El precandidato a gobernador por Juntos por el Cambio, Rogelio Frigerio, fue entrevistado en el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral), donde se refirió a la campaña electoral con miras a las PASO del 13 de agosto; pero también respondió algunos cuestionamientos que se le formulan desde el oficialismo. En ese marco, reconoció que lo más difícil en esta campaña PASO es estar lejos de su familia, aunque se mostró satisfecho en la recorrida que realiza por toda la provincia y en el diálogo cara a cara que mantiene con los ciudadanos. “Hay muchos políticos que no recorren la provincia, sobre todo, en el oficialismo. Y hay otros que la recorren, pero van de actos en actos. Van al acto que le prepara la dirigencia política de un lugar y se van a otro acto: no los veo caminando entre la gente”, fustigó.

También distinguió su relación con el gobernador Gustavo Bordet, al considerar que nunca habló mal de él y destacó que trabajaron muy bien cuando era ministro del Interior, Obras Públicas y Viviendas: “Hemos hecho obras públicas como nunca se habían hecho en la provincia. No las podría haber hecho solo; las hice con la concurrencia y el trabajo conjunto del gobernador y de muchos intendentes también del oficialismo”, recordó.

En un escenario hipotético, Frigerio adelantó en el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) que en caso de ser gobernador disminuirá la planta de personal político y destacó su propuesta para superar el déficit de la actual Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia. Adelantó que pondrá este tema en debate en la Legislatura para alcanzar un consenso general de modo de implementarlo como política de Estado.

Otro aspecto que abordó fue el tema seguridad y de manera más específica la situación del crecimiento del narcotráfico en la provincia. En este marco, adelantó que

El ex jefe de la Policía Federal Argentina, comisario general (r), Néstor Roncaglia estará al frente de la cartera de Seguridad, sumando su experiencia y su saber al ser uno de los mejores especialistas en la materia en la Argentina.

Aseveró que no tiene “un Plan B. Estoy liderando un proyecto de transformación y de desarrollo como hace mucho no se ve en nuestro país. Si pierdo, me voy a mi casa”, indicó y reiteró que en caso de ser gobernador: “El 10 de diciembre se terminan todos los privilegios de la política en nuestra provincia”.

-Estamos a 19 días de las elecciones PASO. ¿Qué ha sido lo más difícil para usted en esta campaña electoral?

-Estar lejos de mi familia, sin duda. La verdad que es eso. Lo otro, es lo mismo que vengo haciendo en los últimos tres años: recorrer permanentemente la Provincia, estar cerca de la gente, escuchar. Terminar de definir, como ya lo determinamos, un plan de gobierno de transformación de Entre Ríos, en base –precisamente- de esas escuchas permanentes. No hay algo difícil… difícil es ver la realidad en la que viven mucha gente en nuestra provincia. He recorrido los barrios más humildes, los barrios donde falta todo y he sentido en primera persona el clamor de la gente por más trabajo; que sus hijos o nietos no se tengan que ir de la Provincia o del país. Creo que eso es difícil y difícil es también la responsabilidad enorme que siento sobre mis hombros, de estar a la altura de esta expectativa que veo que se está formando en Entre Ríos; de que se va a poder apostar por otra cosa después de largos, larguísimos 20 años del mismo signo político gobernándonos.

- ¿Qué cosas le duelen más que le digan? Que lo acusen de porteño, que desconoce buena parte de Entre Ríos o que le enrostren contradicciones en medidas que usted propone o promete cosas que antes no concretó siendo ministro del Interior.

-De lo que me diga un político no me duele nada. Absolutamente nada, ni siquiera lo contesto. No me parece que la gente esté ansiosa por ver una respuesta de un político a alguna acusación, chicana, pase de factura de otro político. Creo que eso es lo que la gente detesta. La gente quiere vernos trabajar sobre las cosas que les quitan el sueño a los entrerrianos: la salud, la educación, la falta de vivienda, la falta de trabajo, el avance de la droga, de las mafias, de los sicarios que ya tenemos en nuestra tierra. Esas son las cosas que le preocupan a los entrerrianos. La respuesta mía a una chicana, a un pase de factura, me parece que no importa. Y, personalmente, no me mueve nada.

-Y que sea el candidato de un futuro ajuste, es otra de las líneas de la crítica.

