
La Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió la Opinión Consultiva OC-32/25, y reconoció a la Naturaleza y sus componentes como sujetos de derechos. Esta es la primera vez que la Corte afirma explícitamente que la Naturaleza, en sí misma, puede ser titular de derechos, lo que marca un hito en la evolución de la jurisprudencia en materia de derechos humanos y ambientales.
Según la Corte, este reconocimiento “constituye un desarrollo normativo que refuerza la protección de la integridad y funcionalidad de los ecosistemas en el largo plazo, brindando herramientas jurídicas efectivas para enfrentar la triple crisis planetaria y prevenir daños existenciales antes de que sean irreversibles”.
Aprobada por cuatro votos contra tres, la Opinión confirma que reconocer a la Naturaleza como sujeto de derechos no introduce un contenido extraño al corpus interamericano de derechos humanos, sino que refleja una expresión contemporánea del principio de interdependencia entre los derechos humanos y el medio ambiente.
Este enfoque fortalece un paradigma centrado en la protección de las condiciones ecológicas esenciales para la vida y empodera a las comunidades locales y a los pueblos indígenas, quienes históricamente han servido como guardianes de los ecosistemas.
En la Alianza Global por los Derechos de la Naturaleza (GARN), celebramos este avance histórico y lo consideramos una herramienta clave para fortalecer la justicia ecológica y climática, y para impulsar el reconocimiento del valor intrínseco de la naturaleza en los marcos legales nacionales y locales.
Este precedente legal abre la puerta a nuevos esfuerzos de litigio estratégico, la protección de ecosistemas amenazados y el avance de la legislación de los Derechos de la Naturaleza en toda la región.
Seguiremos trabajando con las comunidades, los pueblos indígenas y los defensores de la vida para garantizar que este reconocimiento se convierta en una fuerza transformadora, no sólo simbólica.