Los concursos para cubrir dos cargos de vocal para el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concordia, y dos para el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Paraná fueron suspendidos, por segunda vez, ahora a pedido de dos jueces suplentes que están inscriptos como participantes: los jueces suplentes Susana María Paola Firpo y Elvio Osir Garzón.

La medida, claro, generó rispideces entre los anotados para atravesar el proceso de selección que establece la Constitución para conseguir estabilidad en sus cargos.

Firpo, jueza de Garantías suplente, y Garzón, integrante también suplente del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Paraná, acudieron con una presentación ante el Comité de Organización de la Emergencia Sanitaria (COES) y consiguieron que ese organismo obligara al Consejo de la Magistratura a dar marcha atrás con la instancia de evaluación presencial prevista para el 20 del actual. Esa prueba, ahora, fue suspendida sin fecha en función del cuadro sanitario por la pandemia de coronavirus.

En la presentación que efectuaron ante Salud, “se manifiesta que los concursos se llevarán a cabo en la Facultad de Ciencia y Tecnología (de Uader) km 10,5, de Oro Verde, y en el Gabinete de Informática de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina. Ambos concursos se realizarán con 40 postulantes cada uno, con personas provenientes de distintos lugares de la provincia. Además, la evaluación tiene una duración de 7 (siete) horas”.

“El COES considera que dadas las características de la actividad que se pretende realizar, la misma deberá ser diferida en virtud de la situación epidemiológica actual por la cual está atravesando la ciudad de Paraná, clasificada como de ´Alto Riesgo Sanitario´”, dice el texto que firma la ministra de Salud, Sonia Velázquez; el subsecretario de Redes Integradas de Servicios de Salud, Marcos Bachetti; y el secretario de Políticas Sanitarias, Guillermo Zanuttini.

La prueba de oposición que ahora suspendió el COES había sido convocada originalmente para el 28 de abril, pero fue postergada para el 20 de mayo en función de la situación epidemiológica, a través de la resolución N° 265, del 26 de abril, del Consejo de la Magistratura.

El aplazamiento de esa instancia de los concursos se da luego de que el 10 de este mes el Consejo de la Magistratura aprobara un protocolo parar desarrollar esa instancia presencial prevista para el 20 del actual, y en cuya redacción intervinieron dos especialistas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El concurso para cubrir dos cargos de vocales del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Paraná viene tramitándose desde 2019. Y por eso uno de los concursantes, el juez Alejandro Joel Cánepa, pidió que, en función del tiempo transcurrido, se permitiera «la apertura o fijación de un plazo excepcional para la actualización de los antecedentes personales y profesionales de todos los postulantes inscriptos al referido concurso, para que puedan ser evaluados equitativamente», petición que fue rechazada.

El estricto protocolo

El Consejo de la Magistratura de Entre Ríos decidió retomar dos concursos para cubrir cargos en los Tribunales de Juicios y Apelaciones de Paraná y de Concordia y este 20 del actual hará las pruebas presenciales para lo cual ideó «un estricto protocolo sanitario para poder transcurrir por esta etapa del concurso minimizando en la mayor medida posible los riesgos de transmisión del virus» Covid-19. El concurso N° 230, para la cobertura de dos cargos de vocales en el Tribunal de Juicios y Apelaciones en Paraná se había iniciado en noviembre de 2019, y la pandemia le puso un freno.

El protocolo que ahora aplicará el Consejo de la Magistratura no fue elaborado en conjunto con el Comité de Organización de la Emergencia Sanitaria (COES) de la Provincia sino que se acudió al asesoramiento «y las recomendaciones científicas» de los médicos Mauricio Godoy y Luis De Carolis, integrantes del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ese protocolo anti Covid fue aprobado por el Consejo el 10 del actual y «será de aplicación en el marco de la prueba de oposición de los Concursos N° 229 y N° 230» que se concretarán el próximo día 20.