-Son las mismas líneas del 2021, de hace casi un año y medio cuando tuvimos la última elección. El ajuste ya se vive hoy en la Provincia. Precisamente, el que dice eso, lo hace porque no conoce la provincia; porque no recorre la provincia; porque no está en contacto con la gente. Hay muchos políticos que no recorren la provincia, sobre todo, en el oficialismo. Y hay otros que la recorren, pero van de actos en actos. Van al acto que le prepara la dirigencia política de un lugar y se van a otro acto: no los veo caminando entre la gente. No los veo en el mano a mano con el vecino, con el comerciante, con el emprendedor. Yo estoy todo el día, todos los días hablando con la gente. No en el marco de la protección que te dan los militantes políticos o los candidatos. Y, la verdad, es que yo tengo otro panorama de la provincia. Honestamente. Me parece que esta idea que tiene el oficialismo que la salud está bien, que la educación es bárbara, que el trabajo no falta, que vamos por el buen camino, que las rutas no son un desastre… cuando digo estas cosas, no lo hago para incomodar a nadie. No lo digo para que el oficialismo se sienta mal por lo que digo. Realmente me importa poco cómo puedan sentirse. Lo digo porque a los problemas hay que plantearlos. Hay que ponerlos sobre la mesa si los queremos corregir. Y si los ocultamos vamos a seguir así, como seguimos desde hace varias décadas. Tenemos que aceptar los problemas que tenemos. Tenemos que tener la humildad de aceptar los problemas que tenemos para poder cambiarlos, para poder transformarlos. Siento mucho que se ofendan, honestamente. Pero, es la realidad. La realidad es esta y tenemos que enfrentarla.

-Usted tenía buena relación con el gobernador Gustavo Bordet. De hecho, nosotros contamos que se reunieron varias veces en estos últimos dos años, sin que se informe a la opinión pública. ¿Qué se rompió entre ustedes dos o considera que son vaivenes de la campaña simplemente?

-No se rompió nada. Nunca hablé mal del gobernador. Siempre he dicho lo que sentía.

- ¿Cuándo fue la última vez que hablaron?

-Creo que el día que decidió “pegar” las elecciones con la nacional y de alguna manera alinear al oficialismo provincial con el kirchnerismo. Estar en la misma boleta que (Juan) Grabois, que Máximo Kirchner, que (Axel) Kicillof; esa fue la última vez que hablamos. Perdón… después me lo encontré en el aeropuerto una vez. Yo no tengo ningún problema para dialogar, para hablar. He dicho, y no lo voy a cambiar porque esté en campaña, que hemos trabajado muy bien juntos. Él como gobernador, habiendo recibido una provincia quebrada financiera y fiscalmente y yo como ministro del Interior y de Obras Pública hemos trabajado bien juntos. Hemos hecho obras públicas como nunca se habían hecho en la provincia. No las podría haber hecho solo; las hice con la concurrencia y el trabajo conjunto del gobernador y de muchos intendentes también del oficialismo. No me voy a desdecir. Y, en ese momento, decían todos –hay archivos y el periodismo los tiene- que venía muchas obras públicas; qué bueno que el ministro del Interior se ocupara de darle una mano a la gente en Entre Ríos. Ahora cambió, esas cosas se las olvidaron. Yo no me olvido y no cambio. No voy a hablar mal de la gente con la que trabajé bien y de la gente de la que tengo un buen concepto. No tengo por qué cambiar porque ahora esté en campaña.

Su antecedente como ministro de Macri

-La semana pasada vino Sergio Massa. Se inauguraron viviendas y en los discursos se insistió que esas viviendas se iniciaron en la última etapa del gobierno de Sergio Urribarri y que desde la Nación se paralizaron. Y se lo endilgaban a usted porque “viviendas” estaba dentro de su órbita. ¿Usted escuchó esas críticas?

