
El Club Palermo logró su primer título de la Liga Paranaense de Fútbol -la competencia doméstica tuvo su origen en 1942, el club se fundó un año antes- al vencer por penales a Sportivo Urquiza por 5 a 3 luego de haber empatado sin goles en los 90’ minutos reglamentarios. Convirtieron para el elenco de barrio Rocamora Iván Aguilar, Leandro Lorenzón, Cristián Céspedes, Hernán Cabrera y Gustavo Escouboué. Mientras que para la V Azulada marcaron Martín Galli, Javier Cottonaro y Rodrigo Barrios; Sebastián Chitero había marrado su disparo. El cotejo decisivo se disputó en cancha de Patronato ante más de 3.000 espectadores.
El primer tiempo de la final tuvo las mayores emociones, con un Sportivo Urquiza que insinuaba más de lo que concretaba, y a un Palermo que esperaba refugiado cerca de su área, sabiendo que la contra significaba su arma más letal. La V Azulada usufructuaba el sector izquierdo con el volante Omar Rolón, que actuaba de enlace, aunque por momentos se tiraba al sector izquierdo para colaborar con sus compañeros. En ese sentido, la tarea de Hugo Fontana era fundamental para habilitar a los delanteros, a esa altura un poco aislados de la línea de volantes.
El desempeño de los palermitanos durante los primeros dejaba mucho que desear, sobre porque el equipo de Alejandro Gómez se desprendía con demasiada rapidez del balón y no le daba un buen destino. En consecuencia, se dilapidaba la pelota con pelotazos o pases al contrario.
Durante la etapa inicial, los de La Floresta contaron con innumerable ocasiones para ponerse en ventaja, pero la impericia de sus delanteros hicieron que el marcador se mantuviera en blanco. A los 16’ un slalom de Reihardt por derecha e ingresando al área provocó un descalabro en la última línea Rojinegra. Al número 9 solo le quedaba definir esa preciosa jugada, aunque se amilanó y solo atinó a sacar un envío apenas tibio.
Cuando corrían 24 minutos, un inspirado Leandro Segovia estrelló un disparo en el palo derecho de Oscar Galli. Parecía mejorar el conjunto de barrio Rocamora, empujado por sus individualidades y el buen rendimiento de su conductor, Gustavo Escouboué, que con el correr de los minutos comenzaba a incrementarse.
Otra vez, a los 32’, apareció en escena Reinahrdt, dominando un balón en plena área del Carcelero y ni bien dispuso de espacio, conectó un zapatazo que contuvo a medias Campanini y en el rebote no pudo definir Barzola entrando solo por el segundo palo. De nuevo a los 41’, Reinhardt alcanzó a darle de cabeza en un córner enviado desde la derecha, sin embargo, le dio al balón para que rebotara y eso llevó a que el mismo se fuera besando el palo izquierdo de Campanini.
Complemento
El segundo tiempo ofreció un pobre espectáculo, con demoras a cada instante, sin ideas de ninguno de los protagonistas y mientras se consumían los minutos, mayor era el nerviosismo en los 22 futbolistas. Solo se puede contabilizar como una chance neta de gol un ingreso por el sector derecho de su ataque de Cristian Reinhardt, quien remató a la carrera para que se luzca Campanini.
Era hora de los penales y el que menos se equivocara daría la tan ansiada vuelta olímpica.
Los penales
Aguilar (Palermo) 1 – 0
Galli (Sportivo Urquiza) 1 – 1
Lorenzón (P) 2 – 1
Cottonaro (SU) 2 – 2
Céspedes (P) 3 – 2
Chitero (SU) 3 – 2 (atajó Campanini)
Cabrera (P) 4 – 2
Barrios (Su) 4 – 3
Escouboué (P) 5 - 3
Síntesis
Palermo: Campanini; Ramos, Pérez, Segovia, Céspedes; Pozo, Pasi, Escouboué, Romero; Lorenzón, Aguilar. DT: Alejandro Gómez.
Sportivo Urquiza: Oscar Galli; Siboulofsky, Martín Galli, Molina, Pérez; Barrios, Fontana, Rolón, Chinero; Barzola, Reinhartd. DT: Adrián López.
Amonestados: Pozo, Escouboué, Mendoza (P,'); Pérez, Chitero (SU).
Cambios: 45’ Mendoza por Pozo, 52’ Cabrera por Pasi, 81’ Miño por Segovia (P,'); 69’ Cottonaro por Siboulofsky, 74’ Fernández por Barzola y García por Reinhardt (SU).