Los exámenes de evaluación presenciales, dice el documento, «podrán llevarse a cabo si no existen impedimentos normativos de las autoridades competentes regulatorias de las medidas sanitarias impuestas». Y para la evaluación, «se utilizará el 30% de la capacidad del aula donde se llevará a cabo». Además, prevé, para la asistencia de los aspirantes a cargos en la Justicia «se debe contar con un hisopado nasofaríngeo (HNF) para SARS-CoV-2 No Detectable de no más de 72 horas previas a la cita».  Y para evitar contagios, agrega, «se aplicarán y controlarán de forma estricta la adherencia a las recomendaciones establecidas en este protocolo. Los concursantes deberán asistir con la ficha de salud completada con todos los datos que se exigen», que tendrá carácter de «declaración jurada».

El protocolo fija que «ningún concursante con sintomatología compatible o definido como contacto estrecho o caso sospechoso o caso confirmado de Covid-19» podrá ingresar al aula para rendir el examen presencial. Y apunta: «Los concursantes, consejeros, jurados y miembros del personal administrativo deben adoptar todas las medidas para protegerse y proteger a otras personas: uso correcto y permanente de barbijo, máscara facial, la práctica del distanciamiento social ( 2 metros entre las personas) y la higiene de manos frecuente (alcohol en gel

o alcohol al 70%)». Además, se fijará qué pasillos, qué escaleras y qué baños podrán usar. «Serán adecuadamente delimitados y no podrán salir de ese recorrido. Se contará con bolsas plásticas para el descarte de todos los elementos personales post exámenes las cuales se deberían utilizar por única vez».

El abecé del protocolo del Consejo de la Magistratura ordena además que los concursantes «no podrán reunirse fuera del aula y deberán retirarse una vez finalizada la evaluación»; y se garantizará la higiene «en forma programada tanto al comenzar como al finalizar el examen, antes del ingreso de los concursantes al aula y luego de haberse retirado».

En el protocolo se fija es responsabilidad de los examinadores y de los concursantes «fomentar, respetar y adherir en todo momento a las pautas que a continuación se detallan» y que su cumplimiento resultan «de carácter obligatorio,  ya que son necesarias para promover el cuidado personal y el de los demás, conducta imprescindible para preservar a los comprometidos en el acto constitucional y su entorno». No se puede acudir si la temperatura corporal supera los 37°, tiene tos, dolor de garganta, dificultad para respirar, dolores musculares, articulares, cefalea, diarrea, vómitos, pérdida brusca del gusto, u olfato, u otros». Tampoco si se es contacto estrecho, caso sospechoso o caso confirmado Covid.

Además, dice, se deben cumplir con los días y horarios asignados. «Todos los que participen de las actividades del presente protocolo deberán concurrir con barbijo colocado de manera correcta, máscara facial, alcohol al 70% o en gel para la higiene de manos».  Los aspirantes a camaristas deben respetar la norma básica de, al toser, cubrirse la boca y nariz; también al estornudar. «No establecer contacto físico con otras personas: besos, abrazos, apretones de manos, puños, codos, entre otros», dice el protocolo. «También, en forma previa, adoptar las medidas personales de cuidado en forma particular para preservar la asistencia el examen en la fecha dispuesta por el Consejo».

Como medidas de prevención, requiere el Consejo de la Magistratura:

Es obligatorio que concursantes y examinadores concurran con barbijo, máscara facial y alcohol en gel o diluido al 70% a todas las mesas de examen. Se sugiere que dada las horas que deberán permanecer en el examen, los asistentes en general concurran con barbijos N95, los llamados quirúrgicos o similares en eficacia de protección.

El personal administrativo deberá usar barbijo de forma permanente. En todo momento se deberá cumplir con la medida de distanciamiento social 2 metros entre las personas.

Es fundamental cubrir por completo la nariz y la boca con barbijo durante toda la permanencia en el aula. El uso de barbijos que se desplazan hacia el mentón continuamente expone las narinas y además genera la necesidad de acomodarlo con frecuencia exponiendo al concursante y a otras personas a mayor riesgo de contagio.

Concurrir con alcohol gel o alcohol al 70% para la higiene de manos que debe realizarse en forma frecuente.

Es importante no llevar las manos a la cara sin antes realizar el lavado de manos ya sea con agua y jabón o con alcohol al 70.

Respecto del traslado al lugar del examen, se recomienda utilizar barbijo «que puede eventualmente asociarse con máscara facial». Y apunta: «En lo posible concurrir solo con portafolio (que no se apoyará en el piso)».