El periodista y diputado provincial por el Frente Social y Popular de Santa Fe, Carlos Del Frade, analizó la situación de violencia y miedo que se vive en Rosario por el accionar de las bandas narco.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Del Frade analizó que respecto de la inseguridad “hay una impostura importante y en forma paralela se hace más denso el clima”. “Me llama mucho la atención especialmente esta semana en que comienzan los alegatos de la causa Alvarado –que es una banda narco-policial-empresarial y el mayor grupo asesino y de dinero que ha generado el narcotráfico en los últimos 15 años- han aparecido amenazas que alguien políticamente hace circular por WhatsApp, como decisión política que toma alguien para meterle miedo a la sociedad. Y a cualquier persona le llega un  mensaje alertando no ir a los bares de Rosario porque te pueden matar”, reveló.

“A eso hay que agregar la impostura de jueces federales y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que van a llegar a Rosario para decir que están preocupados por el narcotráfico, tremendos caraduras cuando hace 15 años que estamos con el drama y con una Justicia Federal que jamás encerró a ninguna de las bandas narco grandes como Los Monos o Alvarado, porque tuvo que ser la justicia provincial la que los encerró por asesinatos, asociación ilícita y lavado de dinero. Entonces lo que va a pasar este jueves en la facultad de Derecho de Rosario, donde van a venir los integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y jueces federales de todo el país es una hipocresía bastante cargada de cinismo”, describió.

De todos modos, marcó que “el problema más serio es la densidad de estos mensajes de WhatsApp que llegan a cualquier ciudadano de Rosario que agravan y multiplican la situación y me parece que tienen fines desestabilizadores para  el municipio de Rosario y el gobierno de la provincia de Santa Fe, con quienes no comparto nada, pero que le metan miedo a la gente es una acción terrorista rantifusa”. “En medio de eso, está el hecho de que las fuerzas federales que llegan a Rosario no tienen la más pálida idea de cómo se manejan los barrios ni mucho menos como enfrentar a los nichos de corrupción de la policía provincial que sigue siendo el cuello de botella porque son quienes manejan las zonas, las convierten en zonas liberadas y hacen un desastre”, apuntó.   

En este contexto, afirmó que “ahora se palpa un miedo concreto en locales nocturnos y bares, en la gente común, en los laburantes” y lamentó que “la única salida que se propone es la misma que propone Estados Unidos para América Latina desde hace 40 años que trae más narcotráfico y más violencia”.

“Acá la cuestión es bien local, de adentro, si no te sacás de encima los nichos corruptos de la policía por más que te manden un millón de Robocop y cambien todas las leyes, si los barrios siguen manejados por esa presencia de Estado corrupto, no habrá nunca tranquilidad. Y si además hay un grupo de desquiciados de sectores policiales que le meten miedo a la gente, la cuestión se hace más densa. Acá hay que meterse desde los sectores políticos, y hay que terminar con que el Ministerio de Seguridad sea del partido gobernante porque eso ya fracasó en estos años de democracia. Hoy asistimos al perverso juego de que los muertos de hoy garantizan mañana el triunfo de la oposición de hoy”, analizó.

Consultado por la posibilidad de que esta situación se traslade a otras ciudades, Del Frade señaló que “hay armas por todos lados y eso lleva a que cualquiera se anime a amenazar y extorsionar a comercios. Empieza a verse en San Lorenzo, Casilda, Reconquista, Rafaela, Venado Tuerto, donde hay una facilidad para lograr armas que muchas vienen de la policía pero otras vienen de las armerías legales que venden ilegalmente”.

En cuanto a la injerencia del narcotráfico en los clubes de fútbol de Rosario y Buenos Aires, aseguró que “las barras manejan a los clubes” y ejemplificó que “lo de Central y Newell’s alejados de los ocho principales clubes que disputan las finales de las copas es una señal de cómo se están pudriendo desde adentro, y los que manejan todo son las barras que son barras dentro de los clubes pero que son bandas narco-policiales afuera”. Puntualizó que “esto sucede en Central, Newell’s, Colón y Unión, con la complicidad de muchos dirigentes que llegan con la idea de arreglar con Frankenstein”.