A través del minucioso trabajo que vienen realizando los investigadores de la División Homicidios en la búsqueda y análisis de videos de cámaras de seguridad, se pudo ubicar la zona de Paraná donde se encontraría la vivienda que funcionó de aguantadero de los sicarios que actuaron en el crimen de Barrientos en la siesta del sábado 18 de febrero. Por esto, hubo dos allanamientos el fin de semana en domicilios de la zona del aeropuerto donde secuestraron elementos que serán peritados. Mientras, se aguarda por los demorados informes que deben entregar las empresas de telefonía celular, cuyos tiempos nunca están a la altura de las circunstancias.

Según se informó a Uno Entre Ríos, uno de los allanamientos fue en una vivienda de calle Soldado Bordón a metros de avenida Jorge Newbery, ubicada en un barrio ATN; el otro fue en el barrio El Radar, en la misma zona este de la ciudad. Por lo que pudieron observar en las imágenes de distintas cámaras de seguridad particulares recabadas por los investigadores, saben que la camioneta Toyota SW4 negra con vidrios polarizados estuvo en esa zona y desde allí salió hacia Colonia Ensayo, alrededor de las 15.15 de aquel sábado fatídico.

Desde ese lugar ya pudieron establecer el recorrido hasta la casa donde Gustavo "Petaco" Barrientos se encontraba en su salida socio familiar, en el barrio Cardales de la localidad del Departamento Diamante, y luego por la ruta provincial 11 hasta el camino en Puerto Alvear, donde fue abandonado el vehículo con el armamento. Lo que no se ve es el interior de la camioneta y por lo tanto los asesinos.

Los allanamientos mencionados fueron en domicilios de personas que estarían relacionadas a posibles sospechosos y que tendrían algún vínculo con el ambiente delictivo, en particular la venta de sustancias ilícitas, según los fundamentos que motivaron la medida judicial. Allí se secuestraron prendas de vestir y celulares. Esperan que tras el análisis de Criminalística y de Inteligencia Criminal se conviertan en pruebas.

Lo que por ahora resulta difícil de determinar es el día en que ingresó la camioneta a Paraná. Había sido robada hace un año en Rosario pero tenía una patente de un auto de Santa Fe, y además tenía otra patentes adentro sueltas. Es decir que, para evitar ser detectados por el sistema de cámaras que leen patentes en los puestos camineros de la provincia, le colocaron chapas robadas a un auto para no pasar con la patente que tiene denuncia por robo, de esta manera el sistema no lo advierte.

Ahora, se espera por los informes de entrecruzamientos de llamadas y triangulaciones de líneas de celulares solicitados a las empresas prestatarias del servicio, a las cuales una orden judicial parece no apresurarlos. Se trata de todas las llamadas realizadas en la zona donde ocurrió el homicidio así como del recorrido de la camioneta. A partir de las coincidencias y de la relación de esta información con las evidencias que los investigadores ya tienen, hay esperanzas en poder ir apuntalando alguna sospecha.

Cabe recordar que los primeros allanamientos fueron en la cárcel de Paraná, primero en el pabellón de un interno que fue señalado como posible instigador y luego en otro lugar donde creen que podría haber salido la información acerca de los movimientos de Barrientos aquel día para que los asesinos lo encontraran en la casa.

Por el momento, en la investigación que instruye el fiscal Gilberto Robledo, sin testigos ni otras persona que se acercara a aportar información, no hay detenidos ni imputados, pero tienen esperanzas en que por el trabajo que se viene realizando.