-No, no escucho las chicanas de los políticos. No pierdo el tiempo en eso. Me parece que la gente no quiere verme a mí en ese plano. He cortado cintas de inauguración de viviendas en Entre Ríos junto al gobernador, porque siempre lo hemos invitado, muchas veces, muchas viviendas. Y, sin embargo, reconozco que las viviendas sociales, las que hace el Estado no representa más del 10 por ciento del déficit habitacional que tenemos en la provincia. La falta de vivienda es una de las principales preocupaciones de los entrerrianos y de todos los jóvenes. Hay 50 mil jóvenes que se quieren independizar, que quieren tener su proyecto de vida y no se pueden ir de la casa de los padres o de los abuelos; porque es imposible ya no comprar una vivienda, eso es una misión imposible. No se puede siquiera alquiler porque no hay ofertas, porque los alquileres que hay están carísimos, porque hay muchos requisitos legales, burocráticos para alquilar. Nosotros tenemos un plan de viviendas. Cada preocupación de los entrerrianos tiene que tener por parte de los políticos una respuesta. No puede ser que a la gente le preocupe la vivienda, la falta de trabajo, la crisis del sistema sanitario, la crisis de la calidad de nuestra educación y el avance de la droga y los políticos hablen de otra cosa. No puede ser más eso. Nosotros tenemos ante cada preocupación de la gente un plan como no se tiene en la provincia desde hace muchísimo tiempo. Me preguntaron al principio qué me duele: me duelen los hombros por la responsabilidad que siento todos los días de estar preparados para el enorme desafío de transformar nuestra provincia. Tremendo desafío… tremendo desafío. Es difícil lo que nos queda por delante y la solución de estos problemas no será de un día para el otro. No vamos a ser rápido. Pero, sí puedo prometer una cosa que vamos a hacer el 10 de diciembre y de eso no tengo dudas y eso va a ser un cambio muy importante hasta cultural en nuestra provincia. El 10 de diciembre se terminan todos los privilegios de la política en nuestra provincia. Eso es inamovible.

- ¿Usted es consciente de que el aluvión de críticas que le vienen haciendo irá creciendo de acá al 13 de agosto y más aún si llega a ganar las PASO? El director de Aduanas, Guillermo Michel, como el diputado nacional Marcelo Casaretto han hecho duras acusaciones contra usted en recientes declaraciones, citando decretos y leyes específicas de su época de ministro como de su etapa reciente de legislador nacional. Casaretto dijo directamente que fue a muy pocas sesiones, a muy pocas reuniones de comisión en Diputados…

-Pero, es mentira eso, es faltar a la verdad. Hacen acusaciones vacías. El que más faltó a las sesiones es su jefe político y jefe de su bloque, Máximo Kirchner. Pero, no quiero entrar en esa. No me parece que le sume nada a la gente.

-Pero, insistimos: ¿Usted es consciente de que el aluvión de críticas que le vienen haciendo irá creciendo?

-Pero, para mí tiene lógica. Cuando yo digo que se terminan los privilegios de la política del 10 de diciembre, acá hay mucha gente que vive de esos privilegios por lo menos desde hace 20 años. ¿Cómo no van a tener miedo? ¿Cómo no van a pelear como “gato panza arriba” para sostener esos privilegios? Yo los comprendo; ahora, lo siento mucho: se les terminan los privilegios el 10 de diciembre.

Algunas medidas en caso de ser gobernador

-Usted está convencido de que gana…

-No, no. Estoy trabajando para un proyecto…

-Bueno, nos está hablando que el 10 de diciembre tal cosa, es una frase de un ganador.

-Bueno, pero porque estoy en la calle y siento que los entrerrianos quieren un cambio. Pero, los votos hay que contarlos hasta el último. Otra cosa es la convicción que tengo de que Entre Ríos va a cambiar. De que Entre Ríos quiere un cambio. Que los entrerrianos se hartaron de lo mismo.

-Usted no está viendo que en Entre Ríos hay por lo menos un habitante que, por lo general, le gusta cobrar el día 30, que no se le modifique la vida.

-Es cierto. Me he encontrado con gente que me dice: “Usted va a ganar, Frigerio, pero los sueldos los vamos a cobrar del 1 al 5; las jubilaciones las vamos a cobrar del 1 al 5”. Y les digo, pero, por supuesto, eso es lo básico. También los insto a solar en grande, a pensar mucho más allá de pensar en cobrar el sueldo o la jubilación del 1 al 5 de cada mes. Trato de llevarlos a otro plano, al de volver a brillar, de volver a ubicar a nuestra provincia en un rol protagónico en la Argentina; de aprovechar el enorme potencial que tenemos y que está dormido. De achicar esa diferencia enorme entre los que somos y lo que podemos ser los entrerrianos. Y me escuchan, porque nadie, no me encontrado con ningún entrerriano que me diga que se siente condenado a vivir de esta manera para siempre. ¡Ninguno! Todos, de alguna manera, coinciden de que damos para mucho más. Y eso es lo que me genera la fuerza y la convicción para seguir por este camino.

