Sandra Miguez
Alba López, dirigente radical, diputada e integrante de la Comisión de Salud en la cámara baja, analiza la política sanitaria del gobierno de Jorge Busti. “Lo mismo pasó en las anteriores gestiones: Busti llega por tercera vez a la Gobernación sin ninguna política de Estado en salud”, sentenció. López denuncia aprietes y persecución y afirma que los punteros políticos son los que manejan la salud en cada uno de los departamentos de la provincia, “deciden quién ocupa los cargos, quién no, a dónde va una ambulancia y a qué paciente lleva”. Califica algunas decisiones como “una burla”, asegura que “jamás” consiguió una audiencia con los responsables de Salud en esta gestión y dice que “este gobierno no va a dar soluciones”.
“Para Busti pareciera que la salud pasa por inaugurar salas e inaugurar hospitales”. Alba López es categórica a la hora de hacer un balance en materia de salud, la salud dirigida por el signo opositor a su partido -la Unión Cívica Radical-, la salud que también supo conducir cuando ocupó el cargo de directora de Atención Primaria durante el último gobierno de Sergio Montiel.
Tanto ella como su marido son médicos en San José de Feliciano, una ciudad del relegado norte entrerriano donde los problemas en educación, vivienda y salud son moneda corriente.
No se guarda ninguna opinión. En forma vehemente analiza esta gestión de gobierno en materia sanitaria, mientras lo tocó oficiar el rol de oposición.
“De qué te sirve tener un hospital grande, si no se apunta a la atención primaria; cuando asume Busti destruye la atención primaria”, afirma López y agrega que “los centros de salud de toda la provincia están prácticamente desmantelados y no tienen atención, especialmente en el interior”.
López entiende que en Paraná hay una diferencia y es porque los centros de salud cumplen el rol de hacer guardias, “no apuntan a la prevención”. “Si nosotros no apuntamos a las estrategias de medicina preventiva, vamos a tener cada vez problemas de salud más preocupantes, además de que cada vez se nos encarece más el servicio de salud”, explica la legisladora.
Presupuesto
Un tema significativo en salud pública es el dinero que se maneja para su funcionamiento. Tanto el funcionamiento como el desarrollo del sistema estatal de salud se garantizan con la asignación de recursos a través de su presupuesto.
Entre Ríos ha logrado incrementar el presupuesto destinado a la salud pública y ha contado con el apoyo económico de la Nación para la ejecución de los programas nacionales, con aportes provenientes del gobierno nacional.
“Cuando nosotros gobernamos teníamos un presupuesto de 120 millones de pesos; hoy el presupuesto es de 400 millones y los problemas de salud son cada vez más severos”, sostiene López.
-¿A qué se debe esto?
-En cada departamento, el administrador es el que maneja la salud en ese distrito, el director ocupa un cargo honorífico, pero el que maneja la salud es el administrador y no les importa si el administrador entiende de salud. Lo que les importa es que el administrador responda y sea el referente político del legislador del lugar.
-Seguramente hay gente capacitada para esos cargos.
-Hay gente capacitada pero ni se los consulta. Y doy un ejemplo claro: luego de una entrevista radial que me hicieran días pasados, salió Elizalde (el secretario de Salud) a decir que había estado en Feliciano y que casualmente había llevado un cardiodesfibrilador de Federal hacia Feliciano porque allí no había. Mi marido es el único cardiólogo en Feliciano y se entera a través del medio digital de que el cardiodesfibrilador no funcionaba o estaba roto, y le pregunta a la directora del hospital por esta situación, por qué no se le había avisado para estar prevenido ante una emergencia. “¿Qué hago yo si llego con un paciente en emergencia al que tengo que sacar con un desfibrilador?”, preguntó el médico, a lo que la directora contestó: “¡Ah, me olvidé de avisarte!”.
-¿Con quién habló el doctor Elizalde?
-Habló con el administrador. El administrador que tenemos en Feliciano es el encargado del corralón municipal. Él maneja la salud de mi pueblo, no la maneja el director. Él decide quién va a ocupar un lugar, quién va a ocupar el otro, si la ambulancia sale, a qué paciente lleva la ambulancia. Y esto que estoy diciendo pasa en toda la provincia. Todos los gobiernos justicialistas, en particular los de Busti, se caracterizan por haber cambiado permanentemente los secretarios de Salud, y eso quiere decir que no tienen ningún proyecto de salud. Cambian el secretario de Salud, y yo me pregunto qué calidad de secretario de Salud tenemos, que si fue a un departamento como Feliciano donde hay graves problemas sanitario, se junta con el administrador y no con los profesionales que son los que están hoy poniéndole el hombro a la salud pública. Feliciano tiene desde hace 25 años el mismo aparato de rayos; hoy se está irradiando a la gente y no tenemos una radiografía; tenemos que derivar a La Paz para sacar una plaquita. Entonces, por qué no se reúne con los profesionales, con los técnicos, para ver cuáles son los problemas que hay en el hospital, ver de qué manera se pueden solucionar, ver cómo se va a desarrollar, y no con el administrador que le va a decir “sí no se haga problema que acá está todo bien”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
