La expectativa en Formosa, tras el cierre de las elecciones, no estaba puesta en quién ganaría sino en todo caso en qué porcentaje sacaría Gildo Insfrán. Nadie dudaba de que el gobernador conseguiría su reelección y va en ese camino. La apuesta de Adrián Bogado, el candidato apoyado por el gobierno nacional era acumular una cantidad de votos que lo deje bien posicionado para tratar de llegar a la gobernación en 2023. Habrá que esperar el fin del escrutinio para ver cómo queda parado.

Los formoseños habilitados para la participar votar eran 452.389. Además de gobernador, eligieron 15 diputados provinciales para renovar la mitad de la Cámara, 27 intendentes y concejales.

Insfrán usó para su lista la denominación Frente de Todos, el mismo que usará la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, a quienes se descuenta que apoyará. Llevó de compañero de fórmula al diputado provincial Eber Solís.

Con apoyo del gobierno de Cambiemos, Bogado compitió con la boleta del “Frente Amplio Formoseño-Juntos por el Cambio”, versión formoseña del macrismo. También peronista e hijo del primer gobernador formoseño tras el regreso de la democracia, Floro Bogado, el principal adversario de Insfrán fue escoltado en la fórmula el radical Iván Kaluk, titular de la filial local del PAMI. Por el Partido Obrero se presentaron Natalia Coronel y Cristian Villasboas, consignó Página/12.

En 2015, Insfrán consiguió su última reelección con el 73 por ciento de los votos, contra 26 del radical Luis Naidenoff. Hace dos años el caudal del oficialismo formoseño se redujo notablemente. Con la denominación “Frente para la Victoria”, en las legislativas de 2017 sacó 52,4 por ciento, contra un 45,1 de Cambiemos.