El diputado nacional Juan José Bahillo (FpV-Entre Ríos) destacó la aprobación de la emergencia alimentaria aunque aclaró que “no soluciona los problemas de fondo” y “no hay nada que festejar”.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Bahillo valoró la aprobación de la emergencia alimentaria en la Cámara de Diputados teniendo en cuenta que “la semana anterior no había expectativas de que el oficialismo avanzara en este tema ni siquiera por vía administrativa, y también éramos escépticos porque teníamos los números muy ajustados para que esto saliera solo con los votos de la oposición porque necesitábamos los dos tercios para habilitar el tratamiento del tema en la sesión”.

Destacó que “afortunadamente le oficialismo transmitió el día anterior su voluntad de acompañar, en el marco de una sesión que también se acordó que fuera – en estos momentos complejos para la sociedad argentina y especialmente para estos sectores más vulnerables- en la mayor armonía posible y en el marco del respeto”.

En ese sentido, resaltó “que se haya aprobado casi por unanimidad” aunque aclaró que “se entiende además que esto no soluciona los problemas de fondo, que están dados por la situación de la economía, y que hay que atender la urgencia y el hambre sin caer en slogans ni en clichés de moda pero el hambre no espera y es nuestra obligación como funcionarios públicos atenderlo y ponerlo como prioridad”.

Analizó que “a renglón seguido será responsabilidad del próximo presidente que elijan los argentinos trabajar en políticas que generen trabajo, inclusión y las herramientas para salir de esta situación de hambre que viven millones de argentinos”.

Asimismo, reflexionó que “después de sancionar esta ley no hay nada para festejar, más allá de rescatar la madurez política, porque nos hubiera gustado estar discutiendo de crecimiento, desarrollo y por dónde pasan los desafíos de la nueva Argentina y  no estas cuestiones de urgencia mientras la pasan mal millones de argentinos”.

“Esta situación se ve agravada y por eso insistíamos con la emergencia, que no es ni más ni menos que asignar fondos a programas que ya están para garantizar alimentación y nutrición de las familias en situación de riesgo, y lo que planteábamos es que se ve desde los funcionarios que trabajan en el tema, desde los movimientos sociales y los distintos cleros el incremento del dinero con el que se cuenta para poner en funcionamiento los comedores que cada vez es más insuficiente por el aumento del precio de los alimentos, y luego por el aumento de la gente que asiste a los comedores”, describió.

Respecto de la continuidad de los reclamos, Bahillo comentó que “en lo personal” trabajó “muy de cerca este tema con la ministra de Desarrollo Social y en la provincia se canalizan las partidas a través de la tarjeta social que va directamente a las familias en riesgo a quienes se les asigna un monto para poder comprar alimentos; luego están los comedores comunitarios y escolares, y también hay convenios firmados desde diciembre con movimiento sociales que atienden estas problemáticas”.

Ante ello, consideró que “en la provincia este tema está ordenado, se trabaja en conjunto y hay buena relación con quienes están involucrados en el tema” y explicó: “Si bien lo de Buenos Aires lo desconozco, sé que las organizaciones que estaban frente al Ministerio de Desarrollo Social la semana pasada no formaron parte de los movimientos que fueron a hablar con los diputados y que pretendían otro tipo de modalidad de acuerdo con el gobierno nacional. Es más una presión o exigencia hacia el gobierno nacional, y en lo que se puso especial énfasis ayer es que los fondos que se asignen se coparticipe una parte a las provincias porque si no queda siempre mayoritariamente en Buenos Aires, Capital Federal o el conurbano, mientras el interior tiene tanto o más problemas”.

“Esto no quedó plasmado como queríamos en el proyecto pero hubo un compromiso del oficialismo de que parte de esos fondos asista a los programas que cofinancian con las provincias”, advirtió.

Respecto de la campaña electoral en este marco de crisis social, Bahillo sostuvo que “hay que marcar la campaña dentro del contexto que vive la sociedad; si no es la primer desconexión que tenemos como políticos, si no sabemos interpretar el humor de la gente y la situación en la que está y si estamos viendo otro país distinto al que vive o sufre la gente todos los días, poca confianza vamos a lograr en los ciudadanos para que emita su voto”.

Analizó que “se tiene que dar la campaña porque es responsabilidad de quienes son candidatos someterse  a la voluntad popular y hacer conocer sus propuestas y porqué pide el voto, pero la campaña tiene que tener las particularidades del momento y este tema no debe ser usado partidariamente; es una decisión política resolver el hambre y darle prioridad, pero no debe ser usado con fines partidarios, pretender ganar una elección sobre la base de la desgracia de otros ciudadanos que no tienen para llegar a fin de mes o para comer, no me parece una feliz idea y no creo que tenga el acompañamiento de los ciudadanos”.

En ese marco, señaló que “la propuesta tiene que ver con un proyecto de país, de sociedad  de las prioridades y en ese proyecto darle prioridad a las necesidades de los sectores más necesitados, pero no detenernos solamente en hacer política solamente sobre la base de lo mal que lo pasa la gante”.

“Nadie está feliz con esto; queremos llegar nuevamente a ser gobierno, a tener mayoritariamente la confianza y el voto de los argentinos, pero no sobre la base de la desgracia de las familias argentinas ni de la destrucción de la trama social”, concluyó.