Imagen de archivo del emprendimiento inmobiliario fluvial Amarras, que ha destruido un humedal sobre el río Gualeguaychú. A pesar del paso del tiempo, todavía no se ejecuta la sentencia judicial que ordena restaurar lo dañado.
El conflicto ambiental y social generado por la presencia de Amarras tuvo otro revés judicial. La sociedad espera desde hace año que se cumplan las sentencias judiciales.
Imagen de archivo. El barrio Amarras tiene sentencia firme para restaurar el daño ambiental generado y paralizar todas sus obras, además de devolver el cauce del río Gualeguaychú a su anterior estado de apertura.
Con máquinas retroexcavadoras, Amarras desvío el cauce del río Gualeguaychú para apropiarse de ese bien natural y llenar su laguna artificial. Ahora la Justicia le dio un plazo de cinco días para restablecer dicho cauce a su estado anterior.
Vecinos le piden a la Justicia que aplique la sentencia de la propia Justicia. El daño ambiental del barrio fluvial Amarras es evidente para todos, menos para quienes tienen que hacer aplicar las normas.
La Secretaria General de la Presidencia de Argentina, Karina Milei (izq.), y el Ministro del Interior, Guillermo Francos (der.), en el Congreso Nacional el 30 de abril pasado.
Del listado original de 41 empresas a privatizar en la primera versión de la Ley Bases, quedaron 11 tras la negociación con “la oposición que es oficialista”.
El gobierno nacional eliminó la dirección de 49 emisoras provinciales. Ahora los pueblos del interior del país podrán enterarse solo del estado del tránsito en la General Paz.