y éste abusó de ella”, señala el dictamen judicial.

Los hechos ocurrieron en casa de su abuelo, en barrio El Brillante, de San José, donde le niña iba de visita. “Dice que los abusos ocurrían a la siesta, cuando ella iba a visitar a su abuela y se quedaba a dormir, que fueron alrededor de diez episodios, y a pedido del entrevistador brinda detalles del primer suceso”.  La ocurrencia de los hechos lo sitúa en 2017. “También realiza el relato del momento en que le reveló a su tía todo lo que le había pasado. A pedido del entrevistador identifica por nombre a su abuelo y aclara que los hechos sucedieron siempre en la casa de su abuelo”.

(Entre Ríos Ahora)