S. M.
De paso por la ciudad, visitó esta semana la regional Paraná de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), Roberto Merlín, destacado investigador en Física radicado en Estados Unidos. Oriundo de la ciudad de Santa Elena, el científico emigró a Alemania antes del comienzo de la última dictadura en Argentina. Desde Europa emprendió una promisoria carrera, que lo ha llevado a estar al frente de un laboratorio que maneja medio millón de dólares anuales de presupuesto para realizar investigación de base en la Universidad de Michigan.
Con la intención de poder realizar un intercambio académico con estudiosos locales y debatir sobre distintas condiciones de trabajo, Merlín se reunió con autoridades y alumnos. En una pausa de encuentros con amigos, dialogó con ANALISIS; se reivindicó como “producto del sistema público” y comentó sobre sus trabajos en nanotecnología y refracción negativa. Asimismo, mencionó los últimos experimentos en el efecto “capa de Harry Potter”, por el cual se podría lograr materiales que den invisibilidad, de gran interés por las agencias de defensa militar.
-¿Cómo se ve la situación de la ciencia y educación desde afuera?
-No soy un experto, pero veo que hay un problema educacional en el mundo. Hay países que han hecho una inversión muy seria en educación, como Corea, Finlandia, de manera que están demostrando sus frutos. Países tan pequeños como Finlandia, que tienen uno de los niveles de vida más altos de Europa, y uno se pone a pensar por qué será. En Estados Unidos y Europa tienen niveles de inversión bastante significativos, pero creo que sea correcto decir que hay una crisis a nivel mundial. Quizás no en China. Los chinos están poniendo en este momento una cantidad impresionante de dinero en la educación. Están prácticamente comprando universidades. Argentina, que tenía una reputación excelente, invierte relativamente poco, eso no es un secreto, lo saben muy bien. La inserción de Argentina en cuestiones de tecnología, de ciencia, es bastante limitada. Es muy difícil encontrar argentinos que hayan inventado algo especial en los últimos años. Ahora, el presupuesto es una parte de la cosa. Argentina, me parece que pierde muchísimo tiempo en cuestiones que tienen que ver con política partidaria que en educación. Lo increíble es volver a ver los mismos dilemas que pasaban hace 30 años. Eso me llama mucho la atención, que haya tantas emociones y que desde afuera no parecen tan importantes.
-¿Cuál es tu trabajo concreto?
-Yo soy físico, pero cuando voy a alguna reunión social digo que soy maestro. Porque si digo que soy físico, la gente se da vuelta y se va. Es un poco difícil explicar lo que yo hago, pero puedo dar algunas referencias. Está todo el tema de la nanociencia. Básicamente es que hoy podemos controlar objetos que tienen tamaños de átomos, que es una cosa increíble. También cosas que se pueden controlar a nivel de tiempo. Cosas que hago tienen que ver con procesos que ocurren en femtosegundos. Un femto es 10 a la menos 15 segundos; cero punto, 14 ceros y un uno. Uno dice ¿qué pasa en ese tiempo? Muchas cosas a nivel atómico. Un ejemplo para relacionarlo es el GPS (Sistema de Posicionamiento Global). Para tener la precisión de poder medir un metro en la Tierra (por ejemplo desde un satélite), hay que pensar cuánto tiempo la luz recorre un metro (de terreno), y ahí uno puede darse cuenta del control increíble que se tiene que tener para poder medir distancia. Todas esas cuestiones que tienen que ver con control de átomos, es porque todos esos aparatitos que tenemos ahora, se está llegando a un límite. Los transistores son tan, pero tan pequeños, que se pueden contar los átomos que hay dentro. Estamos llegando a un momento que la reducción misma no es suficiente, y algo nuevo va a pasar. Si se hace un transistor más y más chico, llega un momento que no lo es, es otra cosa. Bueno, lo que hago tiene que ver con las propiedades ópticas de sólidos. Esto tal vez no dé una idea, pero si uno viene a mi laboratorio, va a ver montones de laceres ultra rápidos, con los cuales se puede tener control de un tiempo en el que se pueden ver los átomos moverse.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