-Supongamos un escenario donde usted gane las elecciones y sea nuevo gobernador. ¿Toda su familia se viene a vivir a Paraná o quedan en Buenos Aires? Porque es un tema que se lo van a reclamar, obviamente.

-Mi familia siempre vivirá conmigo. El momento que más he estado separado de mi familia fueron estos meses de campaña. Igual no hablo de mi familia ni me parece que sea un tema para la campaña. Y la dejo alejada de estas cuestiones porque la han atacado, se han metido con mi familia y yo la protejo a mi familia.

-Insisto con un supuesto escenario triunfalista. El gobierno entrerriano tiene unos 800 funcionarios en la estructura del Estado provincial; Santa Fe tiene 500 y Córdoba 200 funcionarios. ¿Usted tiene 800 personas capacitadas para ocupar tales cargos o van a reducir la planta?

-Creo que ahí está parte de la raíz de nuestros problemas. De por qué el haber sido la provincia que le disputaba el liderazgo a Buenos Aires de la Nación, pasamos a ser la hermana pobre de la Región Centro. Sin duda que tiene que ver con eso. El 50 por ciento del empleo formal de nuestra provincia tiene que ver con el Estado. La media nacional es el 37 por ciento. Córdoba tiene la mitad de lo que tiene Entre Ríos, el 26-27 por ciento; Santa Fe un poquito más. Ahí está la raíz del problema: un gobierno que ha creído que el trabajo, la riqueza la tenía que generar el Estado. Y los entrerrianos –a esto lo sé porque hablo con todos- pensamos otra cosa, tenemos que rumbear a la provincia para el lado del trabajo entre los emprendedores, las Pymes, los comerciantes, los productores agropecuarios, los industriales; por ahí está la salida de Entre Ríos. No por el empleo público, los planes sociales. La mayoría de los entrerrianos no creemos en esa forma de hacer política. Entonces, claramente tenemos que achicar el gasto público improductivo, el gasto que no le llega a la gente. El gasto que existe en Entre Ríos, básicamente, para sostener los privilegios de algunos pocos dirigentes, de sus familiares y de sus amigos. Se termina eso el 10 de diciembre; porque el cambio y la transformación de Entre Ríos exige que se termine eso el 10 de diciembre.

Necesidad de una Ley de Ética Pública

-Hace escasas semanas, por decretos del gobernador Bordet, se nombraron en planta permanente del Senado y Diputados a varios actuales funcionarios del Poder Ejecutivo provincial. ¿Se enteró de esa medida?

-Por eso necesitamos una Ley de Ética Pública, de acceso a la información pública. La vamos a promover. Nuestros diputados la promovieron, pero somos minorías en ambas Cámaras, obviamente, y no tenemos esa fuerza. Pero, la vamos a tener cuando seamos gobierno. Y va a haber una Ley de Ética Pública y una ley que impida el nombramiento de familiares en el gobierno. Necesitamos ponernos del lado de la gente. La gente está harta de los políticos por estas actitudes. Tenemos que dejar de buscar del lado de la política la comodidad y la certeza que no tienen los argentinos ni los entrerrianos. Los entrerrianos no saben lo que va a pasar mañana. No sabe el comerciante si podrá abrir la persiana de su comercio o si podrá reponer el “stock” por la inflación que hay; el productor agropecuario no sabe con qué nuevo impuesto se va a encontrar o con qué tipo de cambio se tendrá que enfrentar. Los industriales no saben si podrán tener los insumos importados para producir. Esa es la realidad de la Argentina. ¿Y los políticos qué hacen? Buscan su comodidad. Por eso, renuncié como diputado nacional. Porque yo no quiero un Plan B. No quiero enfrentar este desafío enorme que tengo de conducir los destinos de la Provincia y si pierdo volver a la comodidad del cargo público. Eso es lo que nos distancia de la gente. Yo no tengo un Plan B. Estoy liderando un proyecto de transformación y de desarrollo como hace mucho no se ve en nuestro país. Si pierdo, me voy a mi casa.

-La causa “Contratos” desnudó la dimensión de la partida presupuestaria que manejan las Cámaras de Diputados y Senadores para contratación de empleados. Se desviaron 53 millones de dólares entre ambas Cámaras.

-Una vergüenza. Una tremenda vergüenza.

-Pese a los avances de la causa, ninguna de las Cámaras disminuyó la partida y tampoco contestó a los pedidos de informes que se le dirigieron para que transparenten el nombre de las personas contratadas. ¿Qué haría usted al respecto?

-Es una vergüenza. En la Legislatura hay 3.000 millones de pesos por año para contratos, nada más. Estos contratos, muchos de los cuales se probó que no va a la gente, que no tienen nada que ver con el bienestar de los entrerrianos. ¿Cómo no vamos a reducir esos 3.000 millones de pesos, sino van a la gente? Eso es parte del gasto improductivo, del gasto que no le llega a la gente. Estos privilegios de los políticos representan cosas concretas para los entrerrianos. Podríamos haber hecho casi 100 escuelas nuevas con esa plata. Tenemos que salir de esta locura. Cómo puede ser que surge a la luz el escándalo de los “contratos truchos” y sigamos manteniendo el mismo presupuesto que había antes de los “contratos truchos”. Esto es falta de sentido común. Es un cachetazo al vecino, al ciudadano que nos está mirando. Tenemos que reducir, por lo menos, a una tercera parte esos contratos. No le llegan a la gente. Probamos en este caso concreto, que es recursos del fisco, recurso del contribuyente que no le llega a la gente y los tenemos que reducir. Esa va a ser una de las propuestas y vamos a tener una Ley de Ética Pública que obligue a los funcionarios a presentar su declaración jurada todos los años y que sea transparente. Porque también vamos a tener una Ley de Acceso a la Información, que cualquiera pueda pedir información a cualquier funcionario y el funcionario esté obligado a contestarla. ¿Sabe lo que nos cuesta conseguir información? Lo que nos ha costado conseguir información para poder armar nuestro plan de desarrollo. Por suerte que tenemos gente dentro del gobierno que colabora. Es imposible conseguir datos en nuestra provincia. Falta transparencia, necesitamos una ley de Ética Pública, una ley que los políticos; sobre todo antes de irse, cuando la ven complicada, empiecen a nombrar familiares en el Estado. Tenemos que cambiar esta cosa, no podemos seguir de esta manera.

La Justicia

- ¿Piensa mantener los sistemas salariales de enganche con la Corte Suprema de Justicia de la Nación, como -por ejemplo- los del Poder Judicial o del Tribunal de Cuentas?

-Es una ley que no tengo pensado cambiarla. Pero, sí voy a instar al Poder Judicial que, así como ha promovido de alguna manera una ley que se “engancha” con los beneficios de la Justicia nacional, también se “enganchen” con las responsabilidades o los costos que tiene esa ley en el sistema previsional. Tiene que ser lo mismo: si queremos una ley de “enganche” con la Nación, tiene que ser en todo sentido, no solamente en una parte.

-Recientemente se reformó la ley que regula el Consejo de la Magistratura. El bloque de diputados de Juntos por el Cambio se pronunció por su derogación y el retorno al sistema anterior, caracterizado por la no participación del Superior Tribunal de Justicia. ¿Qué hará usted al respecto en caso de resultar electo?

-No solo lo pensamos, sino que presentamos una ley en contra de esta medida del gobierno. Nosotros estamos convencidos que el Poder Judicial es un Poder independiente del Estado y que la política no tiene que meterse. Entonces, las decisiones del Poder Judicial no tienen que estar contaminadas por los intereses de los políticos. Es muy claro el concepto. Nosotros no nos vamos a meter con la Justicia. Y en la Justicia tienen que estar los más probos, los que tengan más méritos; porque también el proyecto del oficialismo quitó el mérito y arma la terna sin puntaje. Eso también se termina.

-Usted reclama independencia para la Justicia. Pero, si se estudia la historia del Superior Tribunal de Justicia desde los últimos 30 años está integrado por vocales que han tenido de una u otra manera alguna vinculación con el poder de turno. De hecho, son públicas las relaciones de muchos de ellos, no todos, pero, este es el escenario del Alto Cuerpo judicial si asume.

-Nosotros vamos a asumir la Provincia sin beneficio de inventario. Vamos a asumir con todo y vamos a administrar… soy consciente de ese escenario. Y las vacantes que se vayan generando va a ser integrada por gente proba, meritoria y sin ningún vínculo con la política. Eso también es un compromiso.

Caja de Jubilaciones y Pensiones

- ¿Qué va a pasar con el tema de la Caja de Jubilaciones? Porque todos los gobernadores hasta la fecha, convinieron con el poder central la financiación del déficit a cambio de los votos de los legisladores entrerrianos a las leyes presupuestarias.

-Financiación del déficit mal, porque somos la provincia que menos recursos recibe de la Anses.

-Pero, aquí siempre se esquivó el debate.

-Siempre se esquivó el debate. Nosotros vamos a instar a ese debate. Es una ley compleja; es una política de Estado que tiene que tener un amplio consenso. Nosotros desde el primer día de gobierno vamos a instar para que ese debate se de en el lugar que corresponde que es la Legislatura provincial.

Seguridad y narcotráfico

- ¿Cuánto le preocupa el avance del narcotráfico en Entre Ríos y en especial en zonas cercanas a Rosario como Victoria o Nogoyá, donde comenzaron a instalarse y a invertir en campos y viviendas algunos jefes narcos rosarinos?

-Lo hemos denunciado. Hemos presentado un plan de seguridad integral en Diamante la semana pasada, cuando justo estuvo la precandidata a presidenta Patricia Bullrich. Por supuesto, Néstor Roncaglia que es mi persona de confianza para este tema. Él debe ser una de las personas que más sabe de este tema en la Argentina. Fue el primer jefe de la Policía Federal que no era oriundo de la Provincia de Buenos Aires. Es oriundo de Chajarí. Y, por suerte, quiere acompañarnos en este desafío de echar a patadas a los narcos e impedir que sigan ingresando. Ese es nuestro plan si lo tengo que resumir. Es echar a patadas a los narcos que contaminan a nuestros hijos, que toman de rehenes a nuestros hijos porque esa es la preocupación que me dicen los vecinos en todos los rincones de la provincia. Por supuesto, hay lugares “más calientes” que otros. Y, después, con un proyecto de Seguridad integral para impedir que sigan ingresando.

- ¿Usted les advirtió a sus precandidatos de Entre Ríos –especialmente en Paraná- para que estén atentos que los narcos no se vayan “colando” detrás de las candidaturas?

-Es una preocupación enorme y siempre lo he dicho y lo digo cada vez que puedo: de los narcos o de los supuestos narcos hasta que se pruebe lo contrario, hay que estar lo más lejos posible. El narcotráfico te contamina. No se puede tener vínculo alguno con el narco. Eso es lo que les digo a todo mi equipo y a todos los candidatos que tenemos en los distintos rincones de la provincia. Lejos de los narcos.

-Hay un amplio sector de la Policía de Entre Ríos que se viene quejando de los salarios que están muy bajos comparativamente con sus pares de Santa Fe o Córdoba. ¿Está previsto observar en detalle todo esto?

-Nuestra Policía –y lo digo sin demagogia porque la conozco- es la mejor Policía del país. La Policía más sana del país no se siente cuidada por la política. Esa es la verdad y no solamente por el tema salarial. El salario es uno de los temas que ponen sobre la mesa nuestros policías. No se sienten cuidados cuando tienen los chalecos antibalas vencidos. No se sienten cuidados cuando salen con armas que no funcionan. No se sienten cuidados cuando tienen que mendigar combustible para cargar los patrulleros. Los que nos cuidan, no se sienten cuidados. Por supuesto que tenemos que cambiar esta situación. Como les dije, hemos presentado la semana pasada en Diamante un plan integral, para que volvamos a ser lo que alguna vez fuimos: una Provincia segura, donde la gente podía vivir en paz, tranquila. Eso es lo que queremos volver a tener o a sentir los entrerrianos.

- ¿Usted instrumentaría una Secretaría de Seguridad con Roncaglia a la cabeza, de la que dependa la Policía de Entre Ríos o la idea es seguir con el esquema actual?

-Espero que Roncaglia esté a cargo de la seguridad en Entre Ríos.

-Es decir, que además del Ministerio de Gobierno existiría una Secretaría de Seguridad.

-Creo que la seguridad merece que esté un especialista en el tema y que tenga el más amplio apoyo del gobernador y mucho poder para poder combatir la delincuencia y los narcos. Y en este punto también es muy importante que haya un vínculo, una relación entre el Ejecutivo como responsable de la Seguridad en la Provincia con el Poder Judicial; porque eso también tiene que ver con el malestar de los policías. Arriesgan la vida, capturan a un narco o a un delincuente, lo ponen preso; pero a los dos días lo ven otra vez en la calle. Eso también se tiene que terminar. Y para eso tiene que haber un vínculo más cercano entre las decisiones de la Policía y las decisiones de los Fiscales y los jueces. Y lo vamos a hacer, se puede hacer. Vamos a trabajar mancomunadamente policías, jueces y fiscales para luchar contra el delito y el narco.

Combate contra la corrupción

- ¿Cuánto de estricto y cuánto de dureza habrá en su administración si accede a la gobernación respecto a la corrupción en el Estado?

-Absoluta. No vamos a permitir la corrupción en nuestro gobierno. A mí me tocó ser ministro de Obras Públicas en un momento muy difícil del país; cuando la obra pública estaba para todos, asociada solamente a la corrupción y no a un bienestar para la gente. Nosotros logramos desterrar ese concepto. Hoy, a la obra pública no se le endilga de la manera que se lo hacía antes. Y es así porque generamos procesos transparentes: licitaciones abiertas, pliegos gratis para que haya más concurrencia y más competencia. No vamos a tolerar un solo caso de corrupción en nuestra gestión. No se lo merece nuestra gente. Necesitamos reconciliar los ciudadanos con los políticos y parte de esa reconciliación se debe dar al garantizar que no se le va a dar cuartel a los corruptos. Y se los va a llevar a la Justicia para que la Justicia se ocupe no solo de condenarlos, sino que devuelvan lo que se robó. Porque la Justicia también tiene esa obligación.

-Sí, de hecho, en los fallos se establece ese recupero.

-Pero, no siempre pasa.

-Le haremos la misma pregunta que le formulamos a Adán Bahl cuando estuvo la vez pasada. ¿Cómo se financia su campaña electoral?

-Con aportes. Nosotros tenemos un ejercicio para las campañas que, entre otras cosas, derivó en que yo sea el promotor de la ley de financiamiento de la política en el 2018 si mal no recuerdo. Creo profundamente en la transparencia y en la necesidad que tiene el pueblo de conocer la transparencia del financiamiento de la política. Hay dos vectores de corrupción importantes en la Argentina: el de la obra pública y el del financiamiento de la política. Cuando me tocó ser ministro del Interior y de Obras Públicas ataqué esos dos vectores.

-Usted dice “aportes” …

-Aportes de privados, transparentes.

-Es decir, que usted dará a conocer a todos sus aportantes.

-En todas las elecciones que me han tocado como candidato (he tenido una sola), pero como jefe de campaña tuve varias en la provincia, siempre hemos hecho lo mismo: presentado con transparencia los aportes para la campaña. Es algo que se lo debemos a la gente y la gente tiene que saber cómo se financia la política.

El efecto Javier Milei

-Cuando se decidió que las elecciones en Entre Ríos no se iban a desdoblar de la nacional, en parte fue por el fenómeno de Javier Milei, que en teoría le sacaría votos a Juntos por el Cambio. ¿Cuánto le teme a Milei?

-No le temo a Milei. Lo conozco a Javier desde hace muchísimos años. Somos los dos colegas, economistas; él ha tenido siempre un trato diferencial conmigo. Y creo que Javier está haciendo un aporte al debate político importante en la Argentina. Hay temas que se empiezan a discutir abiertamente, entre otras cosas, a partir del discurso de Javier. Y a eso hay que reconocerlo. Antes no se podía hablar de los privilegios de la política, no se podía hablar de bajar los impuestos, no se podía hablar de uh montón de cosas que ahora son “moneda corriente” en la discusión política. Y en alguna medida eso es responsabilidad de Javier. Ahora, conducir los destinos de un país; armar un proyecto en una provincia como la nuestra, requiere más volumen político, más experiencia, más conocimiento. Recién ahora, después de muchas campañas que me ha tocado de alguna manera protagonizar en nuestra provincia, puedo decir que tengo un conocimiento absoluto en cada rincón de la provincia; que tengo candidatos con los que comulgo en ideas y en valores en cada rincón de la provincia y esto después de muchos años. El partido de Milei empezó a armar en la provincia a la hora siguiente de que el gobernador decidió alinear al oficialismo provincial con el kirchnerismo nacional. Paso un poco más de un mes de eso. Es muy difícil armar un proyecto serio de provincia en poco más de un mes. Antes no tenían candidatos, no tenían siquiera la intención de competir.

- ¿El que gana las PASO, gana las generales en la provincia?

-No lo sé. En general pasa… la historia demuestra que en la mayoría de los casos sucede eso. Pero, insisto: aprendí que en la política uno puede sentirse victorioso cuando se cuenta el último voto. Por eso, ustedes me pudieron ver, después de ganar una elección histórica -hace más de un año y medio-, por más de 24 puntos al oficialismo, 20 puntos de diferencia en Concordia, una enorme diferencia en la capital provincial, a la semana otra vez recorriendo la provincia. Otra vez estando cerca de la gente. Otra vez en función de esa relación personal y permanente con la gente, haciendo y armando nuestro plan de desarrollo y transformación. Y voy a seguir así hasta el último día.

- ¿Cuánto le pesa a usted el haber sido el ministro de Mauricio Macri y que el oficialismo le endilgue todo el tiempo esa situación?

-Le insisto con lo que dije al principio. No me molesta lo que un político diga de mí. Honestamente lo digo. Me resbala. Ni siquiera lo escucho. Me preocupa lo que piensa la gente. Le contesto todas las preguntas a los periodistas. Pero, no me voy a poner a contestar lo que dice un político que tiene, básicamente, en estos casos, la única pretensión de sostenerse en sus privilegios. No lo voy a hacer. Estoy orgulloso de mi tarea como ministro del Interior y de Obras Públicas y Viviendas. Pudimos lograr muchas cosas. Y también soy profundamente autocrítico de lo que hicimos en nuestro gobierno en muchos aspectos, sobre todo, en aquellos que la gente esperaba más de nosotros: lograr vencer la inflación, crecer de manera sostenible, tener inversiones. Pero, como dije, hicimos obras públicas en cada rincón de la Argentina. De hecho, la oposición (en esos años) para contestarnos nos decía “con la obra pública no se come”. Porque estaban abrumados por la cantidad de obras públicas que hacíamos en cada rincón y, sobre todo, tengo mi corazón acá, en Entre Ríos como en ninguna otra. Logramos desterrar la relación entre obras públicas y corrupción; fuimos el gobierno más federal en la historia de la Argentina, pero no del verso, “del pico”. Les retornamos el 15 por ciento de la coparticipación a todas las provincias de la Argentina con lo cual pudieron equilibrar sus cuentas. El 15 por ciento de la coparticipación que le había robado el kirchnerismo. Esa es la verdad. Pudimos hacer otras cosas también en el gobierno muy importantes como el autoabastecimiento energético. Nos reconciliamos con el mundo, la Argentina volvió a tener un lugar preponderante en la discusión internacional. Hay muchas cosas que avanzamos. Y hay otras cosas que tenemos que reconocer, lamentablemente, que nos equivocamos. Y eso es importante para no volver a cometer los mismos errores. El kirchnerismo hace prácticamente 16 de los últimos 20 años que gobierna el país. Y qué hace: insiste por el mismo camino que se probó acá, en sus gestiones y en el mundo, que no funciona. No tienen siquiera la humildad de reconocer en qué se equivocan. Y la humildad de reconocer en qué nos equivocamos es fundamental para tomar otro camino. Por eso, insisto, cuando hablo de los problemas que tenemos los entrerrianos, no lo digo para ofender a nadie; lo digo para reconocer nuestros problemas, nuestros errores, hacer un bien diagnóstico y explicarle a la gente cómo vamos a salir de este problema. Que quede bien en claro: no estamos condenados a vivir de esta manera. Tenemos todo para vivir de otra manera, para progresar, para que nuestros jóvenes no se tengan que ir. Para volver a soñar y brillar en grande. Estoy convencido de eso y quiero tratar de convencer a todos los entrerrianos que damos mucho más que esto que tenemos. Mucho